Vetos estratégicos

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El artículo 27 de la Carta de las Naciones Unidas establece que: 1) cada miembro del Consejo de Seguridad dispondrá de un voto; 2) las decisiones del Consejo de Seguridad sobre cuestiones de procedimiento se adoptarán por el voto afirmativo de nueve miembros y; 3) las decisiones del Consejo de Seguridad sobre todos los demás asuntos se adoptarán por el voto afirmativo de nueve miembros, incluidos los votos concurrentes de los miembros permanentes; sin embargo, en las decisiones adoptadas en virtud del Capítulo VI y del párrafo 3 del Artículo 52, una parte en una controversia se abstendrá de votar.

Asimismo, los creadores de la Carta de las Naciones Unidas concibieron que cinco países fueran los miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Francia, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y desde 1990, la Federación de Rusia, más Reino Unido y Estados Unidos.

Se les eligió por su “papel clave en el establecimiento de las Naciones Unidas” y porque seguirían desempeñando un papel importante en el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales.

Se les concedió la condición especial de Estados Miembros Permanentes en el Consejo de Seguridad, junto con un poder de voto especial conocido como “derecho de veto”. Los redactores acordaron que si alguno de los cinco miembros permanentes emitía un voto negativo en el Consejo de Seguridad  formado por quince miembros (cinco permanentes más diez rotatorios) la resolución o decisión no sería aprobada.

Si un miembro permanente no está plenamente de acuerdo con un proyecto de resolución, pero no desea ejercer el veto, puede optar por abstenerse, permitiendo así que la resolución sea aprobada si obtiene el número requerido de nueve votos favorables.

Para que una resolución salga adelante, debe obtener al menos nueve votos y no ser vetada por ninguno de los cinco miembros permanentes  que  es donde precisamente se  genera el mayor empantanamiento de las resoluciones.

El papel de la ONU no ha estado exento de críticas durante sus años de vigencia por voces que argumentan que un organismo garante de la paz mundial no puede ser utilizado como un balón de disputa al servicio de las grandes potencias. Como se evidencia en la actualidad: Rusia invade Ucrania y Estados Unidos  propone una serie de resoluciones en contra pero todas son vetadas tanto por Rusia (que es el invasor pero al mismo tiempo miembro del Consejo de Seguridad)  como por China que es aliado de Rusia; ahora, con la guerra de Israel contra los palestinos de la Franja de Gaza, Rusia y China, quieren un alto al fuego pero Estados Unidos no lo apoya porque es aliado de Israel.

 

A COLACIÓN

Aunque ya hace unos días, Brasil presentó una resolución en la que pedía pausas humanitarias y la revocación de la orden impuesta por Israel a los civiles de Gaza de evacuar todas las zonas al norte de Wadi y reubicarse en el sur de la Franja, pero no prosperó.

“La resolución S/2023/773 también pedía pausas humanitarias para permitir el suministro de ayuda a civiles por parte de las agencias de socorro de Naciones Unidas y sus socios, así como del Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones; e incluso propuso  el establecimiento de corredores humanitarios”,  destacó la ONU.

También Rusia propuso el suministro inmediato de bienes y servicios esenciales, así como de combustible y agua para los gazatíes y detener todos los bombardeos. Tampoco prosperó.

En voz de Zhang Jun, embajador chino ante la ONU, las resoluciones propuestas que buscan el cese de todas las hostilidades contra  Gaza no han prosperado a pesar de que toda la mayoría de los países lo piden y se plasma la visión general de la comunidad internacional: “No han fructificado  porque no corresponden con la visión de Estados Unidos”.

Mientras el sistema de vetos siga siendo usado como un arma estratégica por las potencias podremos morir bajo las bombas y cualquier país podrá ser invadido al alba.

Brasil y otros países emergentes vienen presionando por una reforma del la ONU no solo que la adecúe a los cambios imperantes también que democratice y haga más eficiente el sistema de votación y sobre todo el poder del veto.

La invasión de Ucrania no pudo evitarse y eso que el New York Times y el Washington Post la anunciaron desde diciembre de 2021 y ni Blinken en sus alegatos en la ONU lograron frenar que las tropas rusas entrasen a territorio ucranio. De eso llevamos ya más de un año, camino a cumplir los dos años de guerra, el próximo 24 de febrero de 2024.

La guerra de Israel contra los palestinos atrapados en el gueto de la Franja de Gaza, hoy viernes 27, cumple las dos semanas desde que los terroristas de Hamás y la Yihad Islámica entraron por sorpresa esa madrugada aciaga del 7 de octubre que  masacraron a familias enteras. La respuesta de Israel está siendo brutal sobre de los civiles inocentes de Gaza los está exterminando a mansalva no solo los han sitiado sin ningún suministro, las bombas que caen sobre de ellos son tan potentes que dejan un enorme cráter y los edificios hechos un  polvorón.

La guerra existe porque las grandes potencias siempre terminan poniéndose de perfil, usan los vetos como si fuesen naipes, bloquean las resoluciones y todo eso favorece la impunidad de los amos de la guerra. Esto no puede seguir así.

@claudialunapale