Los dos precandidatos de la cuadra del presidente Andrés Manuel López Obrador están construyendo su proyecto de manera opuesta entre ambos: mientras la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, busca parecerse cada día más al tabasqueño, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, cincela una imagen que dista de lo pendenciero de su jefe y paisano que despacha en Palacio Nacional.
La mandataria capitalina se confronta con adversarios reales e inventados de su mentor, y se involucra en temas de la agenda nacional que explota el ejecutivo federal.
En cambio, el tabasqueño que despacha en Bucareli ha sido más discreto en sus actividades, sin menoscabo de que ha aprovechado las plataformas que le ha dispuesto la llamada ‘Cuarta transformación’ para su lucimiento.
Actores enfrentados con López Obrador se han sentado con Adán Augusto, y después de las reuniones han tenido elogios para él.
Vaya, el propio periodista Carlos Loret de Mola ya le dedicó una columna donde destaca sus dotes de conciliador. ¡Y el yucateco es considerado el enemigo público número uno de la 4T!
Ayer fue el periodista Joaquín López Dóriga quien se deshizo en cumplidos para López Hernández.
“Adán Augusto López Hernández sigue siendo el operador del Presidente para atender a los que su jefe desdeña. Por su despacho ha pasado toda la oposición, ayer los gobernadores del PAN, que nunca han sido recibidos en Palacio, y también empresarios. Este tabasqueño se ha convertido en el puente y puerta conciliadora que tanta falta hace en los tiempos de ira de la 4T”, aseguró el autor de En Privado.
Ciro Gómez Leyva, titular del noticiero nocturno de Imagen Televisión, el informativo electrónico con más audiencia en México, también ha desgranado flores sobre el segundo tabasqueño en importancia del gabinete federal.
Así se puede continuar con los nombres de los principales formadores de opinión del país que han caído en el embrujo de Palacio de Cobián.
Lo revelador es que las voces que se están alineando con el responsable de la política interna son tachados de enemigos jurados de AMLO.
Por eso no se cree que López Hernández tenga su propia agenda, sino que sigue un guion encaminado a mostrarlo como un político conciliador.
Con toda seguridad, Adán Augusto tiene permiso de su jefe para buscar a quienes se encuentran peleados con él.
Quizá la reunión más emblemática de esto sea la que tuvo con el gobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, a quien se señala como autor de la investigación de agentes del FBI que develaron la “casa gris” de José Ramón López Beltrán.
PARA SU INFORMACIÓN…
EL PRESIDENTE NO debió salir y dejar a los reporteros mientras temblaba ayer en la mañanera. No actuó como capitán de la barca. Eso va a repercutir en su imagen.
@RodulfoReyes