Algo no cuadra con los números sobre el desempeño de Claudia Sheinbaum en sus primeros tres años de gobierno, pues mientras en junio pasado los capitalinos reprobaron con voto de castigo a la 4T. Hoy las encuestas la aprueban..
Aunque no estuvo en las boletas de la elección intermedia, la derrota de Morena en la capital reflejó la inconformidad ciudadana con su administración.
Porque si bien es cierto que la oposición ganó nueve de 16 alcaldías, también lo es que en 2018 sólo tenía tres, y que en junio pasado en otras cuatro estuvo a punto de triunfar.
A partir de esa derrota, en Palacio Nacional tomaron la operación política de la capital y comenzaron una estrategia mediática, que incluyó un ajuste en el look de Sheinbaum, con nuevo guardarropa y un maquillaje.
Se le recomendó visitar el interior del país y plegarse al Presidente, cuyo cobijo le ha dado nuevo impulso.
Además, se nota un aumento en su promoción personal, y todo ello le ha redituado en una mejor imagen, aunque la duda es si solamente entre las bases de la 4T, o entre otros sectores de la población.
Contra su discurso de austeridad en su gobierno, solicitó al Congreso de la Ciudad de México un presupuesto de 400 millones de pesos para difusión de sus actividades en 2022.
Lo que la jefa de Gobierno está pidiendo para promocionarse, es exactamente lo que el año pasado le donaron en Donceles, para que supuestamente lo aplicara en el combate a la pandemia de covid-19.
La gobernante ya entendió que el gasto en medios funciona, y pese a la austeridad republicana que pregona la 4T, y a las necesidades apremiantes de la capital, solicitó más dinero para este rubro, que por supuesto le será concedido por Morena y sus rémoras.
Este gasto representa ocho veces más de lo que propone invertir en infraestructura de Salud, por ejemplo. Pero a estas alturas es más importante su promoción política, toda vez que la carrera por la sucesión ya arrancó.
La funcionaria necesitará de eso y más si quiere que su figura se consolide, pues el siguiente año empezará a dar marcha atrás a promesas que hizo en su campaña de 2018, como la de no implementar nuevos impuestos, por ejemplo, y menos inventarlos.
Ahora sale con que a partir de enero los repartidores de comida y de productos comprados por internet pagarán por usar las calles. O sea que la gente que en lugar de esperar a que el gobierno le diera dinero se puso a trabajar, tiene que pagar por ello.
Muchos invirtieron en una bici, una moto o un cochecito para trabajar por su cuenta y mantener a sus familias, pues la pandemia de covid-19 pegó duro.
Como la actividad del pequeño comercio funcionó, Sheinbaum quiere imponerles un impuesto por usar las sucias, inseguras y agujeradas calles. Y todo para que quienes decidieron trabajar, mantengan a los que no lo quieren hacer, pero que son clientela de Morena.
Por eso muchos se sorprendieron que en su informe de ayer, Claudia afirmó que está satisfecha porque ha terminado con los privilegios de unos cuantos, y que reforzará la entrega de becas y apoyos.
CENTAVITOS
A raíz de las primeras encuestas con miras al gobierno de la CDMX para 2024, varios morenos se empiezan a volar, pues personajes como Clara Brugada se emocionan porque salen arriba de Ricardo Monreal, Mario Delgado y Martí Batres, por ejemplo. Su emoción les impide ver que las encuestas señalan que la cantidad de negativos superan hasta 60 por ciento con respecto a los apoyos.