México vive problemas de sequía en el 87.56% del territorio nacional

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  • Situación de agudiza en Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas.
  • Entre 2001 y 2018 se perdieron en promedio 212.070 hectáreas de bosque cada año, según la Conafor, lo cual es un factor del momento que vive actualmente el país.

De acuerdo con la Conagua, sólo 12.44% del territorio no registra alguna afectación por falta de lluvias; son 1,381 los municipios que presentan algún grado de sequía.

Según el reporte del 30 de abril, 75.27 por ciento del país sufre algún grado de sequía y 12.29 por ciento se encuentra “Anormalmente Seco”, para un total de 87.56 por ciento.

En la categoría de “Sequía Moderada” (D1) se encuentra el 21.23 por ciento del territorio; 38.80 por ciento con “Sequía Severa” (D2); 14.06 por ciento “Sequía Extrema” (D3) y 1.18 por ciento con “Sequía Excepcional” (D4).

De los dos mil 463 municipios de la República Mexicana, mil 381 tienen algún grado de sequía, 636 están anormalmente secos y 446 sin afectación.

Los estados con el 100 por ciento de sus municipios con algún grado de sequía de D1 a D4 son: Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas.

El coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Jorge Zavala Hidalgo explicó que sólo hubo alguna mejoría en zonas muy puntuales del Golfo de Tehuantepec, Península de Yucatán y noreste del país, asociada a las lluvias provocadas por los frentes fríos.

En el pasado informe del 15 de abril, el 72.75 por ciento del territorio nacional tenía algún grado de sequía (D1-D4) y 12.21 por ciento se encontraba “Anormalmente Seco”, para un total de 84.96 por ciento, lo que representa una diferencia de 2.6 puntos porcentuales menos con respecto al actual Monitor de Sequía de México.

Según expertos, la situación es el reflejo del abandono de décadas le pasa ahora factura a México. En estos días, la Universidad Autónoma de México (Unam) anunció la desaparición definitiva del glaciar de Ayoloco en la cima del volcán Iztaccíhuatl, al sureste de la capital. “Uno de los efectos inmediatos de esta desaparición es el acceso al agua dulce con el que contaba la Ciudad de México. Sin la presencia de las capas de hielo, la temperatura en la zona también incrementará, y los ciclos de la lluvia se verán gravemente condicionados”, advirtió el investigador Hugo Delgado.

La sequía también está alimentando la especulación sobre los precios de los alimentos. Los precios del maíz, por ejemplo, subieron un 40% este año, y los de la soja un 50%, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Esto está afectando desproporcionadamente a los pobres, que gastan una mayor parte de su dinero familiar en alimentos básicos.

El gobierno actual está respondiendo con un programa de reforestación. México se encuentra entre los diez países con mayor deforestación de bosque primario del mundo, según Global Forest Watch. Entre 2001 y 2018 se perdieron en promedio 212.070 hectáreas de bosque cada año, según la Conafor.

No está claro si el programa de reforestación puede invertir la tendencia. Según Pérez, ni siquiera tiene ese objetivo: “Es principalmente para aliviar la pobreza rural y aumentar la cobertura de árboles en las zonas agrícolas”. Pero eso tiene consecuencias perversas, según la investigación de los medios de comunicación: el bosque primario se tala, para luego ser reforestado con subvenciones gubernamentales y árboles no autóctonos. Pérez recuerda que “a los agricultores les gustaría regenerar el bosque natural, pero no reciben dinero por ello”.