El ‘AMLITO’ del PRI

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En la reciente sesión de Consejo Político Nacional del Revolucionario Institucional, el presidente de este partido político, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) dijo: “¡Este es un momento de definición y necesitamos un PRI unido y a priistas comprometidos!” 

Y, sin embargo, en otra parte de su discurso mandó un mensaje nada favorecedor para la unidad interna al hablar de “lacayos”, “esbirros”, “esquiroles”; a éstos no se les permitirá empañar el trabajo del partido, que les ha dado todo y le pagan con división y traición.

Ups.

¿A quién se refirió de esa manera tan hiriente? ¿A Miguel Ángel Osorio Chong, porque días atrás suspendió la plenaria de los senadores priistas cuando a la misma llegó “Alito” sin invitación expresa?

Es evidente las diferencias entre ambos.

¿También se refirió a los cuadros priistas que impugnaron la reforma al estatuto de este partido, la cual abre la posibilidad de la permanecia de “Alito” al frente del Comité Nacional prácticamente un año más del periodo para el cual fue electo?

Alejandro Moreno no es claro.

Lo que sí es clarísimo es su afán de controlar y manipular a la militancia priista, la cual tiene el derecho de disentir, de expresarse y de impugnar las decisiones internas. Quizá no han guardado las formas, pero “Alito” tampoco.

En ese afán de control se parece mucho a AMLO.

Vaya, los priistas que no están de acuerdo con “Alito”, ¿están en contra de “Alito”? Los priistas “comprometidos”, ¿son aquellos que no discuten, ni impugnan, las decisiones del campechano? Ese ¿es el PRI unido que dice se necesita? Unidad ¿en torno a él y a su grupo?

Moreno Cárdenas al parecer quisiera aplicar la disciplina ciega al interior del Revolucionario Institucional como en la época de partido hegémonico.

Ahora ¿qué debe entender la militancia priista cuando él dice “este es un momento de definición”? ¿Qué quien no esté de acuedo puede irse del PRI?

Así no puede haber unidad interna.

El campechano trae un doble lenguaje. Porque también habla de haber una nueva etapa en el PRI, en la cual “se escucha y se respeta a la militancia”. ¿En serio? ¿Cómo? ¿Cuándo?

La oirá, pero no la escucha y menos hace caso. Por ejemplo, tras la dorrota en la mayoría de las seis gubernaduras 2022, oyó a un grupo de priistas que pedían su renuncia, pero solo les dio el ‘avión’. Tampoco escuchó a quienes manifestaron su desacuerdo con la reforma al estatuto para prolongar su periodo como presidente del Comité Nacional.

Y si no escucha a primeros cuadros, menos escuchará a la base priista y muchísimo menos a la ciudadanía que quisiera ver en el Revolucionario Institucional a un verdadero partido político, no el instrumento de poder de una élite política, en la cual también se encuentra el senador Osorio Chong.

DIÁLOGO 

Tras los desencuentos y los dimes y diretes entre Alejandro Moreno Cárdenas y el senador Miguel Ángel Osorio Chong, intentarán dialogar a propuesta de éste; el nueve de febrero, fecha fijada por “Alito”.

¿Y de qué van a dialogar?

Pues según Osorio Chong sobre cómo “establecer formas de interlocución y seguir afrontando los intentos de Morena y del gobierno de debilitar los contrapesos, violentar el Estado de derecho, minar (la) democracia.” 

¿Sí?  ¿No será más bien en cómo repartirse el pastel electoral 2024?

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