La más atinada aseveración la ofreció Jesús Murillo al ser detenido: “no es penoso, es político” y podría agregar, por venganza.
AMLO ha iniciado una cacería sesgada a partir de dos tremendas deformaciones o errores: creer que él aplica la ley (liberación de Ovidio Guzmán) y pensar que la democracia nace con él sin considerar que día a día se coloca él y sus cercanos a un paso de la rejilla carcelaria. De este lado las aprehensiones de Lozoya (con arraigo domiciliario hasta que fue exhibido en un restaurante de lujo), a Rosario Robles (presa sin comprobación de delito), a Jesús Murillo (a pesar de la edad -76- llevado al reclusorio acusado de lo mismo que defiende Alejandro Encinas).
Pero del otro lado la cínica impunidad y protección a personajes incluso con probada participación en ilícitos como Delfina Gómez (delincuente electoral), Pío López Obrador (manejo de efectivo sin reporte al SAT para el “movimiento), José Ramón López Beltrán (Casa en Houston y mentir a la autoridad estadounidense), Gertz Manero (encarcelar a una mujer sin existir delito y pleito con Scherer) y otros más como Marcelo Ebrard (linchamientos es Tláhuac y Línea 12), Mario Delgado (compra con sobreprecio de vagones del metro), Florencia Serranía (treintena de muertos en su gestión en el Metro) Claudia Sheinbaum (delitos electorales y desplome línea 12 del Metro y Colegio Rébsamen), Omar García Harfuch (Ayotzinapa), J. Rafael Ojeda (Ayotzinapa), Ángel Aguirre (Ayotzinapa), Manuel Bartlett (caso Kiki Camarena, Manuel Buendía, caída del sistema, Carlos Loret M, enriquecimiento inexplicable), Napoleón Gómez Urrutia (fraude al sector minero), Yeidckol Polevnsky (evasión fiscal), Santiago Nieto (boda en Guatemala y compra de casa), Ackerman y Eréndira Sandoval (enriquecimiento inexplicable) Romero Deschamps (enriquecimiento inexplicable) y varios más que engordan el listado de “sospechisimos” en materia de corrupción.
El propio Alejandro Encinas por su sumisión política y administrativa podría recorrer el mismo camino que Jesús Murillo.
En esta administración se han registrado más de cien mil desaparecidos, pero el comercio sucio político y electoral es con los 43 normalistas cuando el gobierno no se ha preocupado por establecer si la rural de Ayotzinapa es un centro de adiestramiento guerrillero, en recatar a los vehículos ahí secuestrados, a demostrar si en las instalaciones hay armas y si truenen vínculos con los narcotraficantes.
El gobierno calla sobre los criminarles de Ayotzinapa que prendieron fuego a una estación de gasolina y ocasiono la muerte de un ciudadano anónimo que salvo de una tragedia mayúscula. El gobierno evade encontrar a los responsables de mantener vivo el corredor de la droga de Acapulco/Chilpancingo/Iguala/Taxco/Cuernavaca y que conoce y bien Félix Salgado Macedonio.
Estamos viendo pues una cacería política en donde ya están involucrados el General Cienfuegos y el expresidente Enrique Peña Nieto. Que explique el gobierno porque detuvo la orden de extradición de Carlos Ahumada (quien anticipó que haría público varias videograbaciones sus se metían con él).
Si destapan la cloaca de Guerrero los principales responsables son varios de los que hoy gobiernan y Alejandro Encinas lo sabe y puede ser acusado de encubrimiento. No soy abogado, pero, ¿a Murillo le pueden fincar responsabilidad por los delitos de tortura y desaparición forzada?
El ex procurador Hidalguense se vio más que tranquilo durante su detención entendiendo a qué se estaba exponiendo y si alguien es culto, preparado e informado es él.
Vimos también a agentes federales “apenados” por cumplir la detención dejando una percepción de que lo hacían por orden no por convencimiento. AMLO olvida muchas cosas, la principal es que no es intocable ni aquí ni en el extranjero.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi135 y mexiquenseradio.
@cramospadilla