No es chance político a Félix Salgado Macedonio, ni a los demás precandidatos omisos de Guerrero, sino es el chance a todas las persona aspirantes a un cargo de elección popular que se desentiendan de presentar su informe de gastos de precampaña en los términos previstos en la ley y conforme los lineamientos de la autoridad electoral administrativa.
Por eso será un mal precedente la devolución al Instituto Nacional Electoral (INE) del expediente de Félix y demás infractores guerrerenses para estudiar nuevamente el caso, ahora de manera individualizada a ver si procede o no la cancelación de la candidatura a la gubernatura de esa entidad.
Claro, si acaso el Pleno de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aprueba en sus términos el proyecto de sentencia del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, porque puede ocurrir también que la mayoría determine revocar de una vez todo el acuerdo del INE para restituirle inmediatamente la candidatura a Salgado Macedonio y otros.
Cabe preguntar: ¿Si Félix no fuese amigo del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el Tribunal actuaría con tanta consideración hacia los precandidatos omisos?
La sorpresa sería que por mayoría de votos o por unanimidad, el Pleno del máximo órgano jurisdiccional en materia electoral decidiera confirmar el cuerdo del Instituto en el sentido de dar firmeza a la cancelación de las candidaturas.
Y decimos “sorpresa”, porque aunque lo procedente es cancelar las candidaturas, estamos viendo que políticamente es posible encontrar argumentos y forzar la fundamentación en base derechos humanos y la manga del muerto. En estos casos políticos, el Tribunal echa mano de todo tipo de criterios.
Sea como sea la resolución sentará un precedente; y por lo que se ve, un mal precedente, salvo que ocurra un milagro.
Pero la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales es clarísima cuando establece que:
“Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo antes establecido y hubiese obtenido la mayoría de votos en la consulta interna o en la asamblea respectiva, no podrá ser registrado legalmente como candidato…”
Y en el régimen sancionador de la misma, la falta de “no presentar el informe de gastos de precampaña o campaña” se sanciona con “la pérdida del derecho del precandidato infractor a ser registrado como candidato o, en su caso, si ya está hecho el registro, con la cancelación del mismo”.
¿Entonces?
En el amplísimo proyecto de sentencia, se le da la razón al INE porque “sí sostuvo un diálogo con el recurrente y atendió los argumentos que expuso en sus escritos de defensa”.
Sin embargo, en el proyecto se propone que lo “procedente es confirmar la resolución impugnada en lo que respecta a la multa” de Morena “y revocar la sanción respecto de los precandidatos” para que el Consejo General del Instituto “califique nuevamente la falta cometida por los precandidatos investigados y realice la individualización correspondiente, a efecto de que determine cuál es la sanción que resulta adecuada para inhibir este tipo de conductas”.
Y aunque deja al INE considerar también la pérdida o cancelación del registro, siempre es un chance a los infractores. O de otro modo, una manera sutil de ordenar al Instituto absolverlos o, en su caso, aplicarles una multa o una amonestación pública; o sea, un “por favor no lo vuelvan a hacer”.
Una decisión así abriría la puerta para que a todo precandidato a cualquier cargo de elección popular, la ley le valga cero a la izquierda. Todo en aras de los derechos humanos y cuidando sanciones desproporcionadas. Ja. Conste, luego el Estado hace como que no sabe por qué intereses aviesos se cuelan en los Poderes y órganos de gobierno.
Como si el INE no tuviera demasiada carga de trabajo ahora tendría que revisar nuevamente los expedientes a la luz de un montón de criterios enlistados en el proyecto de sentencia.
Y en caso de que el Consejo general “decida aplicar la sanción consistente en la pérdida o cancelación de los registros de la y los precandidatos involucrados, deberá prever lo conducente respecto a la sustitución de la candidatura.”.
¿La pérdida o cancelación? Desde el momento en que le regresan el caso al INE, ya parece difícil, al menos por lo que corresponde a Félix Salgado Macedonio.
Eso de sostener a toda costa a una persona para su acceso a un cargo de elección popular, ya no es práctica exclusiva del PRI; Morena no solo la ha copiado, sino que la ha mejorado.
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