Pésima señal para los inversionistas y para todos. De por sí.
Apenas terminó la ominosa etapa de la pandemia en la que los apoyos ficales a las empresas brillaron por su ausencia (1.6 millones de negocios mexicanos habrían cerrado en forma definitiva, según reportes del @INEGI_informa) y ahora le recetan al sector privado una de las peores señales que puede enviar un gobierno, que la seguridad jurídica está pegada con chicle.
En este negro episodio que echó por la borda el compromiso presidencial de que no habría expropiaciones, se repite la penosa fórmula Iodex: el trancazo de la “ocupación temporal” en las instalaciones Ferrosur y, la sobadita, el visto bueno para que Germán Larrea adquiera Banamex.
¿En qué cabeza cabe que se despoje a un sector de su infraestructura para hacer cómo que se cumple con una promesa de gobierno?
Las consecuencias son difíciles de calcular, pues no sólo se trata de las pérdidas de la empresa afectada, sino que alimenta la incertidumbre económica, letal para cualquier inversión.
Que entre el Presidente y el dueño del Grupo México existen diferencias personales o ideológicas, es cosa suya, nada justifica abrirle la puerta a lo que hacen las autarquías.
Que la “ocupación temporal” de Ferrosur no es una expropiación, dicen en el Palacio de Cobián, entonces, ¿cuándo un pato grazna como pato, camina como pato, es un gorrión?
Más allá del comunicado del Grupo México que dio cuenta de la ocupación de las fuerzas armadas en las instalaciones de Ferrosur, los representantes del sector privado se tardaron en responder.
El Consejo Coordinador Empresarial respondió muchas horas después en un tono suavecito, por decir lo menos, en el que le recuerdan al Presidente que han cooperado en todo y que están abiertos al diálogo, pero que les avisen, ´para anticipar con certidumbre las mejores definiciones de autoridad´. Que les avisen, pues. La Coparmex, Canacintra y el Consejo Mexicano de Negocios tardaron más en asimilarlo.
Han pasado casi cinco años desde que se supo del nuevo plan que desempolvaría el muy viejo proyecto del Corredor Transístmico, “columna vertebral” del desarrollo del sureste del país, ¿dónde hemos oído eso? Y como falta casi nada para que termine este sexenio, existe la sospecha de que a alguien se le ocurrió ocupar la infraestructura de Ferrosur para hacer cómo qué se avanza.
El paquete original de la 4T del Corredor Interoceánico incluye desarrollar 340 kilómetros de vía férrea entre Minatitlán y Salina Cruz, corregir curvas y pendientes para aumentar la velocidad de los trenes de 40 a 60 y 80 kilómetros por hora. Promete la ampliación de los puertos en el Golfo y en el Pacífico para recibir los buques de carga, además de darle una manita de gato a la carretera MEX-185 y la construcción de una nueva autopista a lo largo del corredor. Ah, además de la rehabilitación de las refinerías de Minatitlán y Salina Cruz.
Imposible que lo terminen en este sexenio, aunque sea sobre los huesos de Ferrosur.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Rosa Icela Rodríguez quedó en la primera línea de las corcholatas para competir por la jefatura del gobierno de la CDMX y sustituir, con su bendición, a #EsClaudia.
A pesar de que algunos delegados sindicales del @GobCDMX se quejaron de que la instrucción fue de ´coopelan o cuello´, apechugaron.
El punto es que a Rosa Icela le dejan una ciudad que su partido podría perder en 2024.
2.- A ver qué hacen con Alejandro Armenta Mier, presidente del Senado, pues espera la candidatura para el gobierno de Puebla como pago a sus lealtades. Lo malo es que su primo, el también ex priista Ignacio Mier Velazco, pastor de los diputados de la 4T, quiere lo mismo.
3.- Y no, no pasó de noche el misógino tuit del subsecretario de la @SENER_mx, @SergioSaldanaZ, quien opta por el linchamiento y el odio ante la carencia de argumentos. Lo borró, pero dejó huella.
4.- El Colegio Nacional @ColegioNal_mx sigue de fiesta, conmemorando 80 años de mantener viva la gran frase del filósofo mexicano Antonio Caso, ´Libertad por el saber´.
Sin duda, El Colegio Nacional es un oasis para el espíritu que sacia nuestras necesidades de conocimiento, es un espejo en el que podemos ver nuestra identidad, nos ayuda a comprender nuestro pasado, nos ubica en el presente y nos prepara para el futuro.
Y esta tarea la han cumplido a cabalidad Mariano Azuela, Antonio Caso, José Clemente Orozco, Diego Rivera, José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Octavio Paz, Daniel Cosío Villegas, José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes, Miguel León Portilla, Eduardo Matos Moctezuma, Luis Villoro, Pablo González Casanova, Antonio Lazcano, Leonardo López Luján, José Ramón Cosío, Julia Carabias, Beatriz de la Fuente, Linda Manzanilla, Concepción Company y María Elena Medina Mora. Y por supuesto Javier Garcíadiego, Claudio Lomnitz y muchos otros pensadores de todos los tiempos.
Y sorpréndase, a sus 80 años el @ColegioNal_mx está a la vanguardia de la tecnología, tanto que uno de sus integrantes es especialista en Inteligencia Artificial.
Quienes aprendemos de estos ´grandísim@s mexican@s´ somos afortunados.