- En el escenario de las elecciones estatales en seis estados, el partido Morena incrementó las presiones sobre la alianza opositora, pero al parecer más con la intención de debilitar la coalición que tener algún repunte en las elecciones. Y aunque el objetivo político fue atacar al PRI, en realidad el adversario a vencer es el PAN, en tanto que el tricolor no ha podido recuperar votos y el PRD aparece ya en camino a la disolución.
- El centro del operativo la semana pasada fue el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas Alito, quien apareció en grabaciones clandestinas e ilegales rompiendo de manera agresiva con la prensa y ordenando la realización de tráfico de poder para la compra de inmuebles. La respuesta del priísta fue de menor calado y trató de meter el debate nada menos que el secretario de Gobernación, pero sin ningún resultado convincente. Eso sí, dejó entre las patas de los caballos al desprestigiado político chiapaneco Manuel Velasco, por ser el presunto intermediario de amenazas del Gobierno morenista a los priístas para votar por la reforma eléctrica.
- El uso de grabaciones clandestinas y de órdenes de aprehensión es ya de uso común y en realidad su efecto es menor al deseado, pero no por ello dejan de causar escándalo político que desprestigia a los destinatarios. Lo malo de todo es que los políticos no entienden y siguen hablando por teléfono a sabiendas de que en alguna oficina pública o privada alguien están grabando las conversaciones para darle utilidad política.
- El dato más revelador en las últimas semanas se localiza en el proceso de desaparición virtual del PRD como partido político. El único perredista que aparece cuando menos publicando artículos es Jesús Zambrano, en tanto que el responsable de toda la debacle del partido es Jesús Ortega Martínez y en los hechos no aparece por ningún lado, incluyendo cada vez menos presencia en reuniones de la Coalición Va por México. Los Chuchos perdieron capacidad de liderazgo y las tribus se han ido trasladando a Morena en un proceso silencioso de desfondamiento inevitable.
- El agotamiento de la fuerza política del PRI y del PRD se veía llegar en los últimos años por la ausencia de figuras importantes del liderazgo político. Y en el caso del PRI se agrega la ruptura familiar entre los Moreira, con Humberto atacando de manera despiadada a su hermano Rubén y a su esposa Carolina Viggiano, esta última secretaria general del PRI que compite como candidata de la Coalición Va por México, pero bajo el escudo del PAN, significando la pérdida total de identidad del tricolor. La acusación de Humberto de que la familia Moreira-Viggiano está marcada por el fraude electoral fue un dardo envenenado a la candidatura aliancista en Hidalgo.
- La única salvación que se perfila para la Coalición Va por México se encuentra en la posibilidad –remota, pero viable en teoría– de que el partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado deje de marchar en solitario y se sume a la Coalición, pero con datos de que el veracruzano siente que perdería votos en alguna alianza con el PAN y el PRI.