El PRI, difuminado; PAN en jugarretas; Morena en entredicho

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El 6 de junio ha sido algo muy alejado a un choque, a un estallido social postelectoral y eso habla de una ciudadanía madura, aunque también compradora de humo como la alianza Va por México, que al final fracasó en imponerse. No, no iban de modestos en las metas ni de perfil bajo los aliancistas como ahora pretenden decirlo los fallidos instigadores de aquella allí donde no ganaron. El financiamiento proveniente de Estados Unidos, la enloda. Y eso quede claro a todos. A ella y a sus miembros dejando al descubierto su cuestionable vocación democrática.

Morena se impuso de manera transversal, ganando 11 gubernaturas, barriendo a la alianza en Quintana Roo, arrinconando a pésimos gobernadores priistas como en Hidalgo y Oaxaca al ganarles el congreso local –sí, lástima que no se pudo a Del Mazo, para que le abrieran la puerta de salida al PRI en 2023 y echarlo en Edomex– pero además reduciendo al PRI a 4 gubernaturas, ¡lo nunca visto!, al perder la contienda por 15 de ellas. Sus apenas acaso 20 diputados federales y algo más será vergonzante como la herencia de Alito. El PRI sale derrotado, desfigurado, difuminado y esta vez cada vez más hundido. No le fue nada bien y hay que remacharlo por si alguien tuviera dudas. Reafirma 5 años de decadencia. Se fue al tercer sitio y eso no es sinónimo de éxito. El PRI es el gran perdedor de estas elecciones. Por cierto que a ver cómo explicarán los que se cansaron de decir que Hank Rhon ganaría cuando no encabezó ninguna encuesta y tampoco lo hizo la aliancista en Tlaxcala. ¿El PRI perdió porque se fueron a Morena? no, perdió por maleta. 8 estados lo echaron del gobierno. Y punto.

En cuanto al PAN conviene repasar las jugarretas jugadas al pueblo de México. Sí, del PAN. No sabemos si se trata de torpeza, exceso de soberbia o de pronta tontería atada al panismo o de plano son deliberadamente cometidas. Pintan para una mezcla de todo. El PAN no acaba de convencer y su alianza con el PRI en 2021 es tan reprobable como la inopinada condena de Fernández de Cevallos al coqueteo de López Obrador con el PRI. Pero si esa reciente alianza PRI-PAN es buena, la otra igual o ¿medimos con doble rasero o aplicando la ley del embudo? ¿solo aplican la ley del embudo, los panistas? El PAN dio respiración de boca a boca al PRI en estas elecciones y eso ha sido contraproducente y que no esperen por ello ni gratitud ni lealtad del PRI. Se merecen esa decepción por crédulos y por empoderarlo. Sin su ayuda, el PRI habría salido peor parado en esta votación y eso es reprobable y pone muy en entredicho al espíritu demócrata que presumen los panistas.

Donde los panistas pusieron candidato y ganaron por alianza,  atendiendo a los votos porcentuales por partido, entregarán parcelas de poder en ayuntamientos según cuántos votos el PRI aportó en apoyo. O sea que si el ciudadano creyó que votaba PAN en exclusiva, descubrirá que el PRI se cuela por la puerta trasera a reclamar lo que coludidos los panistas le deberán entregar como pago a su apoyo y viceversa. Eso no promete buenos resultados de gobierno y le da respiración artificial al PRI. Y el PAN lo sabe. El espectacular incremento de diputados federales panistas no se refleja en los congreso estatales para el PAN. Ganó dos pírricas gubernaturas perdiendo varios gobiernos de coalición como los que encabezaban en Baja California Sur y Nayarit, que no son buenas noticias.

Si da resonancia la derrota morenista en Ciudad de México, no debe de ocultar que Morena salió airosa en más de la mitad del país. Es burdo decir que alguna alcaldía de la capital genera más riqueza que un estado de la República ganado por Morena. Afirmarlo para minimizar esos triunfos es de una ceguera y un parroquialismo brutales, propio de ciudadanos ignorantes y no de capitalinos, como los que sostienen esa barrabasada. Aunque en realidad el PAN recupera parcelas que ya tenía en la capital como Azcapotzalco o Miguel Hidalgo, pero no necesariamente hay un aumento considerable en alcaldías. La toma del poder legislativo local también revela recuperación pero modesto aumento de presencia.

El PAN ha traicionado al pueblo de México si atendemos al mediocre cambio que supuso Fox. Hay historia. Lamentablemente, otro ejemplo nos lo da haber abandonado a Vázquez Mota apuntalando al PRI con tal de que en 2012 fuera el dique a López Obrador. Así eso implicara el desastroso regreso priista que resultó ser el sexenio 2012-18. Mismo caso en Estado de México, cuando en 2017 Vázquez Mota otra vez, no levantó ni con viagra. El PAN no la apuntaló y eternizó al PRI otra vez con tal de no dar paso al segundo lugar, Morena. Y ahora la alianza con el PRI en 2021. El PAN de haber echo un proyecto no la necesitaba –a juzgar por los resultados obtenidos y pese a Marko Cortés que no ayuda– y al PRI le da tiempo extra, pese al perjuicio que eso implica para el pueblo de México. Los ciudadanos no están obligados a  aplaudir todo cuanto haga el PAN ni sus alianzas.  Resulta chocante leer entre panistas que Morena ha ganado una ruta del Pacífico para ajustarse al crimen organizado. Dicho por quienes tienen Tamaulipas entregado a tal y encubriendo a Cabeza de Vaca y a Guanajuato en llamas. Ya nos dirán tales con cuáles pactaron. Es que el panismo abre la boca como si no gobernara y no tapa sus fracasos con declaraciones tontas.

En cuanto a Morena puede ostentar las 11 gubernaturas y los 20 congresos estatales que gana. No es menor y compensa en parte el retroceso en la Cámara de Diputados. Una que no detentará nadie en mayoría calificada. Nadie, no solo Morena. Y el fuego cruzado será la tónica o la parálisis legislativa, vigilada por el pueblo de México. Morena deberá replantear su estrategia de gobierno. No es de recibo admitir que se perdió en CDMX por rencillas internas. Eso es no poner el acento en errores de enormes deficiencias en las alcaldías capitalinas, empezando por los candidatos elegidos. Es evadir causas y no apuntar referencias. Allí donde perdió también deberá hacer examen de conciencia porque si bien es verdad que en muchos sitios perdió por nada, hay otros donde choca con la realidad. Perdió mucho tiempo en armar dirigencias y no se olvide que López señaló alejarse del partido para que creciera solo, cosa lógica porque sino es López, no tiene una figuras más posicionadas como no sean las mismas de siempre.

Sin embargo, la movilización de votantes, menos de la que se suponía que habría por el interés despertado en las elecciones, ha demostrado base popular a la Cuarta Transformación y al presidente. Y eso vale aunque sus adversarios lo desestimen. Pueden seguir apostando al insulto a Morena, pero sin propuestas, están condenados a extraviarse una y otra vez y a no imponerse.

Calderón y Peña fueron incapaces de cambiar un ápice frente a la derrota de las intermedias y los avisos que arrojaban. ¿Lo hará López Obrador ante los descalabros electorados sufridos? Solo que recuerde que los otros dos no vieron repetir a su partido en la presidencia y eso por no hacer cambios en pro de la gente. No vieron motivos para rectificar. ¿Los verá López? Urge que lo haga. Lo que viene es un replanteamiento de objetivos, la pandemia no parece un simple bache, el acercamiento con empresarios es necesario. Las elecciones fueron un forcejeo mostrando músculo y aconseja la reunión para ambos bandos. Que las elecciones acortaron distancia en números entre adversarios, es innegable, pero no los permitió imponerse en el Legislativo federal a los opositores. PAN y PRI han enfrentado a Morena en los niveles estatal y municipal sin tanto éxito y en el caso del Estado de México, el PRI fue ganando más rancherías que grandes ciudades y tendrá poder solo proporcional como pago de su alianza, pero no alcaldías relevantes para sí. Y perdió los bastiones de Antorcha Campesina. Con el PRI solo resta seguir arreándolo. Y a los ciudadanos empoderarse y sacarlo. Frente a 2024 Morena tiene por única ventaja hasta hoy no contar con un López Obrador opositor. Que la oposición no lo olvide.