Carrera contra las variantes

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Al cierre de 2021, el SARS-CoV-2 ha provocado el fallecimiento de más de 5.3 millones de personas en el mundo y múltiples contagios que superan los 271 millones de personas infectadas.

De acuerdo con el inmunólogo español Alfredo Corell, basado en datos de la OMS, hay más de 300 mil secuencias reconocidas del Covid-19 lo que significa que existe un número creciente de variantes.

En los últimos meses han destacado las siguientes nuevas cepas en la categoría de preocupantes: la variante británica conocida como B117 denominada como Alpha; la Beta para la sudafricana llamada 501Y.V2; la Gamma para la brasileña B.1.1.28.1 o 501Y.V3; la de India, catalogada como Delta identificada como B.1.617.2 y la más reciente, Ómicron o B.1.1.529 localizada en varios países.

Cada variante ha marcado los contagios por oleadas. Europa entra al invierno y terminará el año con la sexta ola en pleno desarrollo con la incertidumbre del efecto en la inmunidad de las personas.

Las farmacéuticas, junto con los laboratorios, intentan tranquilizar los ánimos afirmando que tienen la capacidad de mejorar los sueros en un lapso de tres meses.

La nueva variante Ómicron tiene una mayor transmisibilidad infecciosa y aparece además en momentos en que la inmunogenicidad ha ido reduciéndose en aquellos grupos humanos con más de seis meses de haber sido vacunados con dos pautas completas.

La tercera dosis surge como una respuesta casi obligatoria para proporcionar una protección más duradera ante Ómicron que tiene además la peculiaridad de contar con un gran número de mutaciones.

“Las pruebas iniciales indican que el riesgo de reinfectarse por esta variante es mayor que con otras variantes preocupantes y, al parecer, el número de casos que ocasiona están aumentando en casi todas las provincias sudafricanas”, indica la OMS.

 

A COLACIÓN

El organismo que dirige Tedros Adhanom confima que las pruebas PCR usadas para diagnosticar el SARS-CoV-2 detectan a Ómicron aunque varios laboratorios han informado de que hay una prueba PCR que no consigue detectar el gen S, que es uno de los tres genes diana del virus.

“Debido a que ese gen escapa al diagnóstico por PCR, esta prueba se puede utilizar como marcador de esta variante a la espera de que se confirme el diagnóstico mediante secuenciación. Con este método, la variante B.1.1.529 se ha detectado a un ritmo mayor que las que han causado brotes anteriores, lo cual indica que tal vez crece con mayor rapidez”, comenta el organismo.

Si Delta se convirtió tras la primavera en la variante dominante en el mundo, con Ómicron los pronósticos apuntan hacia el mismo sendero: en pocas semana será preponderante a nivel global.

En Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson, advirtió que esta cepa no es más suave que las otras y confirmó que Ómicron terminará convirtiéndose en la variante más fuerte antes de que concluya diciembre… en España, se anticipa este escenario a partir de enero.

Toda la fe está puesta en la capacidad de la ciencia y de sus científicos para generar una nueva generación de vacunas que proporcionen no solo una protección más duradera, sino sobre todo, esterilicen a las personas para que no sigan transmitiendo el virus que es el fallo de los sueros actuales.

Y vuelvo a reiterar: en estas fiestas navideñas hay que actuar con prudencia y evitar relajarse por el simple hecho de pensar que los vacunados ya estamos totalmente protegidos porque no es así, lo que hacen es evitar una enfermedad más grave, aunque también fallecen vacunados con las pautas completas. Ante todo mesura y cuidarse.

@claudialunapale