Cada día sin alas

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El país aún no se recupera de la pérdida de Mexicana de Aviación. Pasan los años siguen los conflictos y una de las aerolíneas de mayor reconocimiento mundial dejó de operar. Luego Interjet y ahora Aeromar. El gobierno federal intenta convencer que el AIFA es una terminal será de vanguardia, pero dista muchísimo de serlo en comparación con los enormes, tecnifícanos y modernos aeropuertos recién construidos en varios países.

Nuestro AIFA es una vacilada por donde se vea. Una sola terminal aérea de una solo línea comercial en cualquiera de los aeropuertos internacionales de Estados Unidos es mayor y más eficiente. El AIFA hasta hoy es un capricho costosísimo para el país con enormes pérdidas. Volviendo a Interjet y Aeromar se suman tres factores esenciales para su desaparición: los malos manejos financieros, la crisis internacional por la pandemia de Covid-19 y el haber perdido la Categoría Uno y convertir al espacio aéreo mexicano como inseguro. Se suma en las últimas semanas una discusión pública sobre el “cabotaje”.

La suma de deudas que mantiene Aeromar con sus trabajadores, con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con Aeropuertos y Servicios Auxiliares y con los arrendadores de sus aviones obligaran a la empresa a declararse en quiebra en breve.

Sus adeudos son por más de 5 mil millones de pesos y desde el año pasado tiene intervenida su caja por el Servicio de Administración Tributaria. Son 120 millones de pesos en deudas de prestaciones y salarios. 500 millones de pesos en compromisos con el Aeropuerto de la CDMX.

Por ello al término de enero, la autoridad aeroportuaria ordenó a la Secretaría de Marina resguardar dos hangares Aeromar buscando una negociación productiva que ni se ha dado.

Vale recordar que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y el Poder Judicial de la Ciudad de México aplicaron la suspensión de los planes de vuelo de tres aviones de Aeromar por una querella iniciada por la empresa Export Development Canadá, la cual arrienda los aparatos a la línea área. Se trata de las aeronaves marca ATR con matrícula XA- UZE, XA-UZS y XA-UZT que deberán permanecer en tierra por orden judicial.

Se sabe que el AICM informó a Aeromar, propiedad de Zvi Katz, que tiene como plazo para liquidar su deuda este 15 de febrero o procedería al embargo que implicaría no permitir operaciones de aterrizaje y despegue. Por ello la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación ya solicitó a la Secretaría del Trabajo una mediación para que Aeroméxico comience un proceso de contratación de sus afiliados.

En tanto, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores consideró que es inminente el estallamiento de la huelga este 16 de febrero. Crece entonces la crisis aérea nacional. Recursos que deberían de aplicarse para procurar la vida de las aerolíneas nacionales se distribuye mejor en la construcción de un malogrado tren en el sureste mexicano.

Mientras en el mundo se edifican aeropuertos y sus líneas erras se convierten en productos comerciales de alta solicitud por su servicio, calidad y puntualidad, en nuestro país las mermas son monumentales y los planes huecos.

¿Dígame usted qué pasó con las serias acusaciones del presidente alertando que cancelaba el aeropuerto de Texcoco por evidente corrupción que hasta la fecha no ha demostrado ni hay un sólo detenido por señalamientos de ilícitos? ¿Incluso sabe usted de alguna manifestación pública por la canibalización que se hizo en Texcoco para construir el Felipe Ángeles? ¿Algún responsable por las enormes pérdidas, sanciones y pago de indemnizaciones y daños por la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco? ¿Alguna corrección al rediseño del espacio aéreo nacional que alteró en negativo la calificación mundial?

Los pendientes crecen en esta administración sin recibir respuestas concretas a los señalamientos a razón de calificar a los inquietos auditores sociales como “conservadores”.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla