- La salud del hombre de 44 años se ha convertido en el último punto de tensión entre Rusia y Occidente.
- Los médicos de Navalny dijeron que su salud se había deteriorado y exigieron que los funcionarios de la prisión les dieran acceso inmediato.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió que Rusia enfrentará “consecuencias” si el crítico del Kremlin en huelga de hambre Alexei Navalny muere.
Navalny, el oponente más destacado del presidente ruso, Vladimir Putin, está encarcelado desde enero, cuando regresó a Rusia tras recuperarse de un envenenamiento por el que casi muere y que, según él, fue orquestado por Moscú.
“Estamos viendo una variedad de costos de diferentes (medidas) que tomaríamos, y no voy a anunciarlas públicamente en este momento, pero hemos comunicado que habrá consecuencias si Navalny muere”, dijo Sullivan en televisión nacional.
El opositor, de 44 años, inició una huelga de hambre el 31 de marzo para exigir un tratamiento médico adecuado para el dolor de espalda y el entumecimiento de piernas y manos que sufre.
El sábado, los médicos de Navalny dijeron que su salud se había deteriorado y exigieron que los funcionarios de la prisión les dieran acceso inmediato.
“Nuestro paciente puede morir en cualquier momento”, aseguró el cardiólogo Yaroslav Ashikhmin, señalando los altos niveles de potasio encontrados en el cuerpo de Navalny. Los doctores pidieron que el opositor sea trasladado a cuidados intensivos.
Tanto Francia como Alemania se unieron a las críticas de varios países por el tratamiento que recibe Navalny.
Sullivan dijo que la Casa Blanca le había advertido al Kremlin de que Moscú será “responsabilizado por la comunidad internacional” por lo que le suceda a Navalny mientras esté bajo custodia rusa.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que la situación del opositor era “totalmente injusta”. Sin embargo, el mandatario recibió críticas por no haber hablado de trato que recibe Navalny durante una reciente conversación telefónica con Putin.
Sullivan dijo que la Casa Blanca ya había dejado clara su posición directamente a Rusia y que “la mejor manera de manejar este problema es en privado y a través de canales diplomáticos directos a los niveles más altos del gobierno ruso”.
En tanto, las autoridades rusas decidieron trasladar al líder opositor a un hospital penitenciario después de que aliados advirtieron que su salud se está deteriorando en la tercera semana de huelga de hambre.
Navalny se encuentra en “condiciones satisfactorias”, aseguró la sucursal local del Servicio Penitenciario Federal, Él aceptó una “terapia con vitaminas” y un médico le hará exámenes diarios, agregó.
La transferencia significa que la condición de Navalny ha “empeorado tanto que incluso la cámara de tortura lo admite”, acusó Ivan Zhdanov, director de la Fundación Anticorrupción del activista.
La salud del hombre de 44 años se ha convertido en el último punto de tensión entre Rusia y Occidente. Estados Unidos y Europa están presionando al presidente Vladimir Putin para que garantice la atención médica adecuada para Navalny, quien inició una huelga de hambre en la cárcel el 31 de marzo para exigir acceso a sus médicos personales por dolores agudos de espalda y piernas.
Los partidarios del líder de la oposición convocaron a protestas en toda Rusia para el 21 de abril, el día en el que Putin pronunciará su discurso anual sobre el estado de la nación, después de advertir que el crítico más abierto del Kremlin puede estar a solo unos días de la muerte.
El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, rechazó las expresiones de alarma de Estados Unidos y Europa, diciendo que “la salud de los prisioneros y convictos en territorio ruso no puede ni debe ser un asunto de su interés”. Además, advirtió a los partidarios de Navalny contra la participación en protestas “ilegales”.
El Servicio Penitenciario explicó que una comisión de médicos había tomado la decisión de trasladar a Navalny al hospital de la prisión de alta seguridad IK-3 en la ciudad de Vladimir, a unos 190 kilómetros de Moscú.
Navalny ha estado encarcelado desde el 11 de marzo en otro campamento en el área por violar las reglas de libertad condicional mientras se recuperaba en Alemania de un envenenamiento casi fatal en Siberia del cual él y gobiernos occidentales culpan al Kremlin. Las autoridades rusas niegan cualquier implicación.
Navalny, un activista anticorrupción que alcanzó la fama con videos virales que catalogan la vasta riqueza acumulada por altos funcionarios rusos a los que califica de “estafadores y ladrones”, está cumpliendo una sentencia de dos años y medio por viejos cargos de malversación de fondos que él considera falsos.