Educación

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La educación no es un tema ni denso ni desechable. Es un mecanismo para que todos podamos cultivarnos, desarrollar habilidades, ampliar conocimientos, saber evaluar información, generar impulsos de superación.

De esto poco es la preocupación de las autoridades mexicanas. Basta revisar qué ocurre en el mundo y conversar con muchos personajes para equiparar eventos. Sin duda alguna la competencia académica está hoy en las universidades estadounidenses, la perfección tecnológica en Asia y la expresión cultural en Europa. América Latina ha sido rebasada y relegada por diferentes aspectos que van desde la economía, crecimiento del narco y crimen organizado, hasta la imposición de gobiernos populistas.

Los muchachos en Estados Unidos tienen el enorme privilegio de aprender, convivir y consolidar estrategias con los Premio Nobel. Para acceder a las universidades los jóvenes tienen que aprobar tres exámenes rigurosos antes del de conocimientos y vocación. Deben conocer la historia del país; es obligatorio estudiar y conocer su Constitución y leyes para respetar los códigos de convivencia; y por supuesto, excelencia en el manejo del inglés.

Los jóvenes asiáticos preparan cuadros de aprendizaje para que en menos de 10 años se conviertan en seres universales, manejando por lo menos tres idiomas, tecnología y redes virtuales, religión, economía y finanzas y, además, acostumbrarse a leer un libro por semana.

Los muchachos europeos tienen la libertad de transitar de un país a otro, saben que sus raíces ostentan estructura cultural, mantienen en su ADN la información de razas, son políglotas y para acceder a cualquier puesto o cargo público o en la vida privada deben presentar exámenes de evaluación, capacidad y talento.

La competencia entre ellos obliga a ser perfeccionistas y queda fuera de cualquier consideración quien sólo hable su lengua materna. Todo ciudadano comparte una historia estremecedora, desde haber sobrevivido a guerras atroces, hasta explorar la historia de importantes civilizaciones e imperios como los italianos, españoles, alemanes, belgas, daneses, griegos, británicos …en cada plática, libro, aula o exposición descansan sus argumentos en antepasados sabios, guerreros de excepción, duros conquistadores, formadores de generaciones.

Y si sáltanos a Medio Oriente nos enteramos que son capaces de convertir a los desiertos en espectaculares ciudades y que saben cómo y de qué manera administrar la riqueza y abundancia incrementando la calidad de vida y la dignidad social de sus pueblos. Son culturas destinadas y decididas a dominar. Tienen y mantienen en el poder a estadistas y visionarios.

Y todos lo que he mencionado sin excepción preguntan qué está ocurriendo en México. Afirman que en los últimos años sólo reciben noticias de enorme corrupción, desfalcos, narcotráfico, violencia y decadencia sociocultural. No entienden las políticas públicas actuales que atentan contra la naturaleza y avivan la multiplicación de tóxicos en el medio ambiente. Critican ferozmente a AMLO por su verborrea, inútil, cansada y repetitiva, en sus “mañaneras”. Hacen burla de sus pifias históricas y sus confusiones de hechos y personajes.

Ellos que han vivido la crueldad de guerras mundiales se extrañan cuando AMLO anda solicitando disculpas al Vaticano y a España por la conquista, pero guarda silencio ante los franceses y estadounidenses.

Estos jóvenes que manejan con pulcra habilidad a la tecnología no entienden la necedad del aeropuerto de Santa Lucía cuando en sus naciones una sola terminal de una sola línea aérea es más grande y operativa que el actual aeropuerto de la CDMX. Estos jóvenes que ha decidido incluso tener hijos entre razas distintas, observan cómo se atropellan los derechos humanos y se asesina a mujeres únicamente por ser mujeres.

Las preguntas sobre México, su política y su educación son muchas, pero algunas de ellas al saber los desplantes presidenciales sobre las estampitas milagrosas, el que las abuelitas sanciones a sus nietos crimínales o que enjuiciemos a expresidentes, cuestionan si no se tratan de explosiones de un pésimo bromista desmañanado. Así las cosas.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2