Los restauranteros ya se rebelaron y con justa razón. El gobierno de manera cotidiana miente, engaña y juega a las encuestas mientras la población sufre pandemias y crisis económica. El pasado 4 de marzo AMLO declaró que no había porque preocuparnos, que saliéramos a las calles a abrazarnos. Meses después la Jefa de Gobierno no se definía en sus políticas y se dio a la tarea de matizar los colores del semáforo sanitario. Un naranja límite, otra menos límite, un naranja tenue, otra más intenso.
Cierre de empresas mientras el ambulantaje a todo lo que da y no por permitir recursos económicos a familias vulnerables sino porque conservan un amplísimo negocio con los líderes que sobornan, chantajean y pasan sus cuotas a los funcionarios. Cobran derecho de piso igual que el crimen organizado y lo mismo ocurre con el transporte público que hace lo que la gana le da.
No tienen empeño ni autoridad de corregir las cosas, eso si ambiciones extremas por el enriquecimiento fácil. Muchísima gente ya no vive, sobrevive a las condiciones ridículas que impone el gobierno. Este lunes se cumple un año de que se confirmará el primer caso de coronavirus en China. Ya van más de dos millones de fallecimientos en el mundo y aquí el presidente lejos de tomar acciones preventivos presume al igual que López/Gatell que les estorba el cubrebocas y que no respetan la sana distancia. Con una ironía insultante, AMLO manifiesta que López/Gatell es de los mejores del mundo pero su sombra ya cubre cerca de los 140 mil muertos.
Sheinbaum a esto dice que “hay que quitarle un poco el dramatismo”. Por esas torpes declaraciones la población se rebela, se inconforma. Estamos al 91% de camas ocupadas en un registro sin procedentes pero la solución es estrangular a las pequeñas y medianas empresas. He platicado con infinidad de meseros, de garroteros, cocineros y empresarios y han incrementado sus medidas sanitarias, aún sin ingresos pagan impuestos, cubren la renta, estiran la nómina y llegan inspectores a cerrarles bajo advertencia de sanciones legales pero enfrente, justo enfrente el que vende tacos de canasta, los chicharroneros, las fritangas y ninguno cumpliendo con preventivos.
Los sitios más abundantes del comercio informal está frente a los los hospitales y a las puertas de las oficinas del gobierno. Pero presumimos al mundo que Lopez/Gatell está de vacaciones porque su trabajo “es muy absorbente” pero hay enormes grupos de personas desempleadas.
AMLO defiende la apatía e incompetencia de sus funcionarios en tanto mexicanos por miles mueren con serias advertencias de organismos internacionales por nuestras tibiezas. Que estos burócratas se asomen a las salas de espera de los hospitales para que observen la tragedia humana que ellos mismos están provocando. Hoy el oxígeno, materia prima para vivir para los contagiados ya es motivo de mercado negro. Entiendan, esta no debe ser campaña electoral para la 4aT, hoy, hay testimonios, la gente está muriendo en la calle porque no hay instalaciones suficientes para atenderlos.
Hay también insuficiencia de ambulancias y desabasto de medicamentos. Las vacunas que presume Ebrard no son ni de cerca las necesarias. Los que ignoran protocolos son ignorantes. Pero quien permite muertes por omisión, negligencia o soberbia rayan en comportamientos crimínales.
Ni actos autoritarios ni trivialidades baratas para evitarlo el país cuenta con científicos, con académicos, con expertos, con sabios, pero estos, todos, son menospreciados porque hay que salir a “abrazarnos”. México es líder en muertes de profesionales del sector salud y AMLO está preocupado por quitar autonomía al INAI y al IFE, de eso depende controlar las elecciones de este año. .0.68% de la población nacional apenas ha sido vacunada. “Abrimos o morimos” es el sello de rebeldía de los restauranteros. El personal de gastronomía necesita dinero para comer, cumplir sus compromisos pero más aún medicamentos para sus enfermos.
Por ello algunos jóvenes frente a la catedral dieron el cacerolazo. Sheinbaum sólo dijo que “ellos quieren una fotografía y no se las vamos a dar”. Pero la fotografía se la ganó Sheinbaum con el incendio que dejó paralizado al sistema de transporte más importante del país, el Metro. Su solución: trepar, así, trepar a la gente en camionetas improvisadas o saturar de usuarios a los pocos camiones que intentan satisfacer la demanda.
Aun no queda claro el “accidente” (11 de marzo del 2020 en Tacubaya) en el subterráneo del sistema en esta misma administración de la CDMX y ya no tiene demagogia para tapar sus errores.Así no se responde, así no se actúa y más cuando en su biografía presumen su activismo para defender a los pobres y contra gobiernos represores. La gente, la población, se está cansando de tanta mentira, de tanto desprecio, de tanto daño con un ejercicio insano de austeridad.
De miles de millones de pesos que dice AMLO se han ahorrado para beneficio de la nación, ninguna derrama se ha registrado salvo las dádivas que les avientan a los necesitados que los intentan volver incondicionales a sus intereses políticos. Lo que està ocurriendo con sus reducidas letras pero fuerza en su sentido es: CAOS.
Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2