¿Cambió algo en la batalla por la candidatura de Morena al Gobierno de Tabasco la ofensiva mediática contra el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Enrique Priego Oropeza? A simple vista no se alteraron los factores de poder y, a juzgar por el respaldo que le manifestaron diversos sectores, el titular del Poder Judicial salió indemne del episodio.
De acuerdo con analistas, el trasfondo del embate del director del ISSET, Fernando Mayans Canabal, era posicionar su imagen de cara a las elecciones de 2024 con un discurso que “tocara” a las bases más desprotegidas de la sociedad que utilizan la seguridad social.
Por ser considerado un político conciliador, a muchos les llamó la atención la dura respuesta del exgobernador, quien recordó que en tres años el funcionario no ha interpuesto ninguna denuncia en contra de los jueces que él considera venales.
Priego Oropeza bien pudo sortear la metralla absteniéndose de polemizar para no alimentar el morbo en la opinión pública, pero optó por dar la cara.
¿Se movieron las piezas en el tablero de la sucesión? No hay indicios de que así haya sido y, en todo caso, el fortalecido pareció ser quien fue el blanco del fuego amigo.
¿Creció la figura de Fernando Mayans? Si bien su nombre estuvo en la agenda pública del estado durante un par de semanas, al menos en la plana mayor de la llamada ‘Cuarta transformación’ no fue bien visto su lance, toda vez que a Priego Oropeza se le considera pieza de lujo en la 4T tabasqueña.
Además, la cabeza visible de la corriente que apoya al funcionario, Raúl Ojeda Zubieta, tuvo que salir del estado por los días en que la refriega estaba en su apogeo, pues fue invitado a hacerse cargo de la delegación de Morena en Morelos.
Y en los “usos y costumbres” del lopezobradorismo se sabe que cuando del partido del presidente te llaman para cumplir un encargo fuera de tu tierra, simboliza que no estás considerado para la siguiente elección.
No puede afirmarse que el grupo fundador se haya quedado huérfano por la partida de Ojeda, un cuadro con mucha presencia en la izquierda tabasqueña, pero sí se puede sostener que ha perdido a su puntal más fuerte.
Además, el exdirigente del partido, César Burelo, se desmarcó, en un comunicado personal enviado a esta columna, de apoyar al director del ISSET.
Y ni quién ponga en duda que el oriundo de Cunduacán es uno de los rostros con mayor autoridad que le quedan al lopezobradorismo en el Edén.
En resumen, puede aventurarse que a Priego Oropeza no lo desmereció la campaña y que si bien el funcionario que se les fue encima a los jueces chocos posicionó su nombre al menos durante dos semanas, políticamente no funcionó la estrategia.
Esto último porque en la clase gobernante no se cree que haya sido “coincidencia” que la exdiputada priísta Lorena Beauregard atacara al mismo tiempo a Priego Oropeza.
¿En quedó el capítulo? Tal vez lo resuma la actitud del extitular del Ejecutivo cuando la prensa lo inquirió sobre la frase “amor y paz” que le dirigió su detractor, y –entonces– guardó silencio y ni siquiera movió un dedo para negarse, mientras dibujaba un rostro descompuesto.
PARA SU INFORMACIÓN…
ALGUNAS FUENTES TRATAN de involucrar al secretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, en los hechos denunciados en el documental ‘Duda razonable, historia de dos secuestros’, aunque él regresó a la función pública en 2019 y el caso se presentó en 2015.
@RodulfoReyes