Morena y aliados, en colusión con funcionarios del INE que fueron “domesticados” con
zanahorias y palos, obtuvieron arbitrariamente la mayoría calificada necesaria para
reformar la Constitución, y con ella han destruido a la República y a nuestra
democracia. Eso es un hecho.
La falta de ética de los funcionarios del INE, acompañada por la complicidad de ciertos
magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que colaboraron
para hacer este desastre, fue suficiente para destruir a todo el entramado institucional
que tardó décadas en construirse, que costó miles de millones de pesos hacerlo, que
hasta tuvo pérdidas humanas y quitó gran parte de nuestro esfuerzo ciudadano a los
mexicanos, fue suficiente para hacer esta magna destrucción.
El fútil pretexto del oficialismo de decir cínicamente que esto fue un “mandato del
pueblo” de México, se desmiente fácilmente al ver las cifras oficiales del resultado
electoral, en donde se muestra la falta de esa mayoría calificada regalada por el INE y
ratificada por el Tribunal Electoral.
Con esa mayoría espuria, el oficialismo ha logrado, en una racha orgiástica de
reformas constitucionales, también destruir a los órganos constitucionalmente
autónomos, hacer prohibiciones absurdas como la de los vapeadores, y establecer “el
cielo y las estrellas” como derechos constitucionales para el pueblo de México.
Con todo ello, Claudia Sheinbaum tiene un poder formal que ningún otro mandatario ha
tenido en la historia de México. Pero, ¿le servirá de algo?, porque fuera de esta racha
de cambios en el papel, la presidente y el gobierno morenista se tendrán que enfrentar
con las realidades:
1. No todo el pueblo de México los apoya. Existe un 46% que no lo hizo en las
urnas y un porcentaje mayor que se abstuvo en participar en las elecciones que
de ninguna manera hay que considerarlos como que apoyan al oficialismo.
2. La deuda pública en poco tiempo se saldrá de control, los intereses a pagarse a
los financieros internacionales ya son una de las partidas más grandes del
presupuesto nacional.
3. El crimen organizado tiene una penetración de más de un tercio del territorio
nacional, por lo que el gobierno ya realmente ha perdido la soberanía de la que
tanto hace alarde.
4. Está cayendo la economía, porque al haber incertidumbre institucional, los
inversionistas nacionales y extranjeros se muestran dudosos y conservadores
respecto de los riesgos que tomen respecto a ponerle dinero a negocios
localizados en nuestro país. Ello generará pérdida de empleos y presión social.
5. Caerá la recaudación fiscal debido a la disminución del crecimiento económico,
generándose presiones para subir impuestos que provocarán una reacción
negativa en la población que trabaja en la economía formal, generándose una
inestabilidad social en el país.
6. El efecto de las políticas de Trump, causarán incertidumbre internacional sobre
la inversión en México, caerá el turismo, se pueden ver afectadas las remesas
que mandan nuestros connacionales desde Estados Unidos, regresarán cientos
de miles de mexicanos expulsados desde Estados Unidos, causando más
presión social y graves problemas en nuestras fronteras; habrán posibles
intervenciones militares del gobierno estadounidense y existirá un pésimo
entorno para la revisión del T-MEC, además del fuerte impacto en contra de
nuestras exportaciones que se causará por el aumento de aranceles que el
gobierno de Trump impondrá a nuestros productos exportados.
7. Las pugnas internas dentro del oficialismo se recrudecerán causando disrupción
seria en la disciplina partidista y generándose un mal ambiente para las
elecciones del 2027, con el espectro de la Revocación de Mandato que pende
sobre la cabeza de la presidente Sheinbaum.
Conclusión:
La luna de miel de Claudia Sheinbaum terminará pronto.
El sistema que ha creado Morena se puede caer como un castillo de naipes.
Debemos de estar preparados para recuperar la institucionalidad perdida lo antes
posible, para retomar la senda hacia el verdadero progreso de México.