Nuevamente la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM se coloca a la vanguardia para con absoluta libertad revalorar los riesgos del periodismo actual. Se lleva a cabo el Segundo Encuentro Nacional de Periodistas. Las platicas se dan en un ambiente doloroso, mortífero. Bien lo dijo Rodolfo Montes “allá afuera nos están cazando y nos arrojan en bolsas. Los autores intelectuales se esconden en sus madrigueras. Nuestros asesinos son también capos del narcotráfico”.
Los periodistas están, estamos, en la resistencia y en la trinchara.
Somos un gremio incompleto y necesitamos abrazos colectivos y de supervivencia. Hay que luchar por despertar de esta pesadilla. El maestro universitario Jorge Meléndez expresó: “la UNAM es el sitio natural para las batallas ideológicas, no batallas campales. Las autoridades todas hablan mucho y no resuelven nada. No hay que engañarnos, somos un peón del narcotráfico, pero no bajaremos la guardia hasta el último aliento”.
Pedro Cárdenas de Articulo 19 afirmó que “Cada 14 horas un periodista o un medio de comunicación es agredido. Una de cada tres amenazas es a través de las redes sociales”. Hoy la violencia se justifica desde el más alto poder. Las cifras sobre los ataques, tortura, desaparición o asesinatos de periodistas son muy engañosas pero el 98% de las denuncias presentadas se mantienen en la más cruda impunidad.
En este foro periodistas en activo y en formación buscan un encuentro de convicciones para llamar la atención de la sociedad en su conjunto para elevar el nivel de información y opinión de lo que ocurre en el país. No hay políticas estructurales e integrales para la protección de los periodistas.
Somos sólo una especie de narrativa, un reclamo permanente para salvaguardar a la libre expresión. Pero aún así vivimos en una simulación por carecen de una visión para frenar la violencia contra los comunicadores.
Los atentados contra periodistas si mantienen elementos específicos por el servicio que brindan. Si no se reconoce esta primera plataforma el nudo continuará. México hoy es el país en donde más se desaparecen y matan a periodistas en el mundo. Se debe entender que gran parte de la democracia descansa en la labor informativa.
El periodismo es víctima de las estructuras de corrosión del Estado. Desde las propias oficinas de la Secretaría de Gobernación se ha aceptado que los principales agresores contra periodistas son las mismas autoridades en sus tres niveles de gobierno, pero también se sabe que los ejecutores, los verdugos, son sicarios del crimen organizado.
La radiografía es muy clara. El poder es corrupto, con fuerza propia y recursos económicos para silenciar a la prensa. Y no hay por el momento voluntad política para resolver este conflicto porque son ellos mismos los que ordenan el debilitamiento de la prensa. Desde hace cuatro años las acusaciones, la descalificación se ha generado principalmente desde Palacio Nacional. Hay estimaciones que este año, cómo nunca, las mañaneras han sido el foro recurrente para desacreditar el trabajo de columnistas, reporteros, investigadores y medios de comunicación.
Es evidente que las fiscalías y los mecanismos de protección a los periodistas no funcionan, no quieren que funcionen, ejemplo claro en los episodios oscuros es Veracruz. Debemos dejar de creer que el periodismo es un gremio abandonado. No hay sociedad que acompañe a los periodistas. Hay que generar solidaridad y memoria y conciencia colectiva.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla
