Mujeres en apuros por la paridad en gubernaturas

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En diciembre de 2020, la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación vinculó al Congreso de la Unión y a los Congresos Locales “a regular la paridad en gubernaturas antes del inicio del próximo proceso electoral que siga de manera inmediata al proceso 2020-2021”. O sea, antes del actual proceso 2021-2022.

¿Y qué pasó?

No se hizo. Tanto el Congreso de la Unión como los Congresos Locales fueron omisos, ni siquiera realizaron dicha regulación en las seis entidades federativas con renovación de gubernatura en 2022salvo en Hidalgo pero (al parecer) sin entrar en vigor en tiempo.

De haber hecho la regulación, hoy no enfrentarían tantos problemas las mujeres que ahora buscan ser postuladas por su respectivo partido político o coalición a las gubernaturas en Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca.

Con reglas claras y amplias se hubieran ahorrado el peregrinar.

Y ante la omisión legislativa, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó reglas sobre la paridad en las gubernaturas, mismas que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación en la primera semana de septiembre de 2021 (cuando estaban iniciando la mayoría de los procesos locales para las elecciones 2022).

Pero son insuficientes. Y todavía falta ver si la Sala Superior las echa abajo porque según su criterio, solamente los Congresos tenían la facultad de establecerlas. Sin embargo, ¿qué hacer frente a omisión tras omisión legislativa? 

UNA LEGISLADORA Y ASPIRANTE EN APUROS

Precisamente a falta de regulación clara y amplia sobre la paridad en las gubernaturas, hoy, por ejemplo, Susana Harp emprendió un largo peregrinar en busca de la candidatura de Morena.

Ello luego de que el órgano competente del partido diera a conocer el nombre de Salomón Jara Cruz como el aspirante mejor posicionado y con más puntaje aprobado, conforme a las encuestas mandadas a elaborar por Morena.

Y que conste que Susana es Senadora de la República y como legisladora de una de las Cámaras del Congreso de la Unión pudo haber impulsado la regulación ordenada por la Sala Superior del TEPJF, igual que, en el Congreso Local, el grupo morenista que la respalda.

Pero las mujeres legisladoras federales y locales dejaron pasar los tiempos sin pronunciarse por la reglamentación de la paridad. Incluso, algunas hasta respaldaron a los grupos parlamentarios federales calificando casi casi de ‘metiche’ al INE cuando en 2020 impulsó por primera vez los criterios para la paridad en gubernaturas.

Criterios que, por cierto, la Sala Superior tiró pero cuya esencia retomó para ordenar dicha paridad en la postulación de candidaturas a las gubernaturas en las elecciones 2021, para las cuales se dejó en libertad a los partidos políticos para decidir en cuales de las 7 (de las 15 gubernaturas a elegirse entonces) postularían mujeres.

Quizá por ello, en los lineamientos para las gubernaturas 2022 el INE también dejó en libertad a los partidos.

Ah, si el Congreso de la Unión o los Congresos Locales hubieran regulado la paridad en las gubernaturas, hubieran establecido los criterios a seguir por los partidos políticos y coaliciones para en 2022 saber con claridad y certeza en cuáles de las seis entidades postularían hombres y en cuáles mujeres.

Vaya, no dejarlo a la decisión discrecional de los partidos políticos, o a la determinación de los institutos electorales o, incluso, de los tribunales electorales.

Ahora, los partidos políticos sí cumplirán con la paridad en las gubernaturas, pero conforme a sus propias reglas ex profeso, las cuales generalmente se plasman en las convocatorias o en los reglamentos internos de elecciones, cuando no los tienen en los estatutos.

Las mujeres aspirantes debieron impugnar desde la emisión de la convocatoria, dependiendo del caso. Muchas se inscribieron a ciegas al proceso interno de su respectivo partido político; a ciegas o confiadas en resultar beneficiadas.

Claro, tienen el derecho de impugnar. Ya la Sala Superior del TEPJ decidirá en última instancia, concediéndoles o negándoles la razón.

SUSANA ¿EN OTRO PARTIDO?

La senadora Susana Harp últimamente ha afirmado en reiteradas ocasiones que continuará en Morena a pesar de la invitación que le han formulado otros partidos políticos para contender por la gubernatura.

Hace bien en no intentarlo. Porque si lo intenta es a riesgo de que la autoridad electoral competente le aplique la regla que prohíbe participar en dos procesos internos de dos partidos políticos que no vayan coaligado, dependiendo del momento.

Una vez Marcelo Ebrard lo intentó para gobernar la Ciudad de México, y al final el Tribunal lo dejó sin candidatura.

Además, cuenta mucho la marca del partido político. Por ejemplo, ahora no es lo mismo una postulación por Morena que por el PRI, salvo que la candidatura traiga por se una fuerza de huracán que hasta aplaste a los morenistas.

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