Entre la carta de El Mayo y la respuesta legal a Trump 

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El revuelo causado por una carta de “El Mayo” Zambada dirigida al gobierno mexicano y que supuestamente cuenta con 34 cuartillas y de la que los medios han publicado extractos y de ellos lo que a cada cual ha convenido, buscando en algunos casos con ese contenido sesgado golpetear al gobierno federal, sí que obliga a pausar y a reflexionar.
Por principio de cuentas muchos medios presumían de publicar un texto integro, pero uno adelantó que constaba de 34 cuartillas, lo cual quizás explica porqué en realidad no lo publicaron integro y no concordaban ciertas frases destacadas en titulares y en tono alarmista y acusatorio contra el gobierno Sheinbaum con los párrafos que se destacaban publicados, jugando a que eran el texto integro sin serlo. Craso error múltiple de ciertos medios y sus intereses mezquinos y abiertamente manipuladores. Sin mostrar el fragmento de la carta donde aparecen las frases lapidarias, se han comportado determinados medios en la criticada maroma del nado sincronizado.
En efecto, hay una suerte de mañosa presentación de los hechos. Aseguran que es una carta fechada el 20 de febrero, pero cuando publican su supuesto texto integro ni la fecha aparece. Ya no digamos las frases en que se regodean su delincuente sesgo y ya tradicional mediocridad opositora a la llamada 4T. Su extravío los descalifica. En efecto, dicen que Zambada afirma temer la pena muerte y que no defenderlo y denunciar su secuestro “colapsara la relación México-EE.UU.”, cosa que sí expresó, pero en otros pasajes de la carta. Sus palabras  condujeron a más de uno a decir que los yanquis nos van invadir. ¿De dónde sacaron esa conclusión? No lo sabemos con certeza. Alarmismo, quizá.
Hay un texto más o menos reproducido igual en varios medios, que refleja un muy cuidadoso y adecuado asesoramiento al sujeto por parte de sus abogados. Se invocan tratados y las razones para hacerlo de cada cual en pro de la solicitada defensa al gobierno mexicano vía asistencia consular. Impecables argumentos. De eso, a las frases sueltas usadas como ariete, hay un mundo de diferencia.
Como ciudadano mexicano sí le corresponde a Zambada la asistencia consular que reclama, lo cual deja fuera de lugar las críticas siempre frívolas de Loret de Mola. Y que los opositores dejen de repetir la idiotez de que defenderlo vuelve narcogobierno al gobierno Sheinbaum que detestan. Y lo detestan porque no son ellos los que gobiernan, aunque sean tan irresponsables y mentecatos acusándolo de narcogobierno por el hecho de proporcionarle, de hacerlo, asistencia consular. Es decir, que sus argumentos son paupérrimos.  Vaya oposición de quinta que nos cargamos. Insufrible por lerda.
Como paréntesis, una opositora que conozco decía que ver a la Sheinbaum, la enferma. Que ya la tiene enferma. Qué timorata y qué infantil si deja su sentir y su salud a los políticos. Sobre todo, a los que no le cuadran. Rebosa inmadurez y su histrionismo barato ofende la inteligencia de cualquiera.
Y, si en efecto, conforme a las leyes mexicanas el gobierno de la República estuviera siendo omiso o lavándose las manos con el sujeto más allá de pedir las necesarias y no dadas explicaciones yanquis a su abducción –requerimiento que Chumel Torres minimiza con la frivolidad típica– entonces y solo entonces sí compromete al gobierno Sheinbaum. Y hasta ahí. No caben más lecturas, cada una más estrambótica que la anterior.
Por otra parte, la inutilidad de declarar como terroristas a los cárteles mexicanos cuando se callan los yanquis definir y perseguir a los de su propio territorio, además de faceta es una medida asaz idiota y parcial. Claro, los lerdos se encandilan con la frase ridícula y de engañabobos conque desatarán un infierno. Que empiecen por su país. Claro, es el gobierno Trump, ya se sabe y no cabía esperar menos. Luego tienen pues, al bobalicón que dice desatará un infierno. ¡Cálmate “desataremos un infierno”! Como no lo hagan en su propio país, la medida es faceta e histriónica rayando en ridícula. Son los calificativos que merecen y no el solo recuento de hechos, como lo hacen ciertos medios mexicanos encandilados con los yanquis que les festejan todas. Ya decíamos en una entrega anterior que periodistas de talla, pero muy encandilados con los yanquis sin dirigirles una mínima crítica a palabras tan desparpajadas y absurdas como las que pronuncian a diario allá.
No es aceptable callar la más elemental crítica a semejantes balbuceos yanquis que solo demuestran una nula inteligencia de sus autores.
Los opositores y los encandilados con los yanquis no atinan a efectuar un análisis certero. Vamos a usar sus propios argumentos para desenmascarar sus amañadas posturas. Cuando estábamos en pandemia y EE.UU. reportaba 7800 casos de COVID19 en frontera y México de su lado a ninguno, se mofaban de que eso era imposible. Que no era creíble. Que debía de haber casos y muchos de nuestro lado como continuidad de aquellos y por extensión y convivencia. Pues lo mismo: si de nuestro lado hay carteles de la droga perfectamente estudiados, de aquel lado no es creíble que nunca se mencione a ninguno. Le pongas o no un nombre, da lo mismo. ¿Se topan y diluyen en la frontera? ¿de verdad? ¿Cómo es que las redes de tales se terminan y aparentemente no continúan traspasando la frontera, pero tienen allá a medio país drogándose? Y los “analistas mexicanos” ni balbucean una leve reflexión al respecto ni señalan esas omisiones discursivas yanquis sin apuntar como corresponde de tal negligencia y de tal narrativa mañosa, a los Estados Unidos, a sus medios y a quien haga falta. No les vayan a negar visa por señalarlos, parece.
Seguirán los calentones de boca en Washington tratando así de forzar relaciones comerciales moviéndose ventajosa y tramposamente en su proteccionismo usando la banderita de los carteles. Cabe resistir lo más posible. Después de todo, los yanquis no comen fuego, aunque se hagan los tontos. No querrán otro Vietnam ahora en su frontera sur. Por eso, son habladores y abusivos. Y así hay que tildarlos y considerarlos.
Por lo demás, las iniciativas de Sheinbaum para enjuiciar extranjeros injerencistas, perniciosos que efectúen actividades no autorizadas, es adecuada. Sí, su medida no evita invasiones, solo dejan en claro que no se toleraría su actuar en México. No está demás legislarlo porque no falta leguleyo que salga conque no estaba prohibido su actuar. Ello recuerda a un exdirector de Derecho de una universidad privada que al contarle un colega igual de sinvergüenza que su mutuo superior fue corrido al denunciarlo su exesposa en rectoría por todas las trapacerías cometidas como director y como venganza por sus infidelidades, balbuceó el exdire con grandísima torpeza que ser infiel no estaba prohibido en su contrato. Así de bruto.
Qué bien que deporten a los mexicanos a la frontera con Guatemala. Que también entiendan que no los quieren en EE.UU., que los están expulsando, que dejen de insistir. Que no hay visas de trabajo y que no es la solución marchars