En la lucha por la candidatura presidencial de Morena concursan dos oriundos del sureste mexicano: el tabasqueño Adán Augusto López Hernández y el chiapaneco Manuel Velasco Coello; otro más, el yucateco Mauricio Vila, se ha bajado del barco. Importa precisar la oriundez porque en 2018 la región se volcó por Andrés Manuel López Obrador, que ganó la Presidencia con el concurso masivo de los sureños.
Gobernador con licencia de Tabasco, ex secretario de Gobernación hasta hace poco, Adán Augusto es la corcholata lopezobradorista en la tercera posición, superado por Claudia Sheinbaum Pardo y Marcelo Ebrard, que se están disputando la punta palmo a palmo: en los trackings diarios a veces uno aparece en primer lugar, y al día siguiente el otro.
¿El tabasqueño López Hernández podría ser el hombre del sureste que venga a representar a la región para sacarla de su atolladero (excepto Yucatán) en el próximo sexenio?
A primera vista la respuesta podría ser que sí: se le identifica con el presidente López Obrador y, como marca, su partido es poderoso merced a la popularidad de su principal figura.
Sin embargo, encuestadoras de prestigio han encontrado que la corcholata tabasqueña no puntea en su entidad.
Enkoll, por ejemplo, encuentra la sorpresa de que el ex secretario de Gobernación no encabeza las preferencias en su propio estado, pues si bien es conocido por el 81 % de sus paisanos, enfrenta un rechazo de -18 % en el balance de opinión (resta entre el porcentaje que opina bien de él y el puntaje que opina mal), lo que la encuestadora considera que puede explicarse como un castigo del electorado por haber abandonado la Quinta Grijalva.
Lo que pasa en Zacatecas hace entender esa ecuación política. En la entidad natal de Ricardo Monreal este se ubica con el 29 % de las preferencias. Allá el senador con licencia supera a Claudia y a Marcelo. En todo el país, empero, el zacatecano se encuentra desfondado en el cuarto sitio.
De tal manera que en la tierra del Presidente la ex jefa de gobierno capitalino tiene una aceptación de alrededor del 50 % y el apoyo a Marcelo Ebrard ronda en 28 %, mientras Adán Augusto cae al tercer sitio, en una calca de lo que le acontece a nivel nacional.
En Tabasco se ha tratado de justificar la caída del ex titular de la oficina de Bucareli con el argumento de la campaña negra que le ha desatado la corriente morenista que apoya a Sheinbaum, y que es capitaneada por los directores de Fonatur y Pemex, Javier May y Octavio Romero, respectivamente.
Además, en su tierra es donde su hermano AMLO logra la mayor aprobación con 80 %, si bien el gobernador interino, Carlos Manuel Merino Campos, enfrenta un rechazo que fluctúa en 65 %.
Con todos esos números que no favorecen a López Hernández la pregunta que salta es si el ex gobernador de Chiapas que es esposo de Anahí puede posicionarse en el sur.
Velasco Coello fue el último en anotarse en el grupo de corcholatas que van por la candidatura presidencial del vinotinto, y ya escaló al cuarto sitio ubicándose por encima de Monreal y del diputado del PT Gerardo Fernández Noroña.
En el tracking o seguimiento diario de esta semana puede verse que ya El Güero ha alcanzado los 13 puntos, lo que muestra un crecimiento exponencial al haber superado con holgura a Monreal y a Noroña para acercarse al tercer sitio de Adán Augusto.
Cuando arrancó esta sucesión adelantada, se pensó en López Hernández y en el gobernador de Yucatán, el panista Mauricio Vila, como los representantes de la región.
Vila ya dijo se queda a terminar su gestión, una de las mejor calificadas del país, por cierto, por lo que el tabasqueño aparece como único representante del área, con el agregado de que los votos de los naturales del sur también los pudiere disputar el chiapaneco.
¿Podrá ganar la Presidencia el esposo de la famosa Anahí? Lo más probable es que no, pero de lo que no cabe duda es que terminará el hándicap vinotinto convertido en un actor de relevancia porque su postura servirá para cohonestar el proceso.
Además, los 13 puntos de su cuarto lugar los ha logrado sin hacer precampaña como Claudia, Marcelo y Adán Augusto.
