Ayotzinapa más ¿Golpes de Estado? más ¿clamar censura?

0
678

Ayotzinapa en manos de un nuevo gobierno opositor al PRI bien auguraba cosas diferentes a las vistas en la frivolidad priista. Se cansaron los antilopezobradoristas de decir que la foto de López con el expriista Abarca decía mucho. Pues hoy hay 83 órdenes de aprehensión contra distintos funcionarios propios de gobiernos priistas, 20 de ellos militares y enloda al gobernador de la época y a Peña. Al PRI al completo y se cae la verdad histórica, mientras apuntala que fue un crimen de Estado. Así de sencillo al viernes por la noche.

Mientras Alito es arropado por compinches tan impresentables como él que amagan con impedir su desafuero, comprometiendo así al hacerlo, siglas como la del PAN, que las del PRI no tienen remedio; otros convocan a Salinas y a Calderón para que nos salven. Qué ganas de retroceder en vez de avanzar y qué ganas de seguir haciendo el ridículo haciéndose fuera de la bacinica. No entendieron el 2018. Por cierto, el subsecretario Encinas lo ha dicho: lo de Ayotzinapa fue un crimen de Estado. ¿Y qué dijo en su momento el jefe de ese Estado, el priista Peña Nieto? Ya supérenlo. ¡Vaya desfachatez del PRI y hoy, de su titular! Involucrados todos los órdenes de gobierno, al expreiista Abarca, munícipe al que se le cargaron las pulgas, el gobernador priista, el titular de la Defensa de un gobierno priista y el telepresidente priista quedan igual o peor de embarrados. Puntualícese: PRI.

Pues sí, y eso ha sido el sexenio: una oposición de quinta cuestionando una transformación de cuarta, como la llaman, y evadiéndose de sus responsabilidades. Es vergonzoso su proceder. En su condición patética, las últimas dos semanas actuó con dos vertientes: La primera: preguntar en redes (mostrando su nulo talante democrático quien preguntó) si la gente secundaría un golpe de Estado. La pregunta sí es un atentado a la estabilidad del país. Y la respuesta de seguidores diciendo que sí, cegados por su odio a López Obrador, insulta al país. Apoyando cómodamente desde las redes sociales, claro. Qué patéticos. Como si a ellos un golpe de Estado no se los llevara igual entre las patas. Los que lo secunden que no estén seguros de quedar a salvo. Eso no sucede. Llegado el caso, se agarra parejo.

La sola posibilidad de un golpe de Estado sugiriéndola, es un atentado contra todos, contra la democracia. Se haya o no votado por López. Secundar siquiera la insinuación es deplorable, es vergonzoso. Máxime que si se han construido instituciones que les preocupa que López destruya, pretenden destruirlas con un golpe de Estado. Burdos. Y los métodos. Esos opositores tuvieron la oportunidad de gobernar mejor, de montar mejores candidatos en 2018 y haber ganado. Si ganó López, aguantarse. Tuvieron la oportunidad legal de echarlo el 10 de abril, en vez de publicar en redes que se abstendrían, aplaudiéndoles sus botarates seguidores como focas. ¿Mejor un golpe de Estado? Qué peligro son. Así les va.

La segunda fue las declaraciones de Leonardo Curzio en Primer Plano, descalificando a la nueva secretaria de Educación. Tampoco era para hacer tanto rollo por su dicho. Ahora que…resulta penoso su actuar, inaudito, y acaso no del todo sorpresivo, que el programilla hace rato que es propagandístico de intereses nada democráticos que invitan a no seguirlo. Como televidente hace rato que no sintonizo tal emisión. Resulta desagradable y falsaria. Pues va a ser que ha podido expresar lo que deseaba y ni se marcha ni lo sacan. Libertad, plena. La censura a su dicho, ni por asomo. Total, meses atrás señalé que Primer Plano se volvió espacio de golpeteo contra López Obrador, apartándose de ser analítico.

Eso sí, el nimio incidente recuerda el hecho de que la oposición en este sexenio es particularmente insultante, sí, y un sector de ella siguiendo la tesis de Goebbels: repite una mentira y se tornará en verdad. ¿Qué se molestan por llamarles hitlerianos? Enmienden su deplorable conducta, que resarcir su desprestigiado nombre la tendrán mucho más difícil. Así de fácil, en vez de ponerse cual energúmenos por ser desenmascarados y descritos con una absoluta verdad.

La retahíla de insultos y mentiras diarias desde la prensa advierte que no hay censura. Y si esta la aplican ciertos sectores, que se diga cuáles. Con pruebas. Porque muchos de los que afirman que hay censura señalando al gobierno actual por no cuadrarles su sello político y no porque la haya, no están a la altura de ejercer una libertad de expresión responsable. Hablan porque tienen boca y nada más. Patéticos.