(Palabras garabateadas en el andén)
MI CIUDAD,
con mayúsculas,
con letras capitales como ella.
Toda escrita en altas:
altas esperanzas y angustias,
altas melancolías y alegrías.
Toda ella engalanada de castillos,
en el aire y en la tierra,
toda ella bordada de abismos y rascacielos.
MI CIUDAD,
que no alcanza un universo para contarla…
MI CIUDAD,
que cabe en el brillo de tus ojos cuando te emocionas…
Hay días como este que sólo hace falta mencionarla
para ser feliz.
Por un sendero olvidado caminaban dos hombres ciegos. De pronto uno de ellos lanzó la sentencia: “¿Y si…?”, algunos metros adelante le contesta su compañero: “¿Y si no…?”
A lo lejos la luna brillaba, como preguntando ¿por qué no?
@OSKRgcm
Te invito a escuchar mi podcast: El Tren sin pasajeros