Por lo menos tres alcaldes recientemente entrados en funciones fueron recibidos con una salva tronadora disparada desde espacios de redes sociales. A primera vista se pensaría que es la inconformidad ciudadana que en algún momento de su gestión es natural que enfrenten, pero hay señales de que se trata de campañas mediáticas.
Los presidentes municipales de Centro, Yolanda Osuna Huerta; de Huimanguillo, Oscar Ferrer, y de Macuspana, Julio Gutiérrez Bocanegra, enfrentan, cada por su lado, una feroz andanada en internet.
Una lectura apresurada diría que ya empezó el rechazo en contra de la exsecretaria de Cultura, así como de Ferrer y Gutiérrez.
Sin embargo, hay indicios notorios de que estamos ante temas políticos.
Para empezar, Osuna está recibiendo los embates de las mismas fuentes que escaldaron a su antecesor Evaristo Hernández Cruz.
Más allá de si Evaristo incurrió en acciones –u omisiones– que ameriten quemarlo en leña verde, lo cierto es que en todo su trienio fue mantenido baja metralla, lo que en cierto momento lo hizo aparecer como “víctima”.
Para contextualizar los ataques a la presidenta municipal, conviene recordar la vez que a Hernández Cruz le editaron un video en el que se le oye decir que un aparatito para medir la oxigenación de enfermos de Covid-19 costaba 600 mil pesos.
El video –que a los ojos de personas que no conocen de guerra sucia era real– provocó la indignación de mucha gente, que con nombre y apellido compartió masivamente el material.
Se sabría poco después que la supuesta declaración de Evaristo era una entrevista en la que informaba que la comuna podría adquirir un equipo médico especializado para instalar en la entrada de Palacio Municipal para “sanitizar” de cuerpo entero a los trabajadores al llegar a sus labores.
Por el mismo tenor están siendo las críticas digitales a Osuna, a quien se le ha censurado porque la comuna cambió las cuentas oficiales en redes sociales, como si se tratara de un tema toral para la administración,
En Huimanguillo la andanada se entiende a partir del hecho de que Oscar Ferrer nunca fue el candidato de las familias que han gobernado ahí por los siglos de los siglos, y que el 6 de junio pasado cerraron filas con el candidato del PRD.
Todo apunta, pues, a que el poder económico de quienes no lograron poner a un propio en el ayuntamiento está costeando páginas web anónimas para crear un escenario propicio para que actores políticos, a partir de esas publicaciones falsas, acusen ingobernabilidad en el municipio.
Ello, mientras a Macuspana se trasladó el desencuentro que mantenía Gutiérrez con personajes con quienes ha tenido desencuentros en el pasado.
El problema en la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador es que los ataques contra el alcalde se están llevando entre las patas a la exesposa de un hermano del mandatario.
Esa versión indica que a través de la excuñada del mandatario, un consanguíneo de AMLO posee el control de la comuna.
Los adversarios del edil tumbapato recaban pruebas para llevar a la prensa nacional el caso que, al menos en apariencia, parece configurarse en nepotismo, si bien formalmente la persona bajo la lupa ya no es la cónyuge del hermano del tepetiteco.
La referida exesposa también ocupó un lugar en la administración de Roberto Villalpando, quien pidió licencia el 2 de septiembre de 2020, al parecer al detectársele actos de corrupción.
Ahora a cargo del DIF, la funcionaria referida fue parte del primer equipo de Villalpando.
@RodulfoReyes