Ya lo dijo don Benito Juárez García: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al Derecho ajeno es la paz”.
Frase tan vigente en la actualidad a nivel mundial, sin que México sea la excepción; afortunadamente aquí la situación no es de guerra con otro Estado nacional.
Sin embargo, en nuestro querido México prevalece un ambiente de encono entre los diversos partidos políticos, que de la militancia se extiende a la comunidad simpatizante, alcanzando a la ciudadanía en general.
Es como si el interés supremo fuese el poder por el poder mismo, no México.
Y quien tiene el deber de procurar la paz, parece fomentar el encono: El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Él tiene el derecho de disentir de las acciones de la oposición como, por ejemplo, en cuanto al revés a su reforma eléctrica por parte de las bancadas del PAN, del PRI, del PRD y de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados Federal.
Por supuesto, esa oposición tiene el mismo derecho de disentir de las propuestas del mandatario nacional; y lo ejerció a plenitud rechazando dicha reforma, que según no incorporaba las propuestas de los opositores.
Y los morenistas, empezando por AMLO, calificaron a las personas legisladoras de oposición como “traidoras de la Patria”. Y viceversa.
El grueso de la ciudadanía desconoce quiénes son los “traidores” (los promotores de la reforma eléctrica o los opositores a la misma), pues francamente la mayoría de la población mexicana ignora los beneficios y los perjuicios que representaba la citada reforma.
El presidente López Obrador, Morena y aliados deben tener sus razones; también la oposición. Pero en conjunto fueron incapaces de confeccionar una reforma equilibrada.
En fin, que en el debate en el Senado de la República de este miércoles, en la discusión de la reforma a la Ley Minera para dar al Estado Mexicano la rectoría sobre el litio, senadoras se enfrascaron en reproches sobre el calificativo de “traidores a la Patria”.
Lilly Téllez recriminó a Citlalli Hernández, secretraria general del Comité Nacional de Morena, la “campaña de odio” emprendida en contra de los legisladores que han rechazado las reformas de AMLO.
Y es que la dirigencia nacional de Morena el lunes mismo anunció exhibir a quienes votaron en contra de la reforma eléctrica del presidente López Obrador, mediante la instalación de tendederos con las fotografías, nombre y partido al cual pertenecen, para que la ciudadanía conozca a los “traidores a la Patria”.
Lilly Téllez, quien se ha convertido en acérrima critica de Morena y de AMLO, recriminó a Citlalli: “¿Cómo usted se va a responsabilizar por los efectos agresivos contra los legisladores que usted ha boletinado? ¿Qué acciones va a tomar para frenar la campaña de odio que ha emprendido contra quienes han votado en contra de los deseos de López Obrador?”
Evidentemente, Citlalli Hernández se defendió argumentando: “Los que han difundido odio son ustedes, la oposición; clasista, racista…nosotros sostenemos que quienes votaron en contra de una reforma energética que favorecía los intereses de este país, son traidores a la Patria; eso no es boletinar, eso no es atentar contra la existencia de nadie…y si ustedes defienden no serlo, no salgan con la gente y pregúntenle…Ustedes son traidores a la Patria.”
La senadora morenista remató con la siguiente frase: “¿Y qué sigue después de eso? que la ciudadanía lo exprese por la vía pacífica, democrática, cívica y electoral; en las próximas elecciones la ciudadanía va a seguir votando en contra de ustedes”.
No es cualquier frase; ésta expresa el fondo, no solamente de las reformas, sino también de las “campañas de odio” de Morena contra la oposición y viceversa; el fondo es eminentemente electoral.
AMLO va a más de la mitad de su sexenio, prácticamente en el declive de su administración rumbo a la sucesión presidencial de 2024, acompañada de la renovación de las cámaras del Congreso de la Unión y de cargos en casi la mitad de las entidades federativas (congresos locales, gubernaturas y presidencias municipales).
Previamente, Morena tiene como prioridad las seis gubernaturas a renovarse este año, y las dos a elegirse en 2023.
Es evidente que AMLO, vía Morena, quiere “carro completo” de aquí al 2024. Y la oposición va por los espacios perdidos, sobre todo desde el 2018, por eso el PAN, el PRI y el PRD han estado actuando como alianza legislativa y como coalición electoral en aquellas entidades con más posibilidades de ganarle a los morenistas.
Todo tiene objetivo electoral.
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