El beso del diablo (René) a la 4T

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No me ayudes compadre, debe estar resonando como eco en Palacio Nacional, luego de que René Bejarano, el defenestrado profesor de las ligas, dijo ayer que se identifica plenamente con el Presidente, “con las virtudes y defectos que tenga”.

O sea, Bejarano dice que no le importan los defectos que pudiera tener el Presidente, ¿pero alguien le ha preguntado al tabasqueño si él se identifica con el de las ligas, con todo y sus defectos?

Porque hay que recordar que cuando López Obrador se fortalecía en el Distrito Federal, donde en el 2000 llegó a ser jefe de Gobierno, el veterano profesor lo calificaba como un mesías tropical, mientras que el de Macuspana lo llamaba cacique del altiplano.

A pesar de esas diferencias, llegaron a trabajar juntos hasta que el escándalo de los videos que mostraron al entonces líder de la Asamblea Legislativa del DF recibiendo fajos de dólares del empresario Carlos Ahumada, pausó la relación.

Luego de caer en desgracia, y de permanecer escondido entre los rincones —como la muñeca fea de Cri-Cri—, Bejarano ha intentado en más de una ocasión resurgir. Con Marcelo Ebrard lo hizo a medias, pero después llegó Miguel Ángel Mancera y a través de Héctor Serrano lo borró.

Ahora que el Presidente abrió el debate por una investigación periodística, varios gobernadores de la 4T, a instancias de Claudia Sheinbaum, publicaron  desplegados de apoyo a su administración.

Y es precisamente en esta coyuntura donde el de las ligas busca colarse, saliendo como el paladín que defenderá el proyecto trasformador del gobierno, pero flaco favor le hace a ese proyecto, que lo que menos necesita es que lo liguen con estos personajes.

Ya es bastante con que gobernadores tan desacreditados como el veracruzano Cuitláhuac García y el morelense Cuauhtémoc Blanco se unan a la defensa del mandatario, como para todavía aguantar la adhesión pública de alguien como Bejarano.

Además, el que ha sostenido a sus compañeros cuando caen en desgracia —incluyendo al propio profesor— es López Obrador, y no al revés.

¿Qué les hace pensar que el Presidente está débil o que no es capaz de defenderse solo ante lo que él considera ataques del conservadurismo, si no es la primera vez que está en una situación similar?

Incluso, el mismo asunto por el que Bejarano fue encarcelado en 2004 fue mucho más complicado que el actual, y el tabasqueño no sólo salió airoso de ese tema, sino que, incluso, fue candidato a la Presidencia de la República.

Nadie critica que sus seguidores se solidaricen con él por lo que consideran calumnias y difamaciones, pero no se vale que personajes públicamente desacreditados se monten en la ola para llevar agua a su molino.

Si en serio quieren ayudar, que echen abajo los datos duros del reportaje del cual se quejan. Eso ayudaría mucho más, que lanzar declaraciones al aire para hacerse notar y ganar adeptos para sus propios fines.

La aparición de Bejarano es, sencillamente, un beso del diablo para la 4T.

 

CENTAVITOS

Cuanto drama en las palabras de la jefa de Gobierno sobre la decisión del INE, de que tanto ella como los gobernadores que firmaron un desplegado en apoyo al Presidente, bajaran de sus páginas el documento, por violar la veda electoral.

“El INE ha ordenado como medida cautelar borrar de las redes sociales la publicación del 13 de febrero. Pueden ordenar borrar un tuit, pero no pueden lograr que renuncie a mis convicciones”, escribió. ¿A poco pensó que el objetivo era ella?