Ni duda cabe que las magistradas y magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hacen malabares con la interpretación y argumentación jurídica; la aplican a modo según el interés de que se trate.
Eso quedó claro en la sesión de ayer donde, por mayoría de votos, revocaron la resolución del Instituto Nacional Electoral (INE) que ordenaba a los partidos políticos la paridad con la postulación de siete candidatas para las 15 gubernaturas en 2021, “al considerar que dicha autoridad se excedió en sus facultades, al violar el principio de reserva de ley.
No obstante, al final se resolvió vincular a los partidos políticos al cumplir con la paridad para las elecciones del próximo año de gubernaturas, pero cabe la duda en el cómo.
Ups. ¿No viene siendo lo mismo?
Pues ahí se enredaron; y tendrán que desenredarlo en base a la versión estenográfica de la sesión sobre todo en relación al sentido del voto de cada magistrado y cada magistrada, pues algunos votaron por “exhortar” y otros por “vincular” como fue el caso de Felipe de la Mata Pizaña.
Tan se enredaron que finalmente el magistrado presidente José Luis Vargas Valdés, al enunciar la vinculación de los partidos, tuvo que hacer hincapié en que ésta tiene que ser “armónica” con los tres solutivos previos.
¿Qué tal? De cierto modo seguirá siendo un misterio hasta en tanto no publiquen el engrose de la sentencia. Así no hay claridad del todo.
Incluso, en el comunicado se dice lo siguiente:
“Finalmente, acordaron vincular a los partidos políticos a que, en la medida de lo posible, en atención a sus disposiciones internas, en las elecciones del próximo 6 de junio, en lo que toca a la selección de sus candidaturas a las gubernaturas, y respetando el principio de paridad de género, postulen el mayor número de mujeres posible.”
Eso suena a exhorto, ¿no?
Como dijo la magistrada Janine Otálora Malassis: “A volver a los tiempos de ‘procurarán’”. O sea, a los tiempos de temor a los partidos, a los tiempos en que solo les era dable normas potestativas a ver si querían cumplirlas.
Qué pena.
Por cierto, por la mañana la magistrada Janine declaró que en el cuarto resolutivo de la sentencia se vincula a los partidos políticos. Ciertamente, así se desprende del sentido de la votación de cuatro magistrados.
Sin embargo, hasta que no se tenga el engrose no se tendrá claridad total, porque algunos magistrados tenían dudas.
En fin, que si las magistradas y los magistrados hubiesen aplicado el propio criterio de la Sala Superior, hubiesen favorecido la aplicación directa de la Constitución que manda la paridad en todo.
Más de dos magistrados, incluso, recordaron que la paridad de género en la postulación de candidaturas se ha venido construyendo a base de sentencias. Y también (aunque no lo dijeron) en base a resoluciones del INE sobre acciones afirmativas.
Entonces, ¿por qué ahora sacan el argumento de la falta de competencia de la autoridad electoral administrativa?
¿Será que sigue habiendo muchos ‘machos’ hasta en los órganos electorales?
En fin, lo que sí quedó clarísimo es que vinculan también a los Congresos federal y locales a legislar la paridad en gubernaturas subsiguientes.
MAGISTRADO MAJADERO
El magistrado Felipe Mata Pizaña de la Sala Superior del TEPJ en ocasiones llega a la majadería en plena sesión. Por ejemplo, ayer dijo en clara alusión a la magistrada Janine Otálora Malassis: “Si alguien en su proyecto de sentencia…”
Evidentemente, la magistrada se sintió aludida y le aclaró: “Ese alguien tiene un nombre, se llama Janine Otálora”.
Además la actitud del magistrado denota berrinche, como cuando un niño se encapricha con algo haciendo pucheros. Algo así como: Yo lo dije, yo lo dije, yo lo dije; así no es, así no es, así no es; hagan lo que quieran, hagan lo que quieran, hagan lo que quieran.
No guarda una actitud de mesura como el resto de magistrados y magistradas.
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