¿Se podía esperar algo más? no. Luego les fastidia a PRI y PAN y seguidores abiertos o encubiertos, que se les señale de caducos y anquilosados, pero no dejan de mostrar los mismos rostros ajados de toda la vida.
No se ayudan. 6 años tuvieron para renovarse a profundidad, para mostrar otros rostros, construir candidatura presidencial y nos obsequian solo improvisación y repetición de sus viejas mañas. Que ni se adornen ni edulcoren su proceder.
Tuvieron tiempo de sobra para renovarse y nomás no. No se les da como no se les da la transparencia, el buen gobierno, ver por la gente, dar resultados sensatos. Sacan otra vez los mismos nombres, chango viejo no aprende nuevos trucos y lo confirman. Nombres desgastados, quemados, desprestigiados a cuál más, con halo de corrupción y de pésimos resultados para la gente. ¡Aahhh! que en sus partidos son estupendos, balbucean, pues allá ellos, pero eso no es sinónimo de que a la gente sirva verlos por enésima vez en el Legislativo. Legislan y legislan, no se vayan a cansar.
Salen ambos partidos a mostrar unas listas de impresentables que rehúyen la urna, llegarán de rebote si es dudosamente que la gente favorezca a sus nominales, porque solo por esa vía indirecta amarrarían sitial, pues de someterse a los electores los detendrían en sus aspiraciones voraces de ingresar al Legislativo.
Chapulineo tradicional es lo que hacen. Vázquez Mota –las dos veces perdedora en la urna se va a la pluri– busca la de Diputados, tan inmerecidamente como fueron incluidos Cortés y Alito al Legislativo, faltaba más. Vergonzoso, a los 3 no les debe nada el pueblo mexicano. Y lo más importante y que los electores el 2 de junio y desde ¡ya! valoren y calibren: ¿a todos esos qué se les debe, como para premiarlos ¡otra vez! con un sitial en las cámaras legislativas? No sueltan, no tienen llenadera, ese es el único mensaje que realmente envían. Y no tienen a otros. La lista de nombres de siempre habla de una clase política mexicana enquistada y viciada a cuál más. Esos nombres llevan 40 años sonando. No hay capacidad de renovación.
¿Anaya? ¿qué le debe la Patria? Y otra vez Jorge Romero, quien querrá fuero, pues lo del cartel inmobiliario lo salpica, ya habiendo embarrado al PAN. La derrotada priista Viggiano quiere sitio y lo agandalla junto con Alito, pese a que su desempeño al frente del PRI la descalificaría de cabo a rabo para pretender ir por más. De esas personas que representan a nada y a nadie. Y su marido, Moreira, va por otra. ¿Cómo, para?
Ya no digamos Beltrones. ¿De verdad, no tienen a otro? Ya se ve que no.
88 senadores de 128, decían notas informativas a finales del año anterior, manifestaban su intención de reelegirse. La verdad, son demasiados para sus escasos y muy cuestionables méritos cuando hablamos de los opositores a Morena, sobre todo. Que los electores se encarguen de ellos como ya frenaron a los diputados opositores reeleccionistas en 2021. No basta querer, pregúntese a los electores. Los electores al centro. Es que son operadores políticos, dicen. Ese es su problema, en cuanto al porte a la gente, es nulo.
A todo esto, Luis Donaldo Colosio Riojas anuncia su intención de un escaño. Pues bien, esta columna no tiene empacho en decirlo: México no le debe nada la familia Colosio. Si lo gana, que sea por él.
La indigesta ensalada que propone la oposición a Morena para consumirla los electores, que se pueden librar de ella, la rematan Kenia López (¡venga! a pegar de gritos cual posesa ahora en la de Diputados). Enrique Vargas y Marcela Guerra, la que siempre le cubría las espaldas a Peña sobre todo en el legislativo callándolo para no exponer a Peña en encuentros como el sostenido con el entonces vicepresidente Biden, impidiendo que le preguntaran sobre el espionaje al priista. Una tapadera del priismo.
Y no faltan los desaprensivos y tapeteros “analistas” que dicen ante tan estropeada lista de aspirantes, que los partidos echan toda la carne al asador –la verdad es qué de ser carne, no pasarían la prueba de confiabilidad y sanidad de Profeco o de la Secretaría de Salud por no ser carne apta para consumo humano– y que va lo mejorcito a la siguiente legislatura. O están orates o con cualquier tostada se llenan o, de plano, su servilismo opinador desmesurado y vergonzante, los obnubila. Elogiar semejante panorama de propuestas no habla de honestidad intelectual. Se equivocan en sus elogios, puesto que conocemos bien a las fichitas que se proponen para los cargos legislativos. Como se dice coloquialmente ¿carne? están pa’l perro. De la burguer, pues.
Las listas que ofrecen para cargos de representación proporcional son una baraja muy trucada, gastada, no renovada, marcada, ajada. Una vergüenza de la A a la Z, sin ideas nuevas, sin rostros nuevos, esos nombres, de nulo aporte en favor de México. Pero se los hemos dicho en esta su columna, la oposición está incapacitada para proponer nada en pro del país y para renovarse. Si lo hiciera, se extinguiría. Son los mismos nombres de siempre, otra vez aspirando a seguir mamando del presupuesto. ¿Y los aportes, ‘apá, que lo justifiquen?
Por cierto, Anaya ¡otra vez! a un cargo de a dedo, de rebote, como todos en su carrera política, rehuyendo las urnas, aspirando a cargos que no pasan por la urna directamente, buscando el voto directo. Es que solo así, pues cuando lo intentó por voto directo (2018) perdió, como era de esperarse, como era natural por su impresentable estampa. Y Cabeza de Vaca, va por el necesario fuero. Sí que está carente el PAN de figuras decentes.
La oposición no se renovó de cara a 2024 y eso explica esta lista de caducos políticos prianistas impresentables. Eso pasa cuando te la pasas casi 6 años solo insultando a López Obrador, diciéndole “no” a todas sus iniciativas, no proponiendo otras sensatas a cambio y, en resumen, en vez de ponerte a trabajar y a construir mejores opciones que solo presentarnos a los mismos de siempre.