- Monreal Ávila no acusaba por oficio violación de DH
- Habrá que revisar también el caso de Del Río Virgen
Cuando vi a Cuitláhuac García como diputado federal por el Distrito electoral federal 10 de Veracruz, con cabecera en Xalapa-Enríquez, en la LIII Legislatura, que sesionó de 2015 a 2018, me pareció un personaje muy interesante. Lo veía progresista y hasta de izquierda.
La verdad es que no lo seguí porque había que seguir a 500 diputados de todos los partidos, otros tantos senadores, las fuentes económico financieras etcéteras. Pero el veracruzano me dejó muy buena impresión.
Me dio mucho gusto que ganara la gubernatura. Por fin, los veracruzanos descansarían, se desembarazarían de gobernadores corruptos, que sólo iban a palacio y a casa de gobierno a idear cómo robar del Erario, cómo compartir sus robos con sus amigotes o cuánto meterle en la boca a los periodistas.
Cuitláhuac era una excelente alternativa. Acabaría con esas inveteradas prácticas delictivas que sacaban cada tres o seis años camadas de nuevos ricos, de nuevos millonarios, unos, y multimillonarios, otros.
Ya todos conocen a los ex gobernadores bandidos desde el ahora dueño de la franquicia Movimiento Ciudadano.
A García le perdí la pista. Excuso decir que jamás crucé una palabra con él. Es muy serio; lo veía muy retraído. Casi no miraba a los ojos. Pero me infundía confianza.
Jamás imaginé que iría a promover la tipificación del “delito” de “ultrajes a la autoridad”, cuando aquí y en Veracruz, quienes ultrajan a la ciudadanía, con el pretexto de que son “autoridad”, son los policías y no sólo eso, sino que roban, extorsionan, amenazan, a los ciudadanos, que no tenemos cómo defendernos de ellos.
Con fundamento en ese retrógrado delito, tipificado por los diputados locales, han sido encarcelados muchos veracruzanos. No me consta, pero imagino que debe de haber muchos alvaradeños, candidatos a engrosar las filas de presos en Pacho Viejo, porque su modo de hablar los incita al delito mencionado. No pueden hablar entre ellos, si no es a mentadas de madre.
Yo ya habría estado en el bote bien refundido, porque soy muy altanero cuando veo a un policía vejando a una indígena vendedora de chicles, por ejemplo.
Increíble que aquel legislador veracruzano, como gobernador tenga que rectificar decisiones nada democráticas, sólo porque se lo pide la CNDH (institución muy lopezobradorista).
Cuatro jóvenes estuvieron en Pacho Viejo como cuatro meses, solamente porque los policías decidieron que habían cometido el delito de “injurias” a la autoridad.
Y de acuerdo con fuentes periodísticas veracruzanas, los jóvenes, que ya han sido liberados, no son los únicos. Que hay muchos más inocentes purgando un delito que sólo se le ocurrió a Cuitláhuac.
Lamento que el presidente de la república haya manifestado, recientemente, su apoyo incondicional al gobernador, poniendo en grave riesgo su amistad con el senador Ricardo Monreal Ávila, quien tenía toda la razón de pelear con Cuitláhuac para que sacara de la cárcel a los inocentes.
Es de reconocer también que el gobernador dio marcha atrás y pidió al congreso local convocar para la revocación del “delito”.
Y es urgente también que se aclare la detención, por “asesinato”, del Secretario Técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel Del Rio Virgen, encarcelado en Pacho Viejo, por presunto asesinato. Este caso ha mantenido al senador Monreal muy activo porque está más que convencido de que su ayudante en la Jucopo es inocente.