Con el Año Nuevo, se intensificará el calor político electoral en las seis entidades federativas que renovarán gubernatura: Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca.
De entrada, porque en la primera semana de enero arrancarán las precampañas electorales, exactamente el día 2 en la mayoría de esas entidades, con excepción de Quintana Roo donde la precampaña arrancará el día 7.
Y esas ya son fechas establecidas con antelación por el Instituto Nacional Electoral (INE) en concordancia con los Organismos Públicos Electorales (OPL) y cuadrándolos con las respectivas legislaciones locales.
Así que a estas alturas, la mayoría de los partidos políticos ya deben tener listas sus precandidaturas para las respectivas contiendas internas, a menos de que vayan con precandidatura única, en cuyo caso aplican ciertas restricciones en precampaña. Otro supuesto para la definición de la precandidatura es que aguarden a concretar coalición.
Pero en cualquier caso todo debe cuadrar con los tiempos legales y el calendario electoral.
Total, es derecho de los partidos políticos realizar precampaña o no realizarla. Eso sí, las personas precandidatas (y, por supuesto, los mismos partidos políticos) deben cuidar sus actos y acciones, porque la autoridad electoral competente desde el primer minuto empieza a contar todo para ver si entra en gastos de precampañas, en actos anticipados o en cualquier infracción a la normatividad electoral.
Y ya vieron el caso de Félix Salgado, quien quedó fuera de la contienda electoral por no haber hecho el reporte correspondiente sobre gastos. Y miren, como los procesos electorales son algo así como la guerra, los adversarios externos y también internos estarán a las vivas para captar cualquier error de los precandidatos y precandidatas.
Los peores enemigos son los internos.
En fin, también se intensificará el calor político-electoral porque igualmente en los primeros días de enero la mayoría de las entidades federativas con elecciones de gobernador (en algunas habrá también elecciones de diputados y de ayuntamientos) se cierran los convenios de coalición y, tras las precampañas, vienen las campañas electorales.
O sea, el proceso electoral entra prácticamente a la cúspide de la etapa de preparación de la elección.
Así las cosas. Mientras, el ambiente político-electoral sube de tono, se torna más interesante, con las precampañas, que dependiendo del partido político o de la coalición, desde ese momento se puede saber quién se convertirá en el gobernador o gobernadora de la entidad de que se trate. Claro, también depende del perfil y de la aceptación del candidato o de la candidata; además de otros factores relacionados con la organización electiva por parte de las fuerzas contendientes.
No obstante, tampoco se puede cantar victoria desde las precampañas electorales porque en política nada está escrito y las circunstancias suelen cambiar con la velocidad de la luz. Puede, por ejemplo, caerse la precandidatura por alguna impugnación interna o por alguna infracción a la ley electoral.
O, peor aún, una vez concluida la precampaña y habiendo candidato o candidata, puede caerse la candidatura tal como ocurrió en Guerrero en el proceso electoral 2021, o desinflarse como pasó en Nuevo León en el mismo proceso electivo.
INDEPENDIENTES
Con el año nuevo, también se definen a las personas aspirantes a candidaturas independientes en la mayoría de las seis entidades y empieza la recolección de firmas para reunir el apoyo ciudadano exigido por la normatividad electoral.
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