La senadora Xóchitl Gálvez Ruiz capitalizó políticamente la negativa de permitirle acceder a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador para ejercer su derecho de réplica; convirtió la adversidad en oportunidad electoral rumbo al 2024.
En video subido a redes sociales, la hidalguense emitió un mensaje en el cual arropó los programas sociales del gobierno de la Cuarta Transformación, incluyó los extintos, y habló con el lenguaje que toca las fibras más sensibles de la población de escasos recursos económicos.
Prácticamente el mismo lenguaje de Morena, pero con sello propio.
Dijo:
“Hace dos semanas estuve aquí con la orden de un juez para ejercer mi derecho de réplica. Porque el Presidente mintió.
“Yo nunca dije que había que quitarle los programas sociales a los adultos mayores. ¿Cómo creen que yo voy a quitar esa pensión?, si mi abuela murió tirada en un petate por falta de atención médica.
“¿Ustedes creen que voy a quitar la beca a Jóvenes Construyendo el Futuro?, si gracias a una beca de la Facultad de Ingeniería yo pude aprender a programar y conseguir un mejor empleo.
“¿Cómo creen que podría quitar la beca Benito Juárez para los niños?, si a esa edad yo tenía que vender gelatinas para ayudar a mi familia.
¡Estoy convencida que los programas sociales son absolutamente indispensables! Por eso voté a favor para que estuvieran en la Constitución. Los mexicanos merecen más.
“Los adultos mayores merecen que además de la pensión tengan medicamentos, prótesis dentales, anteojos, que tengan atención médica de calidad.
“Que los jóvenes, además de su beca, aprendan a programar, tengan habilidades digitales, tengan competencias laborales, aprendan un idioma; eso les va a permitir conseguir un mejor empleo o emprender su propio negocio.
“Que los niños tengan de nuevo sus escuelas de tiempo completo y sus estancias infantiles, que tengan sus vacunas, una buena alimentación, que aprendan inglés, que aprendan computación, pero sobre todo que si se enferman tengan su tratamiento contra el cáncer.
“Eso es lo que yo quería decirle al Presidente. Pero al cerrarme la puerta, miles de mexicanos me abrieron la suya. Entendí un poderoso mensaje: Que la puerta de Palacio Nacional solo se abre de afuera hacia adentro. Por eso vamos a abrir esa puerta para millones de mexicanas y mexicanos.
“Desde aquí les digo, voy a ser la próxima presidenta de México. Si ustedes van, yo voy.”
Con ese lenguaje, con esa actitud decidida, con ese arrojo de debatir y rebatir al mismo Presidente de la República, la senadora Xóchitl Gálvez quizá represente la opción esperada por la ciudadanía; quien sabe si la ideal, pero sí la mejor entre el resto de las ‘corcholatas’ del pretendido Frente Amplio por México o alianza Va por México.
Con ella ocurre algo similar cuando Vicente Fox Quesada rompió con el esquema del político tradicional, al cual en campaña le funcionó muy bien usar un lenguaje común, por ejemplo para referirse al combate a la corrupción con su frase de “aplastar a las alimañas, tepocatas y víboras prietas”.
(Lástima que al final haya decepcionado).
En fin, a Xóchitl le ayuda su perfil algo ciudadano. Por cierto, ni en este video, ni en otros, menciona a Acción Nacional, partido político con el cual se le identifica y de cuya fracción forma parte en el Senado de la República.
En otro video, ella dice: “Soy una cabrona; decía mi papá: Cabrona y media. Jajaja. ¿A qué aspiraba yo cuando era niña? A sacar de mi madre de la pobreza y de la violencia…Yo no trabajo por consigna, trabajo por conciencia”.
Es un lenguaje que pega, que jala, en todas los sectores sociales. Y que Xóchitl conoce, porque después de haber vivido en condiciones precarias (según narró en su video frente a Palacio Nacional) transitó a la clase media alta, se formó como Ingeniera en Computación por la UNAM con varias especialidades (robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía), en 1992 fundó la empresa High Tech Services, y en 1994 recibió el Premio a la Empresaria del Año.
Y es la única de todas las “corcholatas” del pretendido Frente Amplio por México que conoce las necesidades de los pueblos y comunidades indígenas del país, uno de los sectores donde Morena tiene mucha aceptación.
Conforme sus datos curriculares, en 1995 creó la Fundación Porvenir, institución enfocada a apoyar a niños con problemas de desnutrición en zonas indígenas del país; luego, en el gobierno de Fox, fue titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Y no se ha desvinculado del sector indígena, ni de temas de interés ciudadano. En el Senado preside la la Comisión de Asuntos Indígenas, e integra las siguientes comisiones: Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana; Zonas Metropolitanas y Movilidad; Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático; Energía; de seguimiento a la implementación de la agenda 2030 en México; y de la Reforma Agraria.
En fin, Xóchitl habla un lenguaje común no solo de voz.
Si el Frente Amplio por México piensa en serio, ella podría ser su opción para la candidatura presidencial 2024. Aunque el triunfo es incierto, porque Morena tiene toda una maquinaria, pero ninguna maquinaria es demasiado potente cuando la ciudadanía inconforme con el gobierno y que no vota se decide a votar masivamente por la alternativa.
