Las fuerzas políticas y sus personajes se realinean ante la sucesión de AMLO

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Esta sucesión ya prendió, y no la para nadie:

Andrés Manuel López Obrador hace campaña abierta por el país llevando de su mano y bajo su amplio paraguas de preferencias ciudadanas a Claudia Sheinbaum.

Esta a su vez ha sido sometida a un amplio tratamiento de spas, masajes corporales y faciales, talleres rápidos de imagen y comunicación política, en un afán de suavizar su narrativa, sonrisa y rostro, bajar tensiones de su cuello, cuerpo y brazos. Ya lograron desaparecer sus ojeras y ese rictus que agriaba su sonrisa. Los colores han sustituidos los grises en su ropa. Hoy habla con mayor soltura y seguridad. Ya cuenta con un poderoso y muy probado grupo de imagen que ataca todos los frentes informativos y de comunicación cuya meta es lograr que sea conocida por los más amplios sectores del país. Ella ya es la candidata de AMLO. Falta que lo sea de Morena.

Todo ello mientras Marcelo Ebrard se queda estático y sólo mira a todos los actores de esta acelerada y muy tempranera sucesión.

El único en este universo que al parecer vive en la realidad de este proceso sucesorio adelantadísimo es Ricardo Montreal, quien acelera todos los días el paso, en un desafío directo al más que obvio dedazo del tabasqueño en favor de la jefa de Gobierno de la CDMX.

 

SIEMPRE LE HE GANADO AL PODER   

Sabedor que no es el elegido, decidido a participar en la contienda, Monreal recuerda a cada momento su experiencia de constante confrontación contra la adversidad y el poder.

El fin de semana anterior desde Chiapas dijo:

“En el 2024, una vez que se lance la convocatoria (por Morena), voy a estar ahí, me voy a escribir. Lo he dicho y no lo he ocultado nunca, es una aspiración normal”.

– ¿No importa si el Presidente elige a Sheinbaum como su candidata, usted va a estar en la boleta?

– “No, no me preocupa. Tengo mucha confianza en la gente; tengo confianza con los de abajo porque yo soy de abajo… me voy a entregar con los de abajo, porque nunca he sido cobijado por el poder.

– “Cuando fui regidor de mi pueblo, el presidente no quería que fuera regidor y le gané. Cuando fui diputado la primera vez, diputado federal, no quería el gobernador que fuera diputado federal y le gané, en contra de él. Cuando fui senador en distintas ocasiones, no quería el presidente de la República y le gané.

“Cuando quería ser gobernador de mi tierra hace 23 años, en 1997 en el siglo pasado, no quería el presidente de la República que fuera gobernador, el presidente de la República, y le ganamos en Zacatecas, gracias a la gente de Zacatecas.

“Yo confío mucho en la gente de abajo porque soy de abajo y ahí me voy a atener.

“No tengo problemas si alguno de los aspirantes está cobijado por alguna figura política preponderante, no voy a hablar mal de ello. Que Dios los ayude, pero yo me voy a enfocar al territorio.

“Soy todo terreno. Soy un hombre que camina. Soy un hombre que habla. Soy un hombre que enfrenta, no le saco a nada. Soy una persona muy franca”, subraya.

Ante el revire de si en compensación podría ser el sucesor de Claudia Sheinbaum en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, respondió:

“¡No, no estoy en eso!… no creo en eso. No creo en las compensaciones políticas, no creo en eso.

“Cuando fui candidato a gobernador, tenía 37 años, el PRI -antes de renunciar- me ofrecía todo. Me decía: Espérate, estás muy joven. Vete de embajador, vete a una Secretaría; no lo acepté. Yo no soy de los que busca cargos de consolación ni compensación política. Yo voy a fondo.

“Se logra y si la gente nos respalda bien, y si no, pues no”.

Mientras tanto, asegura, seguirá en Morena, “voy a luchar en Morena, no voy a salir de Morena, voy a estar aquí puntual a la cita con Morena”.

 

PAN FRENTE A SU DERROTA ANTICIPADA

Enfrentados a una ya larga y profunda crisis interna, los panistas ven con resquemor cómo, dentro de este proceso de sucesión adelantadísimo que les reclama unidad interna y un liderazgo fuerte, Marko Cortes se aferra a una dirigencia partidaria sin legitimidad que acude a todas las artimañas gatopardistas para obtener un mismo objetivo: mantenerse en la presidencia de Acción Nacional contra viento y marea, y como prospecto para el 2024.

Así, mientras Andrés Manuel López Obrador, y los suyos corren desaforados hacia el 2024, Cortes y su grupo reiniciaron la semana pasada un nuevo intento por reunificar fuerzas internas sin exponer ni un centímetro sus posiciones.

Para ello convocaron a una sesión del Consejo Nacional que determinó ir a un “cierre de filas” interno, y a la búsqueda de un “diálogo cordial” con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Para promoverlo se designó al exaspirante presidencial y actual diputado federal Santiago Creel.

En forma adicional Marko Cortes tuvo un encuentro con los gobernadores de Querétaro, Mauricio Kuri; de Quintana Roo, Carlos Joaquín y de Chihuahua, Maru Campos.

Eso ocurre cuando otros personajes, como el exgobernador de Querétaro Francisco Domínguez y el mandatario panista de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez piden su renuncia.   

En medio de todo esto de las filas del panismo surgen los nombres de: Maru Campos, gobernadora de Chihuahua; Tere Jiménez, exalcaldesa y puntera al gobierno de Aguascalientes; Mauricio Vila, gobernador de Yucatán; Ricardo AnayaFrancisco Domínguez, exgobernador de Querétaro; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas y… Marko Cortes como los prospectos blanquiazules a la contienda de 2024.

 

MOVIMIENTO CIUDADANO, EN LAS NUBES

Dante Delgado, gran comandante en jefe y creador de Movimiento Ciudadano se reinstaló la semana anterior al frente de este partido para conducir a MC por la Presidencia de la República.

Tiene 3 grandes cartas para ello: Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco; Samuel García, mandatario estatal de Nuevo León -y su carismática esposa Mariana Rodríguez Cantú-, y la sorpresiva revelación que es el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, quien causó conmoción al aparecer ya en tercer lugar junto a los punteros de Morena Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

Para el veracruzano Delgado nada de esto es sorpresa. El fue el aliado más cercano de AMLO en las contiendas presidenciales de 2006 y 2012. Dante conoce mejor al tabasqueño que nadie, quizá más que el mismo López Obrador se conoce así mismo.

Delgado, verdadero fenómeno político de las dos últimas décadas y media en México, ha logrado conducir primero a Convergencia y luego a Movimiento Ciudadano para convertirse en muchas ocasiones como el partido-visagra en la toma de decisiones y la aprobación de reformas en el Legislativo.

Hoy sabe que, ¿por qué no?, alguno de sus 3 alfiles puede dar el gran golpe en 2024 y colocarse en la silla de Palacio.

Por eso desde ahora anuncia no sin arrogancia que no irá en alianza con ninguno de los partidos “de siempre”.

Si ninguno de sus 3 prospectos gana la presidencial del 24, de todos modos habrá logrado una fuerte bancada legislativa, muchas alcaldías y quizá otras gubernaturas

 

LOS CHUCHOS REAGRUPAN AL PRD

Al mismo tiempo, Jesús Zambrano y Jesús OrtegaLos Chuchos, convocaron a un Congreso Nacional del PRD donde revisaron programas y reagruparon fuerzas entre quienes surgió Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE.

Exprimidos en todo por Andrés Manuel López Obrador, quien no sólo los hundió en la mayor de las crisis financieras y los dejó con una gran deuda luego de ser lanzado dos veces por este partido a la presidencia de la República, sino que los despojos de militantes, cuadros dirigentes, proyectos e ideología, Los Chuchos y aliados –el senador Miguel Ángel Mancera, entre otros-, amanecieron el domingo con una nueva tendencia: como partido de la socialdemocracia.

Como sea, saben que mantienen una vinculación con fuerzas de izquierda tradicional, así como con agrupaciones estudiantiles, campesinas, indígenas, obreras y de otros sectores que les podría garantizar una recuperación de espacios en los siguientes comicios.

 

PRIÍSTAS PASMADOS

En este reacomodo de posiciones y fuerzas los únicos que aparecen pasmados son los priístas, quienes el sábado 11 de este diciembre concluyen la XXIII Asamblea Nacional en medio de fuertes choques internos de crítica y confrontación contra la dirigencia de Alejandro Moreno.

No pocos advierten que si las corrientes internas no logran ir a un proceso de unidad, este partido desaparecerá en los siguientes procesos electorales.

El PRI en este proceso de sucesión no acierta a avanzar nombres de posibles candidatos. Los únicos que andan por ahí sin mayor repercusión son Enrique de la Madrid y el propio Alito.