Nuevamente miente el presidente: “No es mi fuerte la venganza, y si bien no olvido, soy partidario del perdón” ha sido su pronunciamiento público pero su comportamiento es totalmente antagónico. Su gobierno y Morena pretenden iniciar una campaña (cacería) otra vez costosísima ahora para denunciar a quienes no coinciden y piensa como él. Ya los etiquetó como “traidores a la patria”.
Esto evidentemente rompe con la disciplina de una democracia sana y actuante. Pero quizá les haga un favor a todos estos legisladores, aunque este ejercicio sea nocivo y fascista. Nos recordarán a los legisladores que ejercieron su facultad de expresión acreditada y garantizada por la Constitución.
Aquellos que se opusieron no solamente a una iniciativa presidencial sino al engaño, a la estafa, al acarreo, pero salieron a defender los derechos y garantías individuales y a instituciones como el INE. Son personajes que llegaron a su curul por voluntad y decisión en las urnas, no por imposición. Son individuos que presentan otra alternativa al futuro energético del país. Y por ello, como los científicos mexicanos, son perseguidos.
Traidores son aquellos que como prófugos se han auto exiliado en otras naciones para evitar ser aprehendido y por lo menos cercanos, muy cercanos, al presidente hay dos: Gómez Urrutia y Marcelo Ebrard. Traidor es aquel que obliga a su Ejército a rendir honores a personajes acusados de violentar los derechos humanos de su pueblo y a someterlos a tiranías.
Traición es no responder ante evidentes actos de corrupción dentro de su familia porque dañan a la nación no solo en su moral sino en su estabilidad. Traicionar es ejercer un poder público para exhibir los salarios de periodistas (ciudadanos) cobardemente afirmando que recibió la información de manera anónima.
Traición es dejar en la calle a un gobernador con pruebas de la actuación del crimen organizado en las elecciones, pero si recibir y leer documentos de la madre de uno de los criminarles más buscados en el mundo.
Traición es permitir riquezas y abundancia, opulencia y abusos, de sus colaboradores mientras se disfraza baja una campaña de “primero los pobres”. Traición es dejar a semejantes sin atención médica, pero destinar los recursos públicos a favorecer al béisbol.
Traición es un término muy fuerte, pero lo esencial es que traición es una “falta que comete una persona que no cumple su palabra o que no guarda la fidelidad debida”, así de preciso es el significado.
Más del 80% de los mexicanos han decidido con su silencio, su abstención, no continuar con las trampas del enjuiciamiento a expresidentes o de la revocación, ¿a eso también se le llama traición? ¿López Portillo señaló que era posible convertirnos en cómicos, AMLO nos convertirá a todos en traidores? Y que conste que es pregunta.
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