Viernes 28 de febrero de 2014
+ Comisionados
del IFAI, despedidos
+ A
remojar barbas de consejeros IFE
Tal y como se
esperaba, los cuatro comisionados actuales del Instituto Federal de Acceso a la
Información fueron prácticamente cesados porque no serán considerados
para el nuevo organismo, a pesar de que algunos no terminaron el periodo para
el que fueron elegidos.
Un poco porque
la calidad que se esperaba de ellos resultó menor y que algunos
escándalos internos minaron la confianza de los senadores, el otro asunto no
fue menor: el nuevo Instituto fue dotado de mayores facultades y por
tanto se necesitaban de fichas nuevas. Prácticamente los cuatro consejeros
fueron decisión del presidente Felipe Calderón y por tanto respondían a
los intereses del PAN.
La decisión de
Senado de batear a los cuatro consejeros del IFAI fue un mensaje indirecto a los cuatro consejeros del Instituto Federal Electoral cuya
presencia también está en veremos por la reforma constitucional de finales del
año pasado: el IFE pasó a Instituto Nacional Electoral con once consejeros y el
debate está en mantener a los vigentes o convocar fichas nuevas.
La designación
de consejeros del IFE quedó bajo el dominio de la partidocracia porque salían de la Cámara de Diputados. Pero el IFE tuvo varios meses que
funcionar sin un consejero por la renuncia de Sergio García Ramírez y su silla
vacante hasta la actualidad. Ciudadanizado en la reforma política de 1996, en
el 2003 la designación de consejeros fue por cuota de partidos; así, el
IFE pasó de ser del dominio absoluto del presidente de la república vía
Gobernación y el PRI a una institución operada por un consejero sin militancia partidista aunque cuota de poder de un partido.
El problema del
IFE es el dominio avasallante de los partidos: además de que los
consejeros son dominios de los partidos, el consejo general tiene un
representante directo por cada uno de los siete partidos políticos registrados
y siete representantes de las dos cámaras pero con representación de un partido
político. Así que todos los procesos electorales aparecen dominados por
los partidos políticos, lo que reduce capacidad de maniobra a los
consejeros. El IFE, a la postre, responde a los intereses de partidos y
no de los ciudadanos.
La reforma al
IFE para transformarlo en INE hizo a un lado la necesidad de crear una
institución electoral profesional y al margen de los partidos. El
consejo general del IFE y ahora del INE es más bien una mesa de negociaciones y
no un organismo para determinar legalidad de elecciones. Ahora mismo el debate
sobre los nuevos consejeros se lleva a cabo como un reparto de
posiciones de poder de partidos.
La decisión del
senado de excluir a los comisionados del IFAI actuales para buscar siete nuevos comisionados fue una lección sencilla: nuevas fichas para un
organismo nuevo. La reconstrucción institucional de organismos colegiados que
representaron en su momento la reducción del presidencialismo
autoritario --el IFAI rompió el secreto y el IFE le quitó al gobierno las
elecciones-- se ahogó en los intereses de sectores políticos interesados. Del
IFE salieron, por ejemplo, consejeros ciudadanos a militar en partidos.
Los cuatro
actuales consejeros electorales fueron cuota de los partidos, sobre todo
el PRI, el PAN y el PRD. De ahí que los diputados deban dar una lección de
democracia y escoger a nuevos consejeros electorales sin contaminaciones
partidistas o de gobiernos anteriores. Para la democracia es preferible el
error por aprendizaje que la certeza de los compromisos. El PAN en doce años en
la presidencia cometió el mismo error de control del PRI, deterioró la
calidad de los organismos y perdió las elecciones.
La democracia es para los ciudadanos, no para los partidos.
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carlosramirezh@hotmail.com
@carlosramirezh
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