Vicente Fox como Ejecutivo Federal necesitaba de un eficiente vocero como Rubén Aguilar para detallarnos “lo que el presidente quiso decir”. Era una modalidad inusual durante un inusual sexenio. Pero nunca imaginamos que un mandatario, sin usar a su vocero (hoy transparente y que en varias ocasiones desmiente a su jefe como en el caso de la renuncia de Julio Scherer), para poder expresar una idea tuviera que valerse de Chico Ché.
Las únicas palabras que logra hilar son para atacar. Y mantiene todos los días a un grupo de sumisos servidores que se hacen pasar como reporteros para adularlo o felicitarlo por su manifiesta “energía”. Todos están bien identificados y son premiados con viajes lo mismo al Tianguis Turístico que a las giras del tabasqueño. Son tan burdos que hasta eso presumen.
Por ello llamó la atención en la mañanera más prolongada del sexenio la contundente participación de la colega Reina Haydee Ramírez que, como otros pocos, desmantelaron la escenografía diaria en Palacio Nacional, incluso identificando a uno de los agachones y le aplicó el “tú eres un palero”. Ese circo lo conocemos y bien.
Pero cuando AMLO se enfrenta a verdaderos profesionales de la información esquiva diciendo “tengo otros datos” o él mismo asegura que representan a medios conservadores y opositores a su movimiento. Una señal inequívoca de corrupción en un gobernante es guiarse por el engaño y falta a la honestidad. Abusar del cargo para difamar y atacar es otro síntoma de la impunidad y soberbia. Rodearse de aplaudidores es menester de una profunda inseguridad.
Para subirse a una tribuna y emplear el tiempo de la nación debería recordar y aprender de Esopo, personaje que vivió en el siglo V antes de Cristo. “La lengua es el fundamento de la filosofía y de las ciencias, el órgano de la verdad y la razón. Con la lengua se instruye y se construye las ciudades y las civilizaciones, se persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, con la lengua se reza y se declara el amor y La Paz”.
Esa era la parte bella de la explicación, pero Esopo fue más allá y dijo: “la lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, con la lengua se calumnia, con la lengua se insulta y se rompen las amistades. Es el órgano de la blasfemia y la impiedad. No hay nada peor que la lengua. La lengua es un arma de doble filo: el hombre indefenso por naturaleza no tiene colmillos, no tiene garras, no escupe fuego, pero tiene el don del lenguaje y una lengua tan suave como la miel y tan afilada como un puñal”.
Llevamos cuatro años que AMLO ha decidido aplicar la parte negativa de la función de la lengua y el lenguaje.
Sería bueno preguntarle si siquiera sabe quién fue Esopo. Pasaron 14 años para titularse tiempo suficiente como para darle una revisadita al fabulista de la antigua Grecia.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla