Volver…

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Freddy Darino

“Todos vuelven al lugar donde nacieron,

al conjuro evocador de un gran amor;

todos vuelven por las rutas del recuerdo,

pero el tiempo del ayer no vuelve más…”

Estrofas del ayer que volvieron a mi mente, así, de pronto, y canté.

Sí, canté como lo he hecho siempre, sin explicarme claramente por qué hoy vinieron a mí llevándome por las rutas del recuerdo, hacia las sendas donde se evocan amores y una vez más me permitieron jugar con los ritmos de los tiempos…

Esa evocación musical me transportó de aquí para allá, haciéndome incursionar y detenerme en la historia, venir al presente y volver…, siempre volver porque es aquí en España y en este presente en donde debo plasmar los compromisos que siento.

El tiempo abstracto del ayer no vuelve más. No obstante, esa percepción movilizada con la inexorabilidad del transcurrir deja huellas, alegrías, dolores, y desafíos plagados de recuerdos…

Todo lo que se atesoró o quedó prendido de ese ayer, sí vuelve siempre, siendo este el único matiz de discrepancia relativa que ubico, en la verdad casi absoluta de la estrofa anteriormente citada.

Si volverá, que hoy retomo y siento en mi piel y en mi corazón, el conjuro evocador de mis recuerdos, para palpitar incluso si ello puede ser posible, con más fervor que ayer.

Si volverá, que uno puede reír o llorar, ratificarse o arrepentirse de los hechos y circunstancias vividas.

Si volverá que ahora siento en mis entrañas la ratificación del sufrimiento experimentado cuando siendo muy joven me desprendí de mi vocación voluntariamente, llorando por negarme a entrar por una puerta que no era la principal al soñado lugar …, respondiendo a un dictamen médico injusto sobre mis ojos con el que pretendieron y lograron cortar la vocación de mis sueños…

Si volverá, que ahora mismo me ahogo de emoción al evocar algunos acontecimientos del ayer.

Si volverá, que somos hoy lo que se nos dio o lo que se nos permitió “ser y hacer” en la vida, ese universo tan poblado de circunstancias que, en mi caso, no respondieron plenamente a la conquista de lo soñado…

Si volverá, que, de ese tiempo de ayer, depende el presente y el mañana de mis días…, ese tiempo incierto, que puede llegar a convertirse en nunca-

“El presente es un tiempo (un momento) en el que se universalizan todos los tiempos del hombre…”, escribí hace ya muchos años con la osadía de definir el presente.

Hay un vínculo, un fuerte lazo entre aquello de dónde vengo y hacia dónde voy…

“Al conjuro evocador de un gran amor” he vuelto muchas veces al lugar donde nací, a ese pueblo que no olvido, donde planté y regué mis raíces, y también lloré amargamente a la madre que me dio la vida, cuya partida sin retorno hacia otra dimensión, se produjo tan tempranamente, cuando yo tenía apenas veinte meses de vida y ella veinte años…

Esos llantos secaron el lago de mis lágrimas…

Soy hoy un humilde y sencillo ser en el que se manifiesta mi existencia, para transitar con un verdadero sentido los senderos del presente, hacia el mañana por el que lucho constante y denodadamente, contra todo y todos los que se empeñar en marchitar nuestra dignidad…

Sí, hasta el mañana, porque siento que, aunque yo ya no esté por haber partido un día después del último suspiro, me proyectaré de algún modo gracias al recuerdo de quienes me honren deteniéndose en mí, enriqueciendo el enlace generacional…

Al menos mis escritos harán fuerza en la ruta del recuerdo, aunque sea por un instante más, y en una sola hoja de la enorme cantidad que seguramente he dejado registrada, dada la fuerza irresistible de esta pasión que me quema por dentro, evitando que la lápida del olvido, concrete su desenlace fatal y final.

Será una sencilla manera de proyectarme, alargándome un poco más la vida cuando yo “volver” de ese modo, pueda ingresar en el hoy de cada quien que resuelva acercarse a mí para dialogar conmigo, aunque ya no esté…, a través de lo que se me ha permitido en ese “ser y hacer” de mi ya larga existencia…

Escritor

Publicado originalmente en elimparcial.es