Narco en Colombia sigue igual, con o sin ‘Otoniel’

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Narco en Colombia sigue igual, con o sin ‘Otoniel’
  • Líderes estos suelen ser reemplazados inmediatamente, incluso, más brutales que los anteriores, dicen analistas.
  • El Clan del Golfo es responsable de casi el 30 por ciento de toneladas de cocaína que salen de Colombia y caída de ‘Otoniel’ no se espera que modifiquen el escenario

 De acuerdo al análisis de expertos en temas de seguridad, la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, jefe del Clan del Golfo, ha sido celebrada en Colombia y calificada por el presidente Iván Duque como “el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en el país”, solo comparable con la caída de Pablo Escobar, sin embargo, está muy lejos de tratarse del final del Clan del Golfo.

Si bien sobre el capo colombiano hay más de 120 órdenes de captura y seis sentencias por homicidio agravado, reclutamiento de menores y narcotráfico, entre otros delitos, su cabeza, valuada en 5 millones de dólares por Estados Unidos, no es la pieza medular del narcotráfico Colombia.

Según Fernando Posada, politólogo de la Universidad de los Andes de Colombia, las capturas como la de “Otoniel” no son trascendentes “mientras Colombia siga teniendo una política de prohibición de drogas tan anacrónica y tan poco basada en la evidencia, y mientras la mitad del territorio sea zona rural donde la desigualdad es grande”,

“Lo hemos visto cuando Colombia entera celebró de la misma forma la caída de Pablo Escobar, o las extradiciones de Carlos Lehder y de los Rodríguez Orejuela. Pero estos suelen ser reemplazados inmediatamente por tres o cuatro líderes que terminan dispersando y llegando a ser, incluso, más brutales que los anteriores”, dice el politólogo colombiano.

El problema estructural y el espejo mexicano

Basado el análisis de la agencia estatal alemana DW, Diana Luna, especialista mexicana en relaciones internacionales y asesora para América Latina de la Fundación Friedrich Nauman, califica la captura de Duque un éxito momentáneo.

Lo anterior debido a que no significa el fin de la violencia del narcotráfico en Colombia. Es un caso similar al de México: “mientras haya problemas estructurales y no se creen más empleos dignos como alternativa en esas zonas, o solo se apueste por la militarización, el negocio del narcotráfico continuará”.

Como referencia inmediata, aseguró está la captura de ‘El Chapo’ Guzmán en México, el cual no ha significado el fin de la violencia causada por el narcotráfico. “Después de la captura de ‘El Chapo’ se vio una división dentro del cártel de Sinaloa y la búsqueda de nuevos líderes. Fue un momento difícil en Sinaloa, había mucho temor en la población. Sin lugar a dudas, esto se puede replicar en Colombia: asesinatos selectivos, ataques contra las Fuerzas Armadas y disputas entre otros grupos para asegurar su liderazgo”.

Cultivos de coca en aumento

El Clan del Golfo es responsable de casi el 30 por ciento de las toneladas de cocaína que salen de Colombia y mantiene el control de la frontera colombo-panameña, la ruta principal para el contrabando de cocaína hacia Estados Unidos. Después de cinco décadas de guerra antidrogas, que ha dejado decenas de miles de muertos entre policías, civiles y narcotraficantes, Colombia sigue siendo el principal exportador de cocaína del mundo.

Según datos del Gobierno estadounidense y de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, tras la muerte de Pablo Escobar, los cultivos de coca se quintuplicaron en Colombia, pasando de 50 mil hectáreas en 1995 a 245 mil hectáreas en 2020. Y, en contra de lo prometido, el presidente colombiano no ha logrado reanudar las fumigaciones con glifosato sobre los sembradíos de coca, que fueron suspendidas en 2015, ante riesgos para la salud y el medioambiente.

“Cada gobierno de turno capturó o dio de baja a al menos uno o dos jefes de grupos criminales, pero Duque tenía pocos resultados que mostrar. A un año de que termine su mandato, es cuestionado incluso por quienes le apoyaban. Esta captura no quiere decir ahora, de ninguna manera, que Colombia dejará de ser el mayor exportador de cocaína”, sostiene el politólogo Posada.