Bueno, “el proceso electoral ordinario se inicia en septiembre del año previo al de la elección”. Porque así lo establece la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), la cual también prevé que sea en la primera semana de dicho mes con el arranque de la primera etapa: La preparación de la elección.
Y arranca con una sesión ex profeso del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), el cual define la fecha exacta de la misma dentro del calendario electoral para el Proceso Federal 2023-2024.
La mayoría de los procesos locales coinciden en el inicio del federal, otros no. Pero en la coordinación del INE con los Organismos Públicos Locales (Institutos Estatales Electorales) se ajustan plazos para que coincidan algunas sub-etapas –por llamarlas algún modo–.
En fin, que para el arranque del Proceso Electoral Federal 2023-2023 ya estamos a la vueltita de la esquina: Faltan prácticamente dos meses. Pasamos julio, luego agosto y llega septiembre.
Y si se toma en cuenta la semana completa como la primera semana de septiembre próximo, entonces el referido proceso puede iniciar entre el 3 y 9, o entre el 4 y 10 del Mes de la Patria, según se considere una semana de domingo a sábado o de lunes a domingo.
Dos meses para que arranque formalmente la contienda por la Presidencia de la República, diputaciones federales y senadurías. Además, en la mayoría de una treintena de entidades federativas, el inicio de justas electorales por cargos locales: Diputaciones y/o concejales a los ayuntamientos; en 7 de las cuales renovarán gubernatura y en la Ciudad de México, jefatura de gobierno.
Formalmente, porque esos procesos que actualmente desarrollan Morena y aliados para seleccionar al titular de la Coordinación para la Defensa de la Transformación, y el PRI-PAN-PRD para elegir Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México, son al margen del Proceso Electoral.
Pero en los hechos, de tales procesos saldrán las personas candidatas a la Presidencia de la República de ambas partes. Ya lo verán cuando llegue el momento de los procesos formales, registrarán ante el INE a quien resulte titular de la Coordinación y al (o la) Responsable Nacional, sin que se descarte que antes se vean obligados a realizar el proceso interno legal con precandidaturas ‘patito’ más la buena emanada del procedimiento simulado.
Estamos viendo verdaderas campañas desplegadas por ambas partes; más adelantado Morena y aliados, pero el PAN, el PRI y el PRD les siguen los pasos.
Y sin embargo, la Ley ordena que las precampañas inicien en la tercera semana de noviembre del año previo al de la elección cuando se renueve la Presidencia de México y las dos cámaras del Congreso de la Unión, que es el caso 2023-2024. Aunque el INE, y solo el INE, tiene la facultad de ajustar fechas dentro del proceso.
INE, REBASADO
A propósito, el Instituto Nacional Electoral, especialmente la Comisión de Quejas y Denuncias, ha dictado medidas de tutela preventiva tanto para Morena y sus ‘corcholatas’, como para el PRI, el PAN y del PRD y sus ‘corcholatas’…bueno, aspirantes a la Coordinación para la Defensa de la Transformación y para Responsable Nacional para la construcción del Frente Amplio por México, respectivamente.
Algo así como “un no hagas esto, porque te puede pasar esto”, “un no hagas esto, porque te puedo sancionar, ¿he?”.
No obstante el esfuerzo, la buena intención, el ánimo de hacer cumplir la ley, se ve una autoridad electoral rebasada por partidos políticos y aspirantes presidenciales; incluso, por la ciudadanía que simpatiza con cada fuerza política o con cada ‘corcholata’.
En la nariz del árbitro electoral, las corcholatas hablan abiertamente de llegar a Palacio Nacional, de la entrega de la banda presidencial, de que es tiempo de las mujeres en el gobierno del país y de ofertas en caso de ganar las elecciones.
Sí, claro, no hacen llamado al voto. Pero ni falta que hace.
Al parecer ya no bastan las medidas de tutela preventiva; al menos las actuales.
La Comisión del INE debería proceder de oficio mínimamente para amonestar a partidos y ‘corcholatas’.
UNA PRÓXIMA REFORMA
Lo estamos viendo, todos, pero todo los partidos políticos, tienden a darle la vuelta a las disposiciones electorales en materia de precampañas. Antes no existían, no estaban reguladas.
Pero hubo un momento en que con la creciente competencia electoral se pusieron de moda y se desbordaron. Entonces hubo necesidad de regularlas junto con los actos anticipados.
Ahora hay necesidad de reflexionar en una próxima reforma electoral para de plano sacarlas de la ley para que los partidos políticos y aspirantes hagan lo que quieran (pues de todos modos lo hacen); o para regularlas con plazos bien determinados y sanciones más estrictas a los actos anticipados, incluyendo o prohibiendo cualquier proceso similar previo al inicio del proceso electoral.
Vaya, hasta quienes se creen impolutos le ven la cara a la autoridad electoral.