Ricardo:
Como la reina Isabel, reina, pero no gobierna. El gobierno federal lo ha ido estrangulando en su posición de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República. Le quitaron a su operadora financiera -senadora zacatecana- que ahora se la pasa masticando chicle en las sesiones legislativas. Le quitaron también los gastos de publicidad y manejo de medios. La apoteosis de su hoy trágica vida fue Coahuila, a donde asistió invitado como la cuarta corcholata de Morena. No hubo para él, gritos de “presidente… presidente”, sino una respuesta dura a su queja sobre el “piso parejo”.
El señor Bagre, que es de las huestes de Marcelo, lo colocó de inmediato en su lugar: lo regaño, lo acorraló, y el evento no resultó más que una trampa para responderle a Monreal y dejar a las tres corcholatas restantes, victoriosas y aclamadas por sus huestes, mientras el que se sentía “el cuarto de la cuarta” fue minimizado y repudiado.
Hoy, el líder de la JuCoPo deambula por el país, presentando uno de sus libros escrito por alguno de sus amanuenses. Lo hace de manera modesta, en reuniones con poco público, como un apestado del sistema político nacional.
En la Cámara de Senadores, la oposición a Morena lo usa para confrontarlo con los legisladores de su partido. Su presunción de demócrata y conciliador, se ha convertido tan solo en una forma de presumir un liderazgo que ya no ostenta.
Algunos medios de comunicación todavía lo cortejan, como un instrumento para golpear a Morena, lo que irrita profundamente al presidente de México, al que tanto ama Monreal, a pesar de que el titular del Ejecutivo Federal aprovecha las oportunidades que tiene a mano para denostarlo y refutarlo.
Hoy en día, Monreal y AMLO viven una situación tensa, que ya había ocurrido cuando Monreal fue bajado del caballo para la contienda por la Ciudad de México, en lo que significó el ascenso de Claudia Sheinbaum, la hoy corcholata mayor. Monreal explicó en su momento, que se dedicaría a escribir libros (cosa que no ha hecho jamás en su analfabeta vida), pues tiene un escribano desde Zacatecas, que ha vivido contratado por él durante años.
Monreal I vive su propia crisis política, con el rechazo y el desprecio de su propia bancada, y con la amenaza de que al romper con Morena (lo que ya hizo de facto) se llevará con él a 20 senadores. A fin de cuentas, no se llevará a ninguno, porque, no conocemos a nadie que esté pegado a la ubre y la rechace en situaciones como las que hoy vive nuestro país.
Ricardo es un líder de su grupo familiar. Desde luego, esto está provocando dificultades en Zacatecas para la obtención de fondos, o para la participación del presidente en eventos que son necesarios para el ejecutivo local. Decía el Abuelo Chilo “de ese dolor, ya no se levanta”.
Saul:
El junior de la familia es un político carismático, mesurado, cuidadoso, que heredó la sonrisa familiar -que le ayuda-. Trabaja mucho, pero su familia contribuyó a hacerlo presidente del municipio más peligroso de México: Fresnillo. Salió ganador de “la rifa del tigre”.
El municipio tiene siglos de sostener la economía del estado de Zacatecas. Tiene algunas de las minas más antiguas, que siguen operando. Pero mágicamente aparecieron los narcos con un protagonismo inusitado. Gran cantidad de muertos de todas las edades, se han vuelto asunto cotidiano. El cobro a los comerciantes por el “derecho de piso”, está a la orden del día. La violencia es permanente y hace aparecer a este municipio en la primera plana de noticieros y diarios. Saúl vive escondido de los medios nacionales de comunicación, que son los que más alharaca provocan.
Saúl vive acotado, aspirando a ser gobernador, lo que prácticamente será imposible, pues ya no hay padrino en México, y con su hermano David tiene muchas diferencias que no se pueden ocultar, pues son del dominio público. Más que hermanos solidarios, parecen Caín y Abel.
El mismo equipo de los 14 hermanos está dividido, y hay diferencias hasta en los matrimonios, pues incluso algunas de las esposas tienen aspiraciones por puestos federales y locales. La familia Monreal se desmorona por el cisma del Senado y por la lucha de protagonismo entre los hermanos y los miembros extendidos del cónclave.
El Rey David:
Su ascenso no fue fácil en su tercer intento a gobernador. Sin embargo, la libró con dificultades y con el rechazo de la aristocracia zacatecana, de los intelectuales y de los miembros de la alianza de los partidos opositores.
Sin embargo, en esta ocasión nunca perdió ninguna encuesta de las conocidas o identificadas como “serias” y logró hacerse con la victoria con municipios divididos y la Cámara de Diputados con equilibrios pobres.
Se confrontó con la prensa local, acusándola de que los dos gobiernos anteriores de Tello y Alonso, aportaban hasta millón y medio por día a los miembros de los medios. Según la denuncia, 45 millones de pesos al mes -más de 500 millones de pesos al año- se destinaban a lustrar imágenes poco honrosas y a enchular gobiernos turbios.
Esta etapa de confrontación de David con sus gobernados y con los legisladores, no ha sido superada. Continúa. Sin embargo, su equipo encontró una alternativa promocional extraña, pero que está funcionando parcialmente: el gobernador visita comunidades de manera permanente, regalando espejos, sillas de ruedas, bombas… cualquier artículo barato que se pueda masificar en las visitas. Tiene un sistema informativo cautivo, donde se le observa siempre entregando diplomas por cualquier motivo, coronando princesas o reinas…. Y no para en sus visitas de pueblos y comunidades. Parece que no se da cuenta de que esto no es gobernar. Es como una época decembrina adelantada donde se regalan sonrisas. Lo acompaña siempre la representante real del gobierno federal en el Estado y se rodea de algunos alcaldes como el de Guadalupe, que oferta por su parte espectáculos boxísticos o cantantes, y ahora tiene un camión de la basura gigantesco que hasta él mismo maneja, para presumir que la basura ya no es una actividad de la alcaldía, sino de él, sus amigos y su familia.
Existen municipios como Tabasco, donde el esmirriado presupuesto no permite grandes eventos, pero aquí el alcalde está ofreciendo cursos de costura, punto de cruz y tru-tru y volviendo a coronar a las reinas de hace 20 años. Le gusta asistir a cualquier peregrinación. Se ha convertido en un chalán del presidente municipal de Guadalupe (quien presume que él lo impuso) y este hermoso municipio, donde nacieron los hermanos Magdaleno, tienen hoy por hoy, un gobierno chatarra.
David tendrá la dificultad de gobernar sin dinero. Obviamente se lo han recortado ya. Pero gobernará también sin el hermano mayor. Tendrá, además, que evadir las confrontaciones familiares y, desde luego, enfrentará una oposición que sólo espera el momento para dar el zarpazo y convertir al gobierno de Zacatecas en una entidad aun más frágil, con las fracturas del Monrealismo que se resquebraja a pedazos mientras se despide del poder político estatal.