Confianza: Un contexto de la propuesta de reforma electoral

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Marcela Maldonado Bodart

La realidad es dinámica y enfrenta su propia evolución, como es el caso del sistema electoral en México, a través de la actual propuesta de reforma, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados, el pasado 28 de abril. En la propuesta, nuevamente se pone sobre la mesa, y se cuestiona, el papel del Instituto Nacional Electoral (INE), dentro de los ejercicios democráticos en México, principalmente después del pasado proceso en el que se realizó el ejercicio de revocación de mandato, pero también en materia de la futura autoridad electoral, que será la encargada de dar legitimidad y transparencia en las próximas elecciones presidenciales en México de 2024.

Y es que, entre los objetivos de la propuesta de reforma, se plantea suprimir al INE para dar paso a la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), que fungirá como la única autoridad electoral, y que se integrará por ciudadanos, mismos que serán postulados por representantes de los poderes de la Unión, a fin de garantizar objetividad, confianza y transparencia, ya que serán independientes, tanto del poder político y partidista, pero también de las élites económicas.

Así, las instituciones electorales, entendidas como las instituciones encargadas de validar las transiciones políticas, otorgando garantías y seguridad en la transparencia del voto en los procesos electorales, han disminuido su nivel de confianza, durante los últimos años, en la región de América Latina. De acuerdo al Latinobarómetro (1), en la región se pasó de un nivel de confianza en la institución electoral del 46% en el año 2006, a uno de 31% para el año 2020. En México, la población que señaló tener “mucha confianza” en la institución electoral en el año 2006 representó un 20.7%, mientras que para el año 2020, este mismo sector, disminuyó representando únicamente el 8.4%.

Ahora bien, si consideramos los niveles de confianza que tienen las demás instituciones que apoyan, y dan soporte, en la formación de los sistemas democráticos (la iglesia, las fuerzas armadas, la policía, el presidente, gobierno, poder judicial, poder legislativo y partidos políticos), frente al nivel de confianza de la institución electoral (INE) en México, se tiene que en el año 2020, la iglesia fue la que registró el mayor nivel de confianza con un 53%, en el segundo lugar se identificó a las fuerzas armadas, en tercer lugar el presidente, y en el cuarto lugar el INE (2).

Desde este contexto, no cabe duda de que la confianza en las instituciones es importante. En México, a raíz de la famosa “caída del sistema” de 1988, se sentaron las bases para institucionalizar, y dar autonomía, a los procesos y autoridades electorales. Sin embargo, la libertad de la participación política de la ciudadanía, así como en la legitimización y toma de decisiones, dentro de estos mismos procesos político-electorales, ha estado muy limitada, incluso ha disminuido en los últimos años, limitando con ello derechos políticos y garantías civiles, pues principalmente son los partidos políticos, los que se apropian de los espacios de participación política, a pesar de que, curiosamente, son los que cuentan con el menor nivel de confianza de parte de la ciudadanía, tanto en México, como en toda la región de América Latina…¿Qué hacer?…

@marcelabodart

Notas:

  1. Latinobarómetro (2022). “Confianza en: La institución electoral del país”. Análisis Online. México, Número de Investigación 2020, Encuesta Latinobarómetro 2020 (base de datos), Corporación Latinobarómetro, Santiago, https://www.latinobarometro.org/latOnline.jsp
  2. Latinobarómetro (2021). Informe 2021. Adiós a Macondo. Corporación Latinobarómetro, Santiago, http://www.latinobarometro.org/latOnline.jsp