El cambio climático castiga a Europa

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Las elevadas temperaturas están dejando un panorama desolador en España y en toda Europa, nada más los incendios forestales han arrasado 790 mil hectáreas en la Unión Europea (UE) el 46% corresponden a todo lo quemado en el país ibérico.

António Guterres, titular de Naciones Unidas, habla de “suicidio colectivo” tras replicar a las grandes potencias que la acción contra el cambio climático sigue sin contar con esfuerzos serios a fin de hacer todo lo posible por evitar que la temperatura global aumente a 2 grados centígrados y cumplir con las barreras impuestas por el Acuerdo de París de limitar dicha subida a 1.5 grados.

Los expertos advierten de riesgos de extinción de especies vegetales, animales y también de mortandad en los seres humanos; y de profundas transformaciones en los usos y costumbres de las personas porque la desaparición de las cuatro estaciones del año para dejar solo dos extremas: o frío o calor abrirán paso a la necesidad de habituarse ante las inclemencias.

Este verano va a recordarse por mucho tiempo en las ciudades europeas ubicadas en el Mediterráneo (Italia ha llegado a los 42 grados) pero también en aquellas más al norte con temperaturas tradicionalmente más suaves que han brillado por su ausencia en los meses de julio y de agosto. En Ginebra, los termómetros han llegado a los 39 grados, dejando marchitas las flores del Horloge fleurie símbolo de la ciudad suiza.

En Lincolnshire, Reino Unido, la temperatura récord fue de 40.3 grados y Londres ha pasado varios días a 40 grados, atrás queda una ciudad de llovizna eterna, neblina y media penumbra.

Galicia otra región fresquita,  en Orense se ha marcado otro máximo histórico con varios días a 44 grados; un calor infernal más bien típico del sur de España –de ciudades como Córdoba– que propias del noroeste de la península ibérica. Galicia es famosa por sus constantes lluvias y clima de entre 20 a 23 grados.

Los estudiosos del clima hablan de temperaturas que han llegado para quedarse y de la irresponsabilidad de los gobiernos por no tomar a tiempo las medidas para mitigar los efectos nocivos derivados de la industrialización y de las actividades de los seres humanos como generadores de gases contaminantes que afectan a la atmósfera.

Petteri Taalas, secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM, por sus siglas en inglés), señala que sin el cambio climático causado por el hombre las temperaturas de 40 grados en Reino Unido “habrían sido extremadamente improbables” pero ahora son una realidad y no precisamente pasajera porque estarán presentes por lo menos hasta 2060.

“En el futuro este tipo de olas de calor van a ser normales. Veremos extremos más fuertes. Hemos bombeado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará durante décadas. No hemos podido reducir nuestras emisiones a nivel mundial”, declaró Taalas en rueda de prensa.

Dedicado al tema del clima y de su impacto en la vida de los ecosistemas y los seres humanos, Taalas dijo que esperaba que ante la situación actual suceda una llamada de atención para los gobiernos con un impacto electoral en los países democráticos.

Cuando suben las temperaturas mínimas y también se elevan las temperaturas máximas hay consecuencias en la salud del ser humano sobre todo en personas mayores, niños, recién nacidos y  enfermos con determinadas patologías e inmunodeprimidos.

De acuerdo con el Instituto de Salud Carlos III en Madrid, en España han fallecido en datos preliminares –en julio pasado– dos mil 200 personas afectadas por golpes de calor. En solo un día, el 19 de julio, murieron 184 personas por este trastorno y no solo exclusivamente personas mayores también trabajadores cuya actividad se realiza a la intemperie desde obreros hasta encargados de la limpieza de las calles.

 

A COLACIÓN

Si bien la ministra de Sanidad de España, Carolina Darias, pide prudencia para interpretar los datos de los fallecimientos dado que “algunas son meras estimaciones” las autoridades sanitarias no saben explicar el exceso de mortandad registrado en el mes de julio con 9 mil 687 decesos más de lo esperado que supuestamente no son personas afectadas por coronavirus. En dicho mes, Sanidad tiene reportados 1 mil 872 fallecidos por Covid-19.

En las personas se produce un estrés térmico derivado de esa sensación de intensidad de los rayos del sol sobre del cuerpo humano que lo descompensa rápidamente.

La OMM señala que las olas de calor durante el apogeo del verano representan un riesgo sustancial para la salud humana y son potencialmente letales.

La amenaza es real y el cambio climático también mata. Hace unos días, preguntado al respecto de la intensa ola de calor en Europa, Taalas declaró que hay un 40% de probabilidades de que “la temperatura global media anual alcance temporalmente los 1.5 grados Celsius” por encima de los niveles preindustriales en al menos uno de los próximos cinco años.

@claudialunapale