México dice no a la guerra

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Hasta el momento, con la tensión entre Rusia y Ucrania, hay mucho ruido y pocas nueces. Para México, en voz de Juan Ramón de la Fuente, debe primar una solución pacífica de las controversias sin polarizar la narrativa y ante la desconfianza, evitar las  acciones hostiles.

La semana pasada durante su intervención, como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, en una reunión de urgencia del seno de su Consejo de Seguridad,  De la Fuente dejó clara la postura del país azteca a favor de la no intervención.

Él dijo que para México, hay tres principios básicos: la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, el principio de no intervención y la solución pacífica de las controversias.

Me pareció muy apropiada la postura del diplomático al considerar que la sola escalada de tensiones en Europa oriental representa una amenaza potencial para la paz y la seguridad internacional por lo que es  competencia del Consejo de  conformidad con el Artículo 39 de la Carta de la ONU.

“Por eso mismo y en virtud de la desconfianza que prevalece es  importante evitar cualquier tipo de acción que pueda considerarse hostil por  cualquiera de las partes y por cualquiera  que parezca; pero resulta  alentador, sin duda, lo que acabamos  de escuchar por parte del representante de la Federación de Rusia que ha sido muy claro al reiterar aquí, que no hay ninguna invasión prevista en Ucrania”, puntualizó De la Fuente.

Precisamente Vasili Nebenzia, embajador de la Federación de Rusia ante la ONU, reiteró  en el mismo seno del Consejo  la posición del Kremlin de no llevar a cabo ninguna agresión contra Ucrania –en la  que Estados Unidos está haciendo acusaciones– y que incluso, los altos cargos de Defensa ucranianos, han hablado de la falta de amenaza por parte de Rusia.

Aquí hay también una guerra de desinformación y de fakes news. Estamos en la era de las fake news. Según Nebenzia, las acusaciones de Washington son infundadas.

El estratega ruso habló de la diplomacia megáfono desarrollada por Estados Unidos en las actuales negociaciones, entre rusos y norteamericanos, en busca de una solución pacífica para la seguridad regional europea con Ucrania de por medio.

 

A COLACIÓN

Fuera de Nueva York, sede la ONU, del otro lado del Atlántico y cerca de la franja fronteriza de Rusia con Ucrania continúan las llamadas maniobras militares de efectivos rusos mientras el presidente estadounidense ha dado su visto bueno –el pasado 2 de febrero– para el traslado de dos mil soldados norteamericanos hacia las bases de Polonia y de Alemania; y otros mil que serán enviados desde  Alemania hacia Rumanía.

Ya el pasado 29 de enero, el propio Joe Biden afirmó que el Pentágono tenía preparado  un grupo de 8 mil 500 militares para, en cualquier momento, viajar hacia Europa oriental.

El pulso regional entre Biden y su homólogo ruso ha caído en terreno fangoso, corren las amenazas mutuas mientras los equipos encargados de la diplomacia buscan abrir vías de entendimiento.

A su vez, Rusia ha pedido que no se filtre a los medios de comunicación ni las misivas, ni las propuestas, ni las contrapropuestas; no obstante, el deseo ha durado muy poco porque el periódico El País  recibió una filtración con las respuestas al documento de seguridad regional enviado por el Kremlin el pasado 17 de diciembre: se trata de dos textos, uno de cuatro cuartillas de la OTAN y otro, de cinco cuartillas correspondiente a la postura de la Casa Blanca.

Según los documentos, tanto Estados Unidos como la OTAN, ponen sobre la mesa de negociación con Rusia buscar nuevos acuerdos a favor del desarme mutuo ya sea en el Consejo OTAN-Rusia como en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

De los misiles, Estados Unidos propone a Rusia establecer un compromiso en el que ninguno de los dos países desplegará misiles en territorio de Ucrania ni tendrá tampoco fuerzas de combate en dicho país.

A través de un mecanismo de transparencia, el Kremlin podría verificar que no hay misiles Tomahawk  ni en Rumanía o Bulgaria, que son dos países miembros de la OTAN; a cambio, Washington y la Alianza, piden exactamente lo mismo para ellos en dos bases rusas para comprobar que  no hay misiles BGM-109. Pero no se habla claramente de si Ucrania será acogida o no en la OTAN.

@claudialunapale