Accidente

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Gotas que huyen y plasman su huella como cicatrices

durazno podrido es mi cuerpo

mi voz

han quebrado hasta el último hueso al final de la avenida

es mi soplo una esperanza y mi cuerpo un sepelio

LEONVIEJO (Leonel Morgan) de El Reflejo del cactus

 

Mamá la sandía…

Y unas manos más dulces que la fruta le acercaban una rebanada.

El niño sonríe y come.

Mastica las negras semillas que luego escupe por todo el lugar.

Mamá más sandía…

Y la mamá llora como la jugosa fruta que parte y parte sin parar.

Pero es muy tarde,

cuando le acerca otra rebanada el niño ha cerrado los ojos.

La fiebre ha vencido

y la muerte lo comienza a arrullar.

@OSKRgcm
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