Falta mucho para entender que sucedió en Estados Unidos, pero podemos intentar algunas explicaciones.
Hay quién sostiene que Trump fue una anomalía, otros que fue un accidente que trataron de corregir los demócratas, pero no lograron superar a los republicanos que se beneficiaron del mismo; otros sostienen que Trump puede mostrar el surgimiento de un movimiento de masas populista.
Durante sus cuatro años de gobierno adquirieron poder la corriente de derecha extrema, los supremacistas blancos, los promotores de las teorías conspirativas que colocaron a una congresista y aquellos que acuden a las marchas armados con armas de alto poder, o sea, los que propician apoyados desde la Casa Blanca el escenario para una guerra civil.
Dentro de la incertidumbre propia de un cambio de gobierno hay quien piensa que a Biden le costará trabajo revertir algunas de las cosas que hizo Trump, inclinar el sistema judicial hacia la derecha, y especialmente en la arena internacional; los republicanos harán lo posible para bloquear lo que haga el presidente, aunque es posible que pierdan el control del senado, otros piensan que Trump se dedicará a desestabilizar al país como venganza contra lo que él dice es un fraude electoral.
¿Qué le sucedió a la sociedad estadounidense como para propiciar esta anomalía y cómo reaccionó?
Por un lado, la gente se volcó a las urnas. En un país acostumbrado a no votar, con una abstención electoral superior al 80% en elecciones municipales o 50% en elecciones para el congreso, ahora votó alrededor del 67%. En términos absolutos son casi 18 millones de votos más que en 2016. 101 millones de personas, que representan el 62% del electorado, salieron a votar de forma anticipada, lo que entre otras cosas muestra que un solo día de votación es a todas luces insuficiente para la gran masa de votantes, pero también muestra que la gente manifestaba su presencia electoral.
Los datos electorales por lo menos desde Bush padre muestran un país casi igualmente dividido, aunque tiende a decantarse por los demócratas. Los republicanos han dedicado enormes esfuerzos a suprimir el voto y a manipular geográficamente los distritos electorales, distorsionando los elementos básicos de la democracia al despojar el valor igualitario de los votos. El mismo día de la elección se denunció que había llamadas de robocall convocando a no votar y meter información falsa entre los votantes. Si desapareciera el muy obsoleto Colegio electoral seguramente cambiaría la cara de la política estadounidense, cambiando la forma de hacer campaña y facilitando tal vez el surgimiento de otros partidos.
Entre los grupos que más influyó el resultado electoral está en primer lugar las mujeres, se dice que, si se contara solamente el voto femenino, Biden hubiera ganado en 32 Estados; los jóvenes también salieron a votar, especialmente el grupo entre 18-29 años. Salieron a votar en gran medida los afro americanos y notoriamente las mujeres y los hispanos, que en algunas zonas fueron clave. Algunos explican este voto como un voto de miedo, otros como voto de castigo, y otros más sostienen que Biden entendió como revertir el voto que desatendió Clinton en las áreas tradicionalmente demócratas y que Trump le arrebató en 2016, especialmente el cinturón industrial del norte.
Entre los que abandonaron a Trump se encuentran republicanos moderados, como por ejemplo los del proyecto Lincoln, y los republicanos por Biden, que lograron quitarle a Trump un promedio de 5% en zonas que ganó en 2016. Pero encontramos voto diferenciado, porque en los datos preliminares encontramos ganancia republicana en el congreso en zonas donde perdió Trump y el terreno parece haberse emparejado en el senado.
Una señal interesante fue cuando los medios decidieron callar al presidente en un momento en que incitaba a la violencia y descalificaba la elección mintiendo sin aportar ninguna prueba, los 4 largos años de enfrentamiento entre el presidente y los medios finalmente culminó en un hecho político de la mayor importancia, porque demostró la verdadera libertad de expresión y el que los medios no se arrodillan ante el poder.
El análisis de resultados electorales es multi factorial, es difícil determinar que factor pesa por encima de los demás, pero permite tener un cuadro social que se expresa abiertamente.
Hasta aquí he mencionado cuestiones macro, y falta completar el análisis con temas micro, porque como alguien decía, toda la política es local, lo que explica el elevado índice de reelección en Estados Unidos; en lo local confluyen intereses comunitarios que se combinan con intereses extra comunitarios que se han asociado con los políticos, así uno puede ver popularidad local, combinada con el dinero de los grandes intereses, por ejemplo, de las empresas farmacéuticas.
Y hablando de dinero. Esta elección para todos los candidatos logró recaudar 3,690,795,665 millones de dólares, muy por arriba de los 1,462,300,000 de cuatro años atrás. Para Biden se fueron 937 millones mientras que a Trump le llegaron 595 millones, lo que parece reafirmar la premisa de que Money talks en la política. Claro que falta desglosar el origen del dinero, pero ahí está otra cara de las elecciones.
@shmil50