En las 11 alcaldías que gobierna Morena, de un total de 17 que tiene Tabasco, un militar será director de Seguridad Pública, con lo cual el nuevo gobierno estatal está enfrentando el clima de violencia con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La administración de Javier May Rodríguez entró en su segunda semana sin tregua por parte de bandas criminales, que a diario ejecutan a rivales y suben a redes sociales videos que impactan por su alto contenido de crueldad como decapitaciones con las víctimas aún vivas.
La ola de violencia que afecta al estado empezó a finales de diciembre pasado, cuando hubo un enfrentamiento a balazos en la casa del entonces secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Hernán Bermúdez Requena, según reveló algunos meses después quien le sucedió en el cargo, el general Víctor Hugo Chávez Martínez.
Después de la balacera en el domicilio particular del funcionario, se desencadenó una serie de bloqueos carreteros y ataques a comercios; el día del choque entre allegados a Bermúdez Requena dos policías uniformados fueron “levantados” y sus cabezas halladas en municipios chiapanecos colindantes.
La anarquía continuó hasta enero siguiente con la misma estrategia de quema de vehículos para tapar carreteras y de ataques a centros comerciales.
El 5 de enero, como consecuencia, fue cesado el jefe policiaco que forma parte, desde la década de los 90, del grupo del ex gobernador Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
En su lugar fue nombrado, desde la capital del país, el general brigadier Chávez Martínez, quien terminó al frente de la SSYPC los meses que le faltaban a la administración de Adán López.
El pasado gobierno de Andrés Manuel López Obrador envió más de tres mil efectivos militares a la entidad para restaurar la tranquilidad en su tierra.
Del 2 de febrero que llegó a Villahermosa al 4 de octubre pasados que terminó el período del gobierno al que sirvió, Chávez Martínez enfrentó señalamientos en narcomantas que lo acusaban de estar coludido con un cartel del narcotráfico con sede en Jalisco.
El nuevo gobierno lo ratificó, pese a la campaña mediática lanzada por bandas criminales para evitar que continuara al frente de la institución.
Este lunes, 10 días después del arranque de la gestión de Javier May, el titular de la SSPC dio a conocer que en los 11 municipios gobernados por el partido gubernamental, un militar estará a cargo de la policía preventiva.
El lunes 7 de octubre el Congreso local designó al coronel José Barajas Mejía como fiscal del estado, siendo el primer militar llegado de fuera para hacerse cargo de la oficina de la avenida Usumacinta.
Ese mismo día fue nombrado como presidente del Poder Judicial del estado el abogado Efraín Reséndez Bocanegra, luego de aceptarse la renuncia de Enrique Priego Oropeza, parte primordial del equipo de Adán López.
Si bien en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se había designado a militares desde la época de Enrique González Pedrero, a mediados de los 80, Adán López rompió esa tradición nombrando a miembros de su equipo cercano.
También la Fiscalía se la dio, al principio de su gestión, a quien era su colaborador más allegado, Jaime Lastra Bastar, hoy diputado federal, quien trajo a Tabasco a Hernán Bermúdez, a quien conoció cuando ambos trabajaban en la Procuraduría General de Justicia del DF.
En el último tramo del gobierno de López Hernández, de enero a septiembre de este año, se registraron 670 homicidios dolosos, la cifra más alta desde que se lleva el recuento de ese delito de alto impacto social.
Es la primera vez que en Tabasco un gobierno estatal nombra a personal de la Sedena en Seguridad Pública en los ayuntamientos regidos por el partido en el poder.
Ahora, los militares al frente de las policías uniformadas no le rendirán cuentas al presidente municipal, sino al general brigadier enviado de la Ciudad de México a tratar de rescatar a la tierra de López Obrador en manos del crimen organizado.