Oaxaca, “Alito”, Susana

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Ni el PRI, ni el gobernador Alejandro Murat Hinojosa han entregado Oaxaca a Morena. En tal afirmación se hizo énfasis en el marco de la elección de Alejandro Avilés Álvarez como candidato de este partido a la gubernatura de Oaxaca.

Lo dijo el dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), y también el candidato. El primero en una selectiva rueda de prensa, y el segundo, en su mensaje en la Convención de Delegados y Delegadas; multitudinario acto celebrado en el Auditorio Guelaguetza, donde caben alrededor de 15 mil personas.

Y ¿en serio no han entregado Oaxaca? Habrá que concederles el beneficio de la duda.

En Hidalgo igual se habló de la entrega de la próxima gubernatura. Sin embargo, según estudios demoscópicos, la candidata, Carolina Viggiano, parece haber levantado y la ubican en empate estadístico frente al abanderado de Morena, Julio Menchaca. Falta ver si en la campaña conserva la misma tendencia y si el resultado electoral la favorece.

Evidentemente, las condiciones son distintas en cada entidad. Por ejemplo, en Hidalgo el PRI va en coalición con el PAN y el PRD; incluso, la abanderada va siglada diferente. Además cuenta: Unidad, estructura, recursos, estrategia, etc.

Y habría que preguntarse: De las seis entidades federativas donde renovarán gubernatura en 2022, ¿cuáles son prioridad para el PRI nacional? “Alito” dirá que todas. Sin embargo, en ocasiones los partidos políticos fijan prioridades en función de las posibilidades de triunfo en determinada demarcación electoral.

Optimista (quien sabe si realmente o como postura pública), Moreno Cárdenas hizo la comparación de hace seis años cuando también en condiciones adversas Alejandro Murat le ganó al morenista  Salomón Jara Cruz, que virtualmente ahora es el mismo candidato de Morena, al cual le ganará Alejandro Avilés, según vaticinó “Alito”.

Toda una apuesta. Aunque remontar el actual tres a uno se ve bastante difícil.

Del 2016 al 2022 las circunstancias han cambiado.

Hace seis años hubo una coalición PRI-PVEM-Panal. El candidato, siendo hijo del ex gobernador José Murat, quien tenía (y sigue teniendo) el control del priismo local, era prioridad para el Revolucionario Institucional. Un ejército de priistas desde un año antes le hizo campaña fáctica. La oposición se dividió: El PT se salió de la coalición con el PRD y el PAN, postulando a Benjamín Robles, y la alianza se quedó con José Antonio Estefan.

Hace seis años Morena compitió solo. Andrés Manuel López Obrador aún no era Presidente de la República, aunque desde entonces tenía fuerte presencia en estado de Oaxaca, lo cual posibilitó que Salomón Jara obtuviera alrededor de 353 mil 805 votos, solo él y Morena, frente a los 496 mil 724 obtenidos por Alejandro Murat y su coalición.

Se habló entonces de que el PRI recurrió a la estrategia de “divide y vencerás”, y le funcionó. También se habló de que la elección estaba pactada con AMLO, el PRD, el PAN y el PT como pago al favor de la gubernatura 2010, ganada por Gabino Cué Monteagudo con un poco de ayuda por parte de los grupos priistas enojados con el gobernador Ulises Ruiz Ortiz.

Por cierto, López Obrador terminó rompiendo con Gabino por haber consentido la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto. Al final, Cué terminó solo con un gobierno hecho un desastre; y el candidato de éste, dicen, era Estefan, quien obtuvo 387 mil 066 votos.

Ahora, en 2022: El PRI va solo, definió a su candidato de última hora, quien sabe si Oaxaca y Alejandro Avilés se encuentre entre sus prioridades; la estructura y la unidad priista es incierta, ha sido notorio el desapego del primer prista respecto de su partido. Y por si fuera poco, el Revolucionario Institucional en la entidad ha venido enfrentado situación financiera difícil por multas y deudas.

Ahora, AMLO es Presidente de la República con una aprobación de alrededor del 67% en Oaxaca, entidad que visita frecuentemente y donde, como gobierno federal, ha desplegado una serie de acciones y programas. En consecuencia, Morena es el partido puntero, gracias también al fuerte activismo de la militancia morenista.

Quizá el PRI y su candidato a la gubernatura oaxaqueña tengan a su favor el pleito interno en Morena por la definición de la candidatura: La senadora Susana Harp sigue en su lucha por obtenerla por la vía jurisdiccional, y sus seguidores, molestos. ¿Y si no la obtiene? Ella ha dicho quedarse en el partido guinda, sus adeptos seguramente harán lo mismo.

Sin embargo, el voto pro-Susana ¿sería a favor de Salomón Jara? ¿O a favor de otra opción? ¿Cuántos votos podría quitarle ella a él?

Los votos que sean, los quiere y los necesita el PRI. Por eso “Alito”, estando en Oaxaca, habló de invitar a Susana a sumarse al abanderado priista. ¿Se sumará?

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