Urdir una mentira

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La época de la posverdad se caracteriza por la elaboración y difusión masiva de noticias falsas que incluyen la denuncia de conspiraciones o confabulaciones. La derecha estadounidense lo ha hecho por mucho tiempo, difundió la noción de la pederastia de Hillary Clinton, o ahora sostiene que el país está en ruinas. Se busca tener impacto político electoral, aunque en las elecciones de este noviembre no les funcionó, pero el daño perdura.

En la larga confrontación de la derecha manejada por la oligarquía en México, hemos visto una larga colección de consignas, medias verdades y mentiras abiertas. Veamos algunas:

Van a sacar a AMLO de Palacio Nacional en 2024, esa fecha coincide con el fin de su mandato, pero alimentaron la mentira de que buscaba reelegirse. Así que seguro en diciembre de ese año dirán que triunfaron.

El dictador. Una señora se levanta de su asiento en un avión e increpa al presidente y la dictadura en la figura de una aeromoza le pide que vuelva a su lugar porque el avión iba a despegar. El país atraviesa por una libertad desconocida, pero se construye la noción de que estamos al borde de la dictadura.

En búsqueda de un tema que unifique a las oposiciones que según las encuestas ni unidos ganan las elecciones, ahora llaman a la defensa del INE, siendo que en la reforma electoral elaborada por el gobierno el INE se modifica, pero la institución no desaparece.

Las encuestas que realizó el INE entre las que se medía la aceptación del presidente del organismo y que fueron ocultadas premeditadamente, mostraban que la mayoría quiere reducir el número de legisladores, con especial atención a los plurinominales que representan a las burocracias partidistas y de los que algunos pagaron por la curul, reducir el presupuesto que se destina a los partidos y al INE aún en años en que no hay elecciones, la opción de que los consejeros sean electos y que no resulten de un acuerdo en lo obscurito entre los partidos políticos, el actual presidente fue impuesto por el presidente Peña Nieto, este consejero se ha negado a acatar la ley, vive con lujo gracias al presupuesto público, no obstante ganar más de un cuarto de millón de pesos mensuales cobró bono de matrimonio, y viaja por el mundo con fondos públicos y según él, eso defiende a la democracia.

Pero la derecha urde la mentira de que se quiere cerrar al INE y eso se trata de convertir en un agravio nacional, porque al INE o, mejor dicho, a la oligarquía no se le toca. Es obvio que la gran mayoría de los que protestan no ha leído la iniciativa de reforma, pero se deja manipular.

Frente a las fotografías de la Ciudad de México envuelta en la neblina, la derecha denuncia que la jefa de gobierno lanzó la contingencia ambiental para afectar su marcha, se puede llegar al punto de reunión por muchos medios y no era una rodada y la contingencia la anuncia un grupo de expertos.

El INE se ha abrogado la atribución de atacar al presidente y supuestamente promover “la democracia” en lugar de ser un ente que cuente votos, pero aún en lo esencial fallan rotundamente.

El consejo del INE toleró las firmas falsas de Margarita Calderón, los fraudes electorales en 2016 y en 2021 porque beneficiaban al PAN, ha fracasado en el control del dinero sucio y se concentra en pequeñas cantidades para afectar a candidatos que no son del PRIANRD como Salgado Macedonio, y tienen una opacidad enorme sobre los gastos enormes, además de que esconden dinero en fideicomisos, no obstante que una ley los anuló. Creen que pueden violar las leyes usando el enorme presupuesto público. Y este año en que el poder legislativo ajusta el presupuesto nacional, lloriquean sosteniendo que atentan contra la institución y que tiene que ser autónomo, o sea, seguir siendo un instrumento en manos de una camarilla latrofacciosa (Gonzalo N. Santos dixit).

Las marchas son una muestra más de la libertad existente en el país, que llega hasta la tolerancia a los excesos de la provocación de los vándalos.

La apuesta de la derecha es que las marchas los energicen para poder arrancar la campaña para Coahuila, EDOMEX y la elección presidencial, esperando que la nueva consigna recomponga sus alianzas fallidas.

Hasta ahora la oligarquía exige que continue el gatopardo, AMLO ganó, pero no debe cambiar nada; la campaña sucia hasta ahora se concentró en las redes sociales logrando muy pocos votos, está por verse si la posverdad puede imponerse y si logra convertirse en movimiento de masas, hasta ahora no ha sido así.