“Sí por México” es un dolor de muelas y una farsa

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O lo que es lo mismo dada su frivolidad: una patada en… (hay niños rondando, no puede decirse) y es que no se entienden ni ellos mismos, sus babiecas torpemente calculadores partidos aliados y mangoneados ricamente por el señor X. En ello el PAN lidera el extravío filosofal ya que el PRD no existe y el PRI es un chiste mal contado hace ya décadas por su inoperancia y putrefacción. Pues bien: primero fastidian conque el presidente renuncie (ya no digamos los lerdos que han cuestionado su triunfo desde el primer día) y después a insistir todavía a finales de junio en que ante su mal gobierno, la Coparmex y vaya usted a saber cuántos más, impulsarían que sí, que sí se efectuara la revocación de mandato en 2022. Sale la ley alusiva y los 3 partidos se retractan y le mienten a la opinión pública en un desplegado infumable retacado de una mentira tras otra. Deplorable proceder.

Ya se ha expresado en los corrillos políticos: a “Sí por México” le da miedo medirse en tal ejercicio democrático. Es natural. En esta columna se ha expresado con absoluta vehemencia no exenta de humildad: ni la gente votará lo que sea contra supuestamente, López Obrador o Morena, si no oye propuestas alternativas ni la oposición las está construyendo. Y en ello desde ya, va 2024 de por medio. Que nadie después haga rabietas tontas si perdiera la presidencial como las que hacen desde 2018. Y por cierto, no ayuda solo rezar fuerte para que se vaya López ni aliarse con Vox como lo hizo vergonzosamente el PAN. Cambiar de estrategia. Sería lo adecuado. Se entiende así su cálculo de mejor no concurrir.

Como parece que a los aliancistas los asesoran lerdos que compiten a ver quién lo es más, primero se los chamaquean en la aprobación de la ley para revocación que delimita la Constitución y donde pudieron obtener algo mejorcito si no les gustó el resultado. La Carta Magna omisa en tantas cosas como en decirnos cuándo exactamente se marcharía López Obrador si perdiera la mentada consulta, deja al texto secundario definir que sucedería el prodigio tan anhelado por tantos opositores más viscerales que pensantes, cuando y solo cuando el Tribunal Electoral lo determine con el resultado en la mano adverso al Ejecutivo. Ni un minuto antes ni uno después. Estamos hechos. Y ni idea de qué resultaría en voto.

Pues, hete aquí que esos que se frotaban las manos con semejante ejercicio que los evidencia deseosos de poder, no de democracia ni mucho menos de servir a los mexicanos, ahora reniegan y alegan con una torpeza que raya en alucine y desbarrancados argumentos, que sería un gasto inútil, que el sustituto del presidente sería uno de Morena y que al final, si sale lo mismo tener otro de Morena, mejor no impulsarán esa revocación. Es que no han leído la Constitución y peor, temen medirse. En el colmo de la tontería, los firmantes de un manifiesto tan burdo como todos lo anteriores, que quita tiempo valioso por atenderlo, instan a sus legisladores a que emprendan acciones de inconstitucionalidad contra esa ley y encima, omiten pedir una reforma constitucional, ellos, que se mal dicen mayoría sin serlo ni ganarla y que desconocen tanto del Derecho Constitucional que se supone que deberían de saber. Es una sonada pifia esa alianza “Sí por México”.

Son de verdad insufribles –como el niño fregón de la leche caliente y la leche tibia– y van de engañaincautos, habiéndolos y comprándoles todas sus tonteras. Seamos claros y puntuales para que nadie se llame sorprendido ni engañado: el desplegado de “Sí por México” del 15 de septiembre le miente a México y el PAN lo firma. Del retazo que es el PRD no te extrañes y del PRI ya dijimos, es un chiste mal contado. La Constitución es clara: si se marcha el presidente, quien preside el Congreso –a la sazón, siempre el mismo de la Cámara de Diputados federal– sería presidente. Es de Morena, advierten sus opositores. Bueno, pudieron haber negociado como siempre hacen y una reforma más inteligente cuando se dispuso. Tal vez la abuelita de cualquier líder partidario sería una estupenda sucesora de López. Haberlo negociado y todos tan felices. Tanto pudor de no hacerlo, sorprende. Cuánta carencia de ideas opositoras. Ni las más sencillas pueden proponer. Mire que oponerse a la revocación de mandato cuando le habían tomado la palabra al presidente, luego de sentenciar que la impulsarían suponiendo antes la ridícula idea de que arrasarían como no lo hicieron en 2021. Ya se sabe: es que a falta de ideas y propuestas opositoras, esperando errores de Morena, a la oposición no le alcanzaron los insultos que propinó por de 3 años para ganarle.

Luego viene ese manifiesto que engaña al público diciendo que contravendría la Constitución: No, lo que sí haría sería ponerle fecha cierta a la salida presidencial porque la Carta Magna también la omite. Listillos. Y encima, saben que sí el presidente se queda, es que se ratifica y no pasa nada. Se queda y no puede ampliar de momento a su mandato. Ni convocar otra revocación. Todo eso lo callan, tramposos. Adviértase que en septiembre de 2021 Morena cuenta con al menos, 19 legislaturas estatales. Podría cambiar la Constitución para abrir paso a una posible reelección presidencial. Voto popular dicent. Los opositores deberían valorarlo y mejor movilizarse para revocar a López en 2022. Hasta quedarían como los demócratas que no son y no han sido. López no se irá por sus gritos.

Afirman que es inoportuno para el interés nacional esa revocación que cobijó la oposición a gritos cuando le tomaba la palabra al presidente, criticándolo y ahora por seguirla buscando. Si bien es verdad que nadie habla de buscarla sino él, que la prometió desde su campaña. Por una cosa que ¡por fin! les cumplen y berrean. Van extraviados. Luego atizan en su desplegado que un presidente proveniente de Morena no sería garantía de cambio. Listillos, sería un mes. Y en dado caso, entonces ganar las elecciones y dejar gobernar si no. Ambas cosas los opositores no las están haciendo. Y ¿pues no que ganaron la mayoría en el Congreso en junio para imponerse y corregir el rumbo? Es que los abajofimantes ni tienen rumbo y sí mintieron diciendo ser mayoría. Aquí también se lo expresé al lector, semanas atrás. Porque eso que no les gusta (que presida a Diputados uno de Morena) pudieron imponerlo en el texto legal para que no sucediera, sin duda. Y mire usted que no lo hicieron. Y lloriquean el gasto que implicaría el proceso de revocación sin renunciar a sus prebendas presupuestales legales de financiamiento público exorbitantes. Hipócritas El lloriqueo es faceto, de engañabobos, que los hay y se las compran, desde luego. Gimen: es que eso le dará fuerza a López Obrador. No, necesariamente. No es tan brillante.Necios.

¡Ahhhh! y rematan conque no promoverán las firmas para impulsar tal revocación de mandato. ¿Se colgarán de quien la impulse o también callarán? Pues si no son ellos es complicado, muy complicado de verdad el saber quiénes las reunirán. Los votantes de López o sus simpatizantes, dudosamente lo harán. Así que si restan 3 años al sexenio, enhorabuena, obliga a los opositores a serenarse y a mejorar la oferta construyendo candidaturas para 2024 si son congruentes y mejor no juntar al PAN con el PRI (cosa sí, antinatura) si no desean perder; y dedicarse a algo provechoso que no sea solo el insulto eterno, que no salen de ello. Complicado reaccionar a ese adefesio llamado “Sí por México” que reúne a PRI, PAN y PRD. Como opositores ni son mejores que Morena ni lo han demostrado ser. Y mienten.

Dos tonterías más sostiene “Sí por México” que merecen refutársele. No, no son elecciones innecesarias. No es una elección en sí, por cierto. Tales al PRI si le son innecesarias, siempre. Sus dedazos, imposiciones y fraudes electorales memorables, lo confirman. En segundo lugar, sostiene una gran mentira: que la revocación de mandato divide y polariza. Es la actitud rijosa opositora la que divide y polariza a diario o no en exclusiva el gobierno o el presidente. Van perdidos negando su condición. La ley secundaria en su artículo 19 coloca la pregunta a responder: “¿Estás de acuerdo en que a (nombre), Presidente/a de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?” y recuerde que la norma fue aprobada por todas las fuerzas políticas en lo general, no en lo particular en Diputados y en el Senado sí lo fue con 106 votos y ni uno en contra. Así que no engañarle a la gente. Y sucedería la revocación con la ley en la mano y no con los groseros chasquidos frenones de liderillos dudosos. Y recordemos: el art. 84 constitucional dispone que el presidente del Congreso asuma un mes el Ejecutivo, un mes, y el Congreso elegirá al sustituto que cierre el sexenio. Eso y no otra cosa. Nada garantiza ni obliga a que sea morenista ni congresista. ¡Tómala! Asúmanla opositores y elijan a Cuadri, a De Hoyos o Anaya que les cuadra tanto el trío de impresentables y así que se dejen de tanta monserga. Y como me dijo un alumno en clase…¿y si nadie quiere el cargo? ¿y solo por dos años y medio? añadí, que esa es otra.