En su mensaje por el año nuevo, António Guterres, secretario general de la ONU, se congratuló porque 2021 vislumbra un escenario más optimista gracias a la celeridad de las vacunas anticovid que, insistió, no deben dejar a nadie atrás.
Las perspectivas económicas para el año que recién inicia pasan por una recuperación en uve que será más lenta en aquellos países más golpeados por la urgencia sanitaria derivada del SARS-CoV-2 y su incidencia en la masa productiva.
El balance de 2020 será totalmente negativo en el PIB global, con una estimación que la OCDE cifra en el -4.2%; el Banco Mundial prevé una caída del -5.2%; el FMI en -4.4% y la Comisión Europea en un descenso del -4.3 por ciento.
Para 2021, las expectativas son más halagüeñas, anticipándose un rebote de la macroeconomía gracias al restablecimiento de las cadenas de suministro en el comercio mundial, a las políticas fiscales y monetarias y a los planes de financiamiento y de compra de deuda por parte de diversas instituciones de banca central.
La aplicación de las vacunas desde diciembre y a lo largo del nuevo año permitirán a sí mismo recuperar un mayor margen de maniobra en cuanto a la movilidad y el trasiego de las personas.
Si bien ningún organismo internacional anticipa que sea inminente, de la noche a la mañana, las previsiones después de abril y de cara al verano, indican una mayor movilidad y hasta viajes por turismo.
El escenario en 2021 anticipa un PIB estimado del 4.2% según la OCDE y el Banco Mundial; de 5.2% de acuerdo con el FMI y de 4.6%, en la perspectiva de la Comisión Europea.
Si bien, China el año pasado irrumpió con Wuhan como zona cero del coronavirus habría logrado un crecimiento ubicado entre el 1.8% al 2.2%; y en los próximos meses recuperará su papel eje de la economía global por su enorme bifurcación comercial con todos los países.
A COLACIÓN
La mayor parte de los organismos internacionales ubican por encima del 8% el crecimiento de la economía china para 2021, salvo la Comisión Europea que lo predice en 7.3 por ciento.
Todas las regiones a excepción de Asia-Pacífico cerraron el año pasado en negativo en el renglón del crecimiento económico, América Latina y el Caribe ha sido una de las regiones más afectadas con una caída estimada del -8.1% para el FMI y del -7.2% para el Banco Mundial.
En la opinión de Laurence Boone, economista en jefe de la OCDE, por primera vez desde que inició la pandemia “se vislumbra esperanza” para un futuro mejor.
El progreso de vacunas y tratamientos ha elevado las expectativas y la incertidumbre ha retrocedido. Los próximos meses estarán marcados por las campañas de vacunación y la recuperación de la confianza por parte de los inversionistas”, a juicio de Boone.
Desde la sede de la OCDE, en París, su titular José Ángel Gurría coincide con la preocupación de Guterres como cabeza de la ONU e igualmente hace hincapié porque los más desprotegidos no queden a la vera de las vacunas en países en guerra o en campos de refugiados.
Para la OCDE es crucial restablecer la confianza en la economía a través de las campañas de vacunación y de los fármacos anticovid, eso permitirá enfocar las políticas públicas en la recuperación.
Cada región ha resentido en diversa magnitud el impacto de la pandemia, en esa medida será también su vuelta a la normalidad que para la OCDE pasa además por una combinación de medidas: “Los formuladores de políticas públicas tendrán que preservar tanto el apoyo fiscal como a la salud pública, y a la vez actuar con determinación para retomar impulso”.
@claudialunapale