- Cualquier nueva agresión militar contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y un costo severo en respuesta, aseguraron.
- Los países de la Alianza Atlántica aseguraron que están “gravemente preocupados por la sustancial concentración militar rusa.
Como parte de continuo discurso durante días, los líderes de la Unión Europea (UE) advirtieron de nuevo a Rusia de que una nueva agresión contra su vecina Ucrania tendría “consecuencias masivas y un coste severo”, incluyendo sanciones coordinadas a nivel internacional.
“Cualquier nueva agresión militar contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y un coste severo en respuesta, incluidas medidas restrictivas coordinadas con socios”, recalcaron los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 en unas conclusiones aprobadas en su cumbre de hoy en Bruselas.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, había adelantado la necesidad de una “respuesta fuerte” junto a socios como la OTAN o el G7, pero más en concreto con Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido, “si hubiera una agresión militar contra Ucrania”.
El Consejo Europeo subrayó en sus conclusiones igualmente la “urgente necesidad” de que Rusia reduzca las tensiones causadas por la concentración militar a lo largo de su frontera con Ucrania, así como su “retórica agresiva”.
Además, reiteró su “pleno apoyo” a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
“El Consejo Europeo anima los esfuerzos diplomáticos y apoya al formato de Normandía para lograr la total aplicación de los acuerdos de Minsk”, agregaron los líderes, en referencia al marco de negociaciones por la paz en el este de Ucrania en el que participan ese país y Rusia, con Francia y Alemania como mediadores.
Los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios también se refirieron a Bielorrusia en sus conclusiones.
Condenaron “enérgicamente” la instrumentalización de migrantes y refugiados por parte del régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y “la crisis humanitaria que ha creado”.
Dejaron claro que la UE continuará “contrarrestando” el “ataque híbrido” lanzado por Bielorrusia con una “respuesta decidida”, abordando todas las dimensiones de la crisis de acuerdo con la legislación de la UE y las obligaciones internacionales, incluidos los derechos fundamentales.
En particular, los líderes comunitarios destacaron la importancia de proteger “eficazmente” las fronteras exteriores de la UE, incluso por medio de “reforzar el marco jurídico” de la UE; para ello, pidieron examinar la propuesta de la Comisión sobre medidas provisionales de emergencia.
Igualmente, instaron a combatir el contrabando y la trata y pidieron que se implementen “rápidamente” las medidas restrictivas contra Bielorrusa tras la reciente adopción del quito paquete de sanciones contra ese país.
Según dijeron, están “preparados para adoptar nuevas medidas según sea necesario”.
También abogaron por que las organizaciones internacionales puedan entrar en Bielorrusia a fin de intensificar el apoyo humanitario, y por que los migrantes que lo deseen puedan volver a sus países de forma voluntaria después de haber sido desplazados a Bielorrusia bajo los auspicios del régimen para fomentar su paso irregular por la frontera exterior de la UE, con idea de ejercer presión política.
El Consejo Europeo reiteró asimismo su llamamiento a la “liberación inmediata” de todos los presos políticos y al fin de la represión de la sociedad civil y los medios de comunicación independientes.
E insistió en el derecho democrático del pueblo bielorruso a “elegir a su presidente mediante elecciones nuevas, libres y justas”.
OTAN advierte a Rusia de “consecuencias masivas” si ataca a Ucrania
La OTAN aseguró que “una nueva agresión contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y acarreará un alto precio”.
En un comunicado, los países de la Alianza Atlántica aseguraron que están “gravemente preocupados por la sustancial concentración militar rusa, no provocada e injustificada en las fronteras de Ucrania” e hicieron un llamamiento a Rusia para una “desescalada inmediata” de la tensión con Kiev.
Los aliados incidieron en su apoyo a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y pidieron a Moscú que “retire” sus fuerzas en ese país.
Aseguraron también que la relación de la OTAN con Kiev “es una cuestión que atañe solo a Ucrania y los 30 aliados” y respaldaron el derecho de todos los países “a decidir su propio futuro y su política exterior, libre de interferencias externas”, en referencia a las demandas del Kremlin para que su exrepública no se una a la Alianza.
“Rechazamos cualquier intento de dividir la seguridad de la Alianza”, incidieron los miembros de la OTAN.
La organización militar dijo que está analizando “seriamente” las implicaciones que tiene para la Alianza la actual situación y aseguró que “siempre responderá de forma decidida” y llevará a cabo “todas las medidas necesarias” para garantizar la seguridad y la defensa de todos sus miembros.